Este artículo se refiere a las estadísticas definitivas de mortalidad de 2022. El artículo sobre las estadísticas de 2021 está disponible aquí.
‘Repentinitis’ es el término empleado por antivacunas y desinformadores sobre la COVID-19 para hablar de muertes súbitas y “repentinas” causadas, según ellos, por esta vacuna. Lo hicieron con los fallecimientos de la actriz Daniela Costa, el futbolista Aday Alonso, trece médicos canadienses o más de 1.000 atletas; pero también con el desmayo del guitarrista Carlos Santana, la lesión en la costilla del tenista Rafa Nadal, el problema cardiaco del futbolista Kun Agüero, el tenista Stefan Kozlov o la reportera de Telecinco que se quedó en blanco en un directo.
Pero ‘repentinitis’ no es un término clínico o científico que haga alusión a una enfermedad (o grupo de enfermedades) concreta, sino un ‘palabro’ inventado para desinformar sobre las vacunas.
El pasado 19 de diciembre de 2023, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos definitivos de defunciones en España para 2022 según la causa básica de defunción (porque puede haber otras causas asociadas). Con esta estadística consolidada se podría comprobar si se han producido más ‘repentinitis’ en 2022 en comparación con años antes de que hubiera vacunas COVID-19. Según esos datos, no hay un motivo para creer que esas vacunas estén causando realmente esas muertes “repentinas” que aseguran los desinformadores
Para contextualizar: en 2022 se han puesto un total de 20.051.574 dosis de vacunas contra la COVID-19 (según datos del Ministerio de Sanidad extraídos de aquí y de aquí), y desde que empezó la campaña de vacunación y hasta el 31 de diciembre de ese año el número total de dosis administradas ha sido de 111.293.866 dosis. Contando desde el inicio de la campaña, 41.310.204 personas han recibido al menos una vacuna.
Fallecidos por miocarditis y pericarditis: suben las primeras (+12), bajan las segundas (-18)
Los contenidos antivacunas han dedicado gran esfuerzo a transmitir una narrativa concreta: que las vacunas contra la COVID-19 causan miocarditis y pericarditis. Sin embargo, según los datos publicados por el INE, en España fallecieron 43 personas por miocarditis en 2022, 12 más que en el año pasado, y 40 personas por pericarditis, 18 menos que el año anterior.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) concluyó en julio de 2021 que ambas afecciones pueden ocurrir “en casos muy raros tras recibir las vacunas de Pfizer y Moderna”. La mayoría de casos asociados ocurrían durante los 14 días posteriores a la vacunación, en hombres jóvenes, considerándose el 95% de los casos de carácter leve. Además, la miocarditis también es una complicación derivada de la infección por COVID-19 y con mucha mayor incidencia que la miocarditis asociada a estas vacunas, según esta revisión de literatura de 2023.
Como información de contexto, ambas enfermedades se presentan en la población general y se relacionan con infecciones previas o enfermedades inmunes, con una frecuencia de aparición de 1 a 10 casos al año por cada 100.000 habitantes, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Enfermedades con el apellido “súbita”: estables respecto a los años de la pandemia
Las estadísticas detalladas de mortalidad del INE recogen tres enfermedades que contienen la mención “súbita”: muerte cardiaca súbita, así descrita; síndrome de la muerte súbita infantil y otras muertes súbitas de causa desconocida.
En 2022 murieron 50 personas en España por muerte cardiaca súbita, 14 más que en 2021. Queda lejos de los 140 fallecidos por esta causa en 2019, antes de la pandemia de COVID-19 y de la introducción de las vacunas contra esta enfermedad.
El síndrome de la muerte súbita infantil designa a aquellos fallecidos de menos de un año de vida cuyo fallecimiento es inexplicable. En 2022, hubo 48 muertos por esta causa, cuatro más que el año anterior.
Lo que sí ha crecido en 2022 ha sido el número de fallecidos por muertes súbitas de causa desconocida, hasta los 670 muertos. Supone 210 fallecidos más que el año pasado, 110 más que en 2020 y 248 más que en 2019.
Enfermedades del corazón y cerebrales: se mantienen estables respecto a 2021
Los desinformadores prestan especial atención a los casos de fallecimientos por enfermedades del corazón y del cerebro, principalmente infartos e ictus. En 2022, las enfermedades isquémicas del corazón, categoría que incluye el infarto de miocardio, con 29.068 fallecidos, y las cerebrovasculares, que incluyen el ictus, con 24.688 fallecidos, fueron la segunda y tercera causa de muerte más numerosa, respectivamente. Ambas causas de muerte se mantienen estables respecto al año anterior: las isquémicas aumentaron un 0,7% y las cerebrovasculares descendieron un 0,7%.
La causa de muerte más numerosa para 2022 siguió siendo la COVID-19, con 31.606 fallecidos. Esta sí ha registrado un descenso significativo respecto a 2021 (-19,9%) y respecto a 2020 (-47,6%). Relacionado con esto, las vacunas han mostrado efectividad en la reducción de los síntomas más graves de la enfermedad, de la hospitalización y del fallecimiento por COVID-19.
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