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Con el 99% escrutado, el PSC ha sido el partido más votado en las elecciones catalanas con 872.959 votos y 42 diputados (de 135). La formación encabezada por Salvador Illa se convierte así en la fuerza con más apoyos en Cataluña, superando los resultados de 2021 con una subida de 9 escaños. Sin embargo, el resultado provisional no le ha concedido la gobernabilidad automáticamente: la fragmentación del Parlament de Cataluña dibuja un escenario en el que ERC tiene la llave para favorecer una coalición de partidos de izquierdas, con Illa como president.
En caso de no alcanzarse un acuerdo entre las diferentes formaciones, el bloqueo institucional podría llevar a la repetición de elecciones en otoño.
ERC decide el futuro de Cataluña: sus votos son vitales para que haya una coalición de izquierdas o un Gobierno del PSC en minoría
La mayoría absoluta del Parlament de Cataluña se encuentra en 68 diputados de 135 parlamentarios. Para alcanzar la investidura del nuevo president de la Generalitat, serán necesarios los votos a favor de varias formaciones políticas. Tal y como han ido adelantando los distintos candidatos durante la campaña electoral con sus declaraciones, ahora mismo habría sólo tres posibilidades teniendo en cuenta la aritmética parlamentaria:
Tripartito de izquierdas: Este acuerdo estaría formado por PSC (42 diputados), ERC (20) y Comuns Sumar (6). Estas tres formaciones agrupan 68 diputados, lo que llevaría a mayoría absoluta.
Gobierno en minoría del PSC: con apoyo parlamentario de ERC y Comuns Sumar en la investidura.
Alianza entre PSC y Junts: ambas formaciones suman 77 diputados, muy por encima de la mayoría absoluta. Sin embargo, los representantes de ambos partidos no la han apoyado de manera clara.
La otra opción a la que los sondeos daban alguna posibilidad era reeditar una alianza independentista. Sin embargo, las formaciones nacionalistas están lejos de la mayoría absoluta. Este hipotético acuerdo estaría formado por Junts (35), ERC (20), CUP (4) y Aliança Catalana (2). Las cuatro formaciones alcanzan 61 diputados, lo que los aleja de la mayoría absoluta. Además, ERC, Junts, PSC, Comuns y la CUP firmaron que no votarían a favor de una alianza con la formación de Sílvia Orriols.
Durante la noche electoral, Pere Aragonès, president en funciones y líder de ERC, dijo que la formación había obtenido “unos malos resultados”. En cuanto a la posibilidad de apoyar o no acuerdos, el líder republicano no dejó clara su posición: “Asumiremos la voluntad de la ciudadanía y trabajaremos para seguir con nuestro proyecto en el lugar donde ha decidido la mayoría: la oposición”. Al día siguiente, Pere Aragonès anunció que no asumiría el acta de diputado del Parlament y que “abandonaba la primera línea de la política”.
Carles Puigdemont, líder de Junts, anunció su intención de presentarse como candidato a la investidura del president de la Generalitat. Esta decisión tiene varias incógnitas: los candidatos son propuestos por el president en funciones, en este caso Pere Aragonès, que todavía no ha dicho nada al respecto. Por otro lado, al tener una orden de detención, previsiblemente sería detenido si pisara territorio nacional.
Comuns Sumar reclamó en la misma noche electoral formar un tripartito de izquierdas con PSC y ERC. “Hacemos una llamada a todas las fuerzas de izquierda para hacer un gobierno progresista y responder a las necesidades”, dijo Jessica Albiach, la candidata de la formación a la Generalitat. El PSC ha dicho que la prioridad del partido es formar un gobierno progresista con Salvador Illa a la cabeza, aunque también hablará con Junts para evaluar sus apoyos.
