Parece que nos hubiese hecho algo muy malo el agua fría porque no hacemos más que sacarle faltas y perjuicios para la salud. Hace no mucho explicamos por qué que el agua fría engorde es un bulo, pero hay más.
Esta imagen mezcla en sus textos cosas que son ciertas y cosas que no lo son. Vamos a ir uno a uno.
"Cierra 4 venas del corazón". No hemos podido encontrar información al respecto de esas 4 venas, pero sí algunos casos descritos como muy raros y poco frecuentes en los que al beber una bebida muy, muy fría muy rápidamente, la persona ha sufrido un síncope, es decir, una pérdida transitoria de la consciencia por la falta de riego sanguíneo al cerebro. Suele recuperarse sin mayor complicación a no ser que la persona padezca problemas cardíacos o circulatorios previos.
"Obstruye la grasa del hígado". Este riesgo se asocia a la idea de que la grasa se solidifica con el frío, y por tanto al beber agua muy fría, la grasa de nuestro cuerpo haría lo mismo. Pero no es así, principalmente porque por muy fría que esté el agua en unos pocos segundos su temperatura ya se ha igualado con la temperatura del resto del cuerpo, de forma que no tiene ningún efecto concreto sobre la grasa del hígado.
"Afecta a las paredes del estómago y del intestino grueso". Si obviásemos la explicación anterior de que el agua fría no se mantiene fría durante demasiado tiempo dentro del cuerpo, esta afirmación seguiría sin tener sentido. El interior del estómago contiene ácidos gástricos mucho más corrosivos y agresivos de lo que podría ser el agua fría, y está preparado para soportarlos sin sufrir ningún daño.
"Es la principal causa de ataques al corazón". Esto también es mentira. Para empezar porque las principales causas de las enfermedades cardíacas son el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol, el sobrepeso, el sedentarismo, una alimentación poco saludable y los niveles altos de azúcar en sangre. Es decir, todas esas cosas que sabemos que no son saludables pero que rara vez nos llegan en cadenas de WhatsApp o vídeos virales. Quizá esta afirmación provenga de una confusión: sumergirse de golpe en agua fría sí que puede ser causa de lo que se llama el síndrome de hidrocución (lo que siempre hemos llamado corte de digestión, aunque no tiene nada que ver con la digestión), que en los casos más graves puede generar una parada cardiorrespiratoria.
Aunque estas afirmaciones son falsas en mayor o menor medida sí que hay algunos riesgos asociados a beber agua muy fría. Por un lado, se ha comprobado que puede desencadenar episodios de migrañas en las personas que las padecen. También puede empeorar el dolor que padecen las personas que sufren una patología llamada acalasia, que dificulta el paso de los alimentos a través del esófago.