Los desinformadores han aprovechado los disturbios que se han producido en Francia tras la muerte del joven Nahel por disparos de la policía para difundir numerosos bulos. Muchas de esas desinformaciones están pensadas para transmitir ideas que vayan calando en el público. Es lo que se conoce como narrativas desinformadoras, lo que los desinformadores quieren que crean los que reciben esos bulos. Pero ¿cuáles son esas narrativas que hemos visto alrededor de los disturbios en Francia?
La policía no puede controlar a una “turba” que “odia Occidente”: imágenes antiguas, películas…
Una de las ideas que repiten es que los que protestan son una “turba” que “odia Occidente” que se están rebelando contra unas fuerzas del orden francesas, que son incapaces de controlarlos. Para ello utilizan, por ejemplo, imágenes antiguas de un ataque a un coche policial durante una protesta contra la reforma laboral francesa. Esa manifestación no tiene nada que ver con las actuales protestas. También usan escenas de una película, “Atenea”, para mostrar la imagen, que no ha sucedido en realidad, de unos manifestantes que se llevan un furgón policial. En esa narrativa de que los manifestantes odian Occidente y sus instituciones encaja el bulo que asegura falsamente que uno de los ataques se produjo contra el propio Parlamento Europeo en Estrasburgo.
“La ley no hace nada” contra los inmigrantes: antecedentes falsos, impunidad con vídeos antiguos o sucesos sin confirmar
La idea de que “la ley no hace nada” contra los que se están manifestando se refuerza con la difusión de unos antecedentes falsos de Nahel, el joven muerto por disparos de la policía en un control. En su falsa hoja policial se habla de pertenencia a banda armada y de atracos con violencia cuando, en realidad, sólo se le había acusado de un caso de desobediencia a la autoridad. Esa supuesta blandura de las autoridades francesas también sirve para atacar al presidente Emmanuel Macron, al que se llama “MARIPOSON” o “Maricron” en algunos contenidos relacionados con los disturbios.
No sólo son daños materiales. Ser blandos con los inmigrantes tiene consecuencias físicas directas para personas concretas que, de alguna manera, representan las instituciones o las tradiciones europeas. Por ejemplo, se relaciona la muerte de un bombero o el atraco con violencia a un cura con los disturbios aunque no hay pruebas de que esos sucesos tengan que ver con las manifestaciones.
Junto a las acusaciones de que las autoridades no hacen nada también se potencia la idea de que los ciudadanos franceses son los que tienen que actuar contra los que protagonizan los disturbios. Como en este bulo que usa un atropello durante una carrera ilegal del mes de abril y lo presenta como un ciudadano que usa su coche para “castigar” a los manifestantes.
Estamos en una guerra: imágenes antiguas, animales por las calles o bulos sobre armamento
Los desinformadores tratan de hacer creer que lo que ha pasado en Francia iba más allá de unos disturbios porque se estaban usando tácticas de guerra. Es algo que se intenta transmitir con bulos como el que afirma que hay un francotirador apostado en una azotea para dar cobertura a los manifestantes, pese a que se trata de una imagen antigua, o con el de que la policía francesa ha detectado entre los manifestantes rifles que se habían enviado como armamento a la guerra de Ucrania aunque, en realidad, la imagen es de una competición de tiro en Rusia.
También se repite que lo sucedido en Francia es un ejemplo de que el país está invadido por musulmanes. Por ejemplo, con mensajes que afirman “Francia conquistada” junto a un vídeo en el que se asegura que se ve una concentración de un millón de musulmanes en la calle. Lo que realmente muestra el vídeo no tiene nada que ver con eso, es un concierto en la Plaza del Zócalo de México.
Nos ocultan el verdadero caos en Francia: vídeos de otros países, películas…
Una de las tácticas más habituales es usar imágenes fuera de contexto para amplificar la gravedad de los desórdenes que se están produciendo y atraer la atención sobre las narrativas que se quieren difundir. Abundan los vídeos que no tienen que ver con lo que está sucediendo en Francia pero que son muy impactantes. Esta estrategia se usa mucho en momentos de crisis. Es muy fácil generar este tipo de desinformaciones porque no hace falta ningún tipo de conocimiento técnico. Basta con encontrar un vídeo que transmita lo que el desinformador quiere (en este caso supuestas consecuencias graves de los disturbios) y difundirlo como si se acabara de producir durante los incidentes sucedidos en Francia. La desinformación con imágenes, según los estudios que la han analizado, transmite las emociones con más fuerza que el texto y se fija más profundamente en la memoria, de modo que el efecto de los bulos dura más. Además, cuando a un texto se le añaden imágenes, aumenta su credibilidad.
A raíz de las manifestaciones tras la muerte de Nahel se han usado imágenes que no tienen nada que ver con esos disturbios. Los desinformadores han utilizado vídeos de saqueos en Estados Unidos, de edificios en llamas en Emiratos Árabes Unidos o en Filipinas, de las consecuencias de un bombardeo durante la guerra de Ucrania o con imágenes de coches tirados al vacío desde un edificio que, en realidad, son del rodaje de una película. También, se transmitía la idea de que la situación era caótica en Francia con imágenes de varios leones, un rinoceronte, un gorila o una cebra libres supuestamente en las calles de París, algo que no sucedió durante estos disturbios.
El siguiente es España: imágenes fuera de contexto y de otros países
Junto a estas imágenes que captan la atención y acentúan la sensación de caos en las calles francesas, se transmiten textos con algunas de las narrativas que se quieren reforzar. Por ejemplo, se difunden como si fueran actuales las imágenes de unas personas armadas y en actitud amenazante que se tomaron en 2020 con el mensaje “Francia está perdida”.
También se intenta difundir la idea de que lo que pasa en Francia se va a extender por otros países. Como en el caso del bulo que usa un vídeo edificio en llamas en Bangladesh como si estuviera pasando en Francia durante los disturbios por la muerte de Nahel con mensajes que aseguran que “se avecina una gran tormenta”. Uno de los países a los que los desinformadores dicen que se va a extender la violencia es España y varios de estos mensajes se relacionan con las elecciones del 23 de julio. Por ejemplo, ese mismo vídeo del incendio en Bangladesh se difunde con mensajes como ”¿Pronto en España? A ver qué votáis en las generales”. Otros mensajes también buscan que las imágenes de Francia tengan impacto en las elecciones españolas del 23J y piden que se vote pensando en las medidas sobre la inmigración.
No es el único contenido que trata de transmitir que lo que ha pasado en Francia se va a contagiar a España. Por ejemplo, se difunden como si fuera de Francia imágenes de un aparcamiento en llamas en Australia con mensajes que dicen “cuando los coches de tu vecino veas quemar”.
Aprovechan los disturbios para acabar con las libertades: leyes y medidas manipuladas para que parezcan dictatoriales
Hay otras narrativas desinformadoras que interpretan de manera diferente lo que ha sucedido en Francia. Algunas de ellas ponen su acento en las supuestas restricciones de las libertades que se produjeron para detener los disturbios. Un ejemplo es el bulo sobre el falso comunicado de la Policía francesa restringía el acceso a internet o las desinformaciones sobre que, a raíz de los incidentes de estos días, se va a permitir que las autoridades activen a distancia las cámaras y micrófonos de dispositivos electrónicos sin que lo sepa su propietario.
Este tipo de desinformaciones se aprovecha para extender la idea de que los disturbios son una excusa para reducir las libertades de los ciudadanos y proclamar la ley marcial. Incluso se habla de que los altercados son “de falsa bandera”. Es decir, que las propias autoridades los están provocando para justificar esas restricciones de la libertad.