El bloqueo puede llevar a la repetición electoral en otoño
La elección del president de la Generalitat es similar a la del presidente del Gobierno de España. El Estatut de Cataluña indica que, traspasados dos meses desde el primer debate de investidura, si ningún candidato obtiene la confianza de la cámara, se disuelve el Parlament y se convocan elecciones catalanas automáticamente. Previsiblemente, esto se produciría en otoño.
El calendario hipotético tras las elecciones es el siguiente:
El president de la Generalitat en funciones debe convocar la sesión de constitución del Parlament en el plazo de los veinte días siguientes a las elecciones (en este caso hasta el 1 de junio). La fecha en la que finalmente se constituya la cámara podrá ser posterior a ese plazo, como así ocurrió en 2021.
Una vez constituido el Parlament, el president en funciones debe proponer un candidato en los diez días siguientes a la constitución de la cámara. El Reglamento del Parlament no especifica una fecha concreta de celebración de la investidura, que es a elección del presidente del Parlament.
Una vez se convoque la primera sesión de investidura, empezará a correr el reloj. Si en dos meses ningún candidato consigue los votos suficientes (en primera votación con mayoría absoluta; en segunda con más síes que noes), se disuelve el Parlament y se convocan elecciones.
La ley de la presidencia de la Generalitat establece que, en caso de repetición electoral, se debe convocar elecciones entre 40 y 60 días después. Cataluña no tiene ley electoral propia, por lo que rige la ley nacional para desarrollar el proceso electoral. Si se agotaran todos los plazos, la hipotética repetición electoral en Cataluña se podría dar en otoño de 2024.
La situación de fragmentación electoral del Parlament dibuja la posibilidad de que haya una repetición electoral en un plazo de menos de seis meses. No sería la primera vez que ocurre, ya que las elecciones de 2021 se convocaron por la misma razón al no conseguir ningún candidato los apoyos suficientes tras el Tribunal Supremo inhabilitar a Quim Torra como president de la Generalitat en septiembre de 2020.
¿Cuáles fueron los mensajes de los partidos políticos antes de la noche electoral?
Los partidos políticos han ido lanzando diferentes mensajes a lo largo de la campaña electoral sobre si apoyarían o vetarían diferentes pactos. Los últimos hasta el momento han sido:
PSC, ERC, Junts, CUP y Comuns se comprometieron el 8 de mayo a excluir a Vox y a Aliança Catalana de los pactos.
PSC ha invitado a ERC y a los comunes a apoyar una investidura de Salvador Illa y ha rechazado apoyar una candidatura de Junts, tras matizar sus primeras palabras.
ERC ha mantenido mensajes ambivalentes sobre a quién apoyará, siendo la fuerza sobre la que se presentan más dudas.
Junts dijo el 8 de mayo que sólo se plantea gobernar con ERC y rechaza un pacto con PSC.
La CUP se ha mostrado a lo largo de la campaña desfavorable a apoyar al PSC.
Comuns Sumar ha dicho que se muestra a favor de apoyar un pacto con PSC y ERC, pero rechaza pactar con Junts y PP.
El PP se ha mostrado desfavorable a apoyar a los partidos independentistas y ha dejado abierta la posibilidad de apoyar al PSC si “rompen con el separatismo”.
Los ciudadanos ven más favorablemente dos posibles pactos: PSC y ERC o Junts y ERC
Las últimas encuestas, como las publicadas por Grupo Henneo o por Prensa Ibérica, que se conocieron antes de la prohibición de su publicación que marca la ley mostraban que había dos posibilidades preferidas por los electores, aunque ninguna mayoritaria. Por un lado, un pacto entre PSC y ERC (con porcentajes que oscilan entre el 39% y el 17%), con posibilidad de incluir también a Comuns Sumar (23% en el caso de la encuesta de Grupo Henneo, que también lo contemplan), y, por otro, un acuerdo entre Junts y ERC similar al firmado en 2021 (con porcentajes que varían del 28% al 21%).
*Actualizado el 14 de mayo para incluir las declaraciones de los diferentes candidatos y el anuncio de renuncia de Pere Aragonès.
