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Por qué volar en avión está contraindicado si se padecen algunas patologías

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En Maldita.es ya os hemos contado cómo el volar en avión contribuye al cambio climático y por qué algunos trayectos tienen una duración diferente en un sentido que en otro. Los viajes en este medio de transporte someten a los pasajeros a diversos factores que pueden afectar a su salud. De hecho, están contraindicados para algunas personas con problemas médicos preexistentes. Por ello y en estos casos, antes de volar, es aconsejable leer las restricciones de cada aerolínea y consultar la posibilidad con un profesional sanitario.

De un infarto reciente a enfermedades infecciosas activas: en qué casos está contraindicado coger un avión

“Cada problema de salud es diferente y requiere una valoración particular”, cuenta a Maldita.es Silvia Fernández, enfermera especialista en enfermería familiar y comunitaria y miembro del instituto de investigación del Consejo General de Enfermería. La recomendación de no subir a un avión depende “de la patología o problema concreto, del momento de la enfermedad y de la situación clínica de la persona”.

Entre las afecciones contraindicadas, la experta menciona las enfermedades cardíacas graves, los infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares recientes o una angina inestable (el corazón no recibe suficiente flujo de sangre y oxígeno y puede llevar a un ataque cardíaco).

También puede ser desaconsejable que suban a un avión las personas con neumotórax (cuando el aire escapa del pulmón), una disfunción pulmonar grave o dificultades respiratorias. Así lo indica Fernández, que añade a esta lista las enfermedades infecciosas activas, la obstrucción intestinal (que ocurre cuando la comida o las heces no pueden salir del intestino) o las cirugías torácicas o abdominales realizadas en los últimos 10 días.

En el caso de las mujeres con embarazos sin complicaciones, Fernández señala que se recomienda que eviten viajar en avión a partir de la semana 36 de gestación. El informe Viajes internacionales y salud, elaborado por el Ministerio de Sanidad, indica que “viajar no está contraindicado durante el embarazo mientras que no esté próximo a la fecha prevista del parto, siempre que se trate de un embarazo sin complicaciones y que el estado de salud de la madre sea bueno”.

El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) coincide en que, en general, los viajes aéreos ocasionales son seguros para las embarazadas. Pero no recomienda coger un avión a aquellas mujeres que tengan afecciones que puedan empeorar con el vuelo o requerir atención de forma urgente. Según el organismo, las emergencias obstétricas más comunes ocurren en el primer y tercer trimestre del embarazo.

Cómo afectan los cambios de altitud y presión a nuestra salud

Muchas de las patologías mencionadas empeoran o están relacionadas con la altitud y los cambios de presión y humedad relativa durante el vuelo, según cuenta a Maldita.es Carmelo Garrido, piloto e instructor de aviación tripulada y no tripulada, coordinador de la consultoría especializada Tickettofly y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.

Por ejemplo, “si tienes una simple caries, el cambio de presión en cabina durante los ascensos y los descensos bruscos o al presurizar y despresurizar puede hacer que te duela”. “Por eso mismo, verás pocos pilotos o tripulación de cabina con dentadura descuidada. No es solo una cuestión de estética”, sostiene.

Las personas con infecciones de oído, nariz o senos deben evitar volar porque su incapacidad para igualar las diferencias de presión también puede causarles dolor y lesiones, según el informe Viajes internacionales y salud.

“Lo del piloto guaperas mascando chicle no es un cliché de las películas: mascar chicle es una forma de estar continuamente tragando y esa simple acción compensa las presiones del oído interno cuando cambias de altura en un avión (principalmente al despegar o aterrizar, ya que durante el resto del vuelo la presión en cabina suele ser constante)”, cuenta Garrido. En Maldita.es también os hemos contado por qué los cambios de presión no hacen recomendable volar a las pocas horas de haber hecho buceo de profundidad.

Por otro lado, el aire en cabina contiene oxígeno suficiente para los pasajeros sanos y la tripulación, tal y como indica el informe Viajes internacionales y salud. Sin embargo, “debido a que la presión del aire en cabina es relativamente baja, la cantidad de oxígeno en sangre se reduce en comparación con la que se tiene a nivel del mar”.

El Ministerio de Sanidad señala que los pasajeros con determinados problemas médicos, especialmente enfermedades del corazón y del pulmón y afecciones de la sangre como la anemia, “pueden no tolerar bien este reducido nivel de oxígeno”.

Cada aerolínea suele fijar sus propias normas

Pero entonces, ¿está prohibido subir a un avión si padeces alguno de estos problemas o sólamente se trata de una recomendación? “Normalmente las aerolíneas contraindican ciertas patologías, pero permiten el viaje”, cuenta Fernández. En algunos casos excepcionales, pueden solicitar al pasajero una valoración y una autorización médica para poder volar.

Cada aerolínea suele fijar sus propias normas. El caso más claro, según la experta, es el embarazo. “Cada compañía tiene su política particular y establece un límite de semanas de gestación para volar”, afirma. Eso sí, por norma general “ninguna permite viajar en el último mes de gestación”.

Otro ejemplo es tener un yeso debido a una fractura. Según Fernández, algunas aerolíneas permiten viajar en avión con escayola 24 horas después de su colocación. Pero esto depende de la duración del vuelo, ya que en trayectos largos algunas “exigen un período de espera de 48 horas”.

Garrido subraya que embarcar en un avión siendo consciente de que tienes un problema médico agudo o en potencia “es una cuestión, no ya de ‘que no se entere la tripulación’, sino de sentido común y responsabilidad social”. “Lo mejor que puede hacer uno es consultar con su médico de cabecera para recibir consejo de quien mejor conoce su historial clínico y posibles contraindicaciones ante un vuelo”, concluye.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Carmelo Garrido.

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Primera fecha de publicación de este artículo: 21/06/2022

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