Maldita.es y Democracy Reporting International han publicado su análisis de la desinformación y la conversación online durante el mes previo a las elecciones generales del pasado 23 de julio.
Nos fijamos en Twitter (ahora X), Facebook, Instagram y YouTube. En concreto, nos centramos en publicaciones que durante ese tiempo compartieron contenidos desmentidos por el equipo de Maldita, incluyendo aquellos que incitaban al odio, y además analizamos las publicaciones de un grupo de más de 600 actores de la política nacional.
Entre una muestra de 700 contenidos que difundieron desinformación y más de 142.000 publicaciones de figuras políticas, hemos podido obtener los siguientes resultados:
- Políticos con influencia compartieron bulos o información engañosa favorable a sus agendas políticas durante la campaña electoral, aumentando el alcance y la credibilidad de esas afirmaciones.
- Una de cada cuatro publicaciones desinformadoras apuntaron al proceso electoral, promoviendo afirmaciones infundadas de fraude electoral..
- El voto por correo fue el objetivo de la mayoría de la desinformación sobre integridad electoral.
- El 78% de los contenidos desinformadores que también incitaban al odio, reforzaban narrativas racistas y estaban dirigidos a migrantes racializados en España.
- La cantidad de publicaciones del grupo de figuras políticas aumentó a lo largo de la campaña, y más aún durante los debates electorales televisados. Twitter (ahora X) fue la plataforma preferida en nuestra muestra, mientras que “identidad nacional y diferencias regionales”, “derechos sociales” e “igualdad” fueron los temas más comunes.
- La desinformación afectó el debate político online en términos del sentimiento negativo de las publicaciones sobre temas específicos y el volumen de publicaciones en reacción a engaños.
Además de los bulos atacando a candidatos y partidos políticos, cabe destacar la cantidad de contenidos (25%) que a través de la desinformación buscaron menoscabar la confianza de los ciudadanos en la integridad de las elecciones.
El 65% de todas las publicaciones de desinformación sobre integridad electoral publicadas durante este período estaban relacionadas al voto por correo o al voto CERA. Además, en el día de las elecciones aumentaron los bulos sobre posibles pucherazos, siendo la afirmación más compartida que el gobierno había orquestado una serie de incidentes en un túnel para cortar el tráfico de trenes entre Madrid y Valencia, para “bloquear” que los votantes regresaran a sus ciudades a votar. Sin embargo, se puso inmediatamente a disposición de los viajeros un medio de transporte alternativo entre esas ciudades.
Por otro lado, las publicaciones racistas fueron las más frecuentes dentro de las publicaciones desinformadoras que incitaban al odio. Estos contenidos promovieron narrativas que vinculan a la comunidad migrante (principalmente magrebí y también de segunda generación) con el crimen, o les acusan de acaparar ayudas del estado o imponer sus creencias religiosas a la sociedad.
Este tipo de investigaciones nos permiten sacar conclusiones sobre la necesidad de buscar soluciones para combatir la desinformación y el discurso de odio, especialmente durante procesos electorales.
Las plataformas digitales deben mejorar a la hora de cumplir sus obligaciones bajo la Ley de Servicios Digitales de la UE, tanto implementando sus términos y condiciones de una manera más consistente como invirtiendo en soluciones que brinden a los usuarios información de calidad y herramientas para luchar contra la desinformación.
Al mismo tiempo, los gobiernos deben garantizar que quienes ocupan cargos públicos rindan cuentas por promover desinformación dañina e invertir en mejorar la información relacionada con elecciones, a fin de evitar que la desinformación relacionada con la integridad electoral aumente en redes sociales.
Puedes leer el informe completo en inglés a través de este enlace. O bien leer un resumen (en español) sobre los resultados del proyecto aquí.
Este informe fue escrito por Maldita.es y Democracy Reporting International con la financiación de Stiftung Mercator.