Está circulando por Facebook un contenido en inglés que afirma que la vacuna contra la COVID-19 de Moderna contiene luciferina, que es una sustancia que tienen las luciérnagas y otros organismos que les permite producir luz. "La vacuna de ARNm de Moderna contiene luciferina disuelta con 66,6 ml de solución tampón de fosfato destilada", afirma el contenido del que os hablamos. Pero se trata de un bulo.
Esta verificación ha sido realizada en el marco del proyecto #VacúnaTE que Maldita.es y la agencia de noticias Servimedia desarrollan contra la desinformación sobre las vacunas de la COVID-19 con el apoyo de Google News Initiative.
La luciferina no forma parte de la lista de componentes de la vacuna de Moderna, como podemos comprobar en la ficha técnica publicada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Tampoco la encontramos en el documento de autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) de esta vacuna emitida por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos. El origen del bulo es un tuit (ya borrado) de diciembre de 2020 en el que se decía que la vacuna de Moderna lleva luciferina, pero no es cierto.
Os lo explicamos.
Qué es la luciferina
La luciferina es una sustancia que interviene en la bioluminiscencia de insectos como las luciérnagas y otros organismos. Según explica National Geographic, las luciérnagas desprenden luz "gracias al proceso de bioluminiscencia, un fenómeno natural por el cual una sustancia llamada luciferina se oxida con la ayuda de la enzima luciferasa para emitir una luz".
Lo mismo nos explica Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Microbiología (SEM): "La luciferasa es una enzima que cataliza una reacción sobre un sustrato, la luciferina. Dicha reacción genera bioluminiscencia y es el secreto de las luciérnagas".
La palabra luciferasa, como podemos comprobar en el diccionario Merriam-Webster, viene de la palabra latina lucifer que significa "portador de luz". En concreto, del latín luc-, que significa "luz", y de -fer, que significa "llevar" o "producir".
El uso de la bioluminiscencia en investigación científica es algo habitual. La reacción de la luciferina con la luciferasa produce luz, y esto se utiliza en experimentos como un marcador bioluminiscente que permite a los investigadores hacer de forma más sencilla muchos experimentos.
Un experimento de una patente de 2012 de Moderna utilizaba luciferina, sustancia que se usa en investigación científica
El origen del bulo es un tuit que incluye dos enlaces: uno dirige a una página de ScienceDirect sobre la luciferina y, el otro, a la información de Google sobre una patente. El tuit adjunta una captura del texto de esta patente en el que aparece la palabra "luciferina":
El tuit relaciona la vacuna contra la COVID-19 con esta patente porque, según la información de Google Patents, pertenece a la farmacéutica Moderna y fue registrada en 2012. Ojo, esta no es la patente de la vacuna. Las patentes empleadas para el suero de Moderna contra la COVID-19 las podemos consultar aquí y fueron registradas desde el año 2018 hasta el año 2020.
Lo que se estaba patentando en 2012 eran métodos para la "administración terapéutica de ácidos nucleicos modificados" como es el ARN mensajero (o ARNm) modificado, tecnología con la que se han producido las vacuna de Pfizer y Moderna contra la COVID-19.
En las páginas 98 y 99 de la patente es donde se menciona la luciferina. En concreto, en el ejemplo número 18, un experimento en el que se administró ARN mensajero modificado a ratones y en el que se utilizó luciferina y luciferasa. ¿Con qué finalidad? El catedrático de Microbiología Víctor Jiménez Cid nos explica que el objetivo de este experimento es probar que el método de administración de ARN mensajero modificado que se estaba patentando funciona.
Como hemos dicho antes, la luciferina es un sustrato que reacciona con la enzima luciferasa y genera luz. Así que lo que hacen en este experimento es, por un lado, inyectar al ratón el sustrato (la luciferina) por vía intravenosa. Por otro lado, le administran por varias vías el ARN mensajero modificado, que es el que se encarga de dar las instrucciones a las células para que produzcan la ezima (la luciferasa). Según Jiménez Cid, si aparece luz "en algún sitio del ratón" significa que las células han integrado las instrucciones del ARN mensajero y han producido la luciferasa.
De esta manera, según señala el microbiólogo, el experimento probaba que el método de administración que se estaba patentando funciona y que se podía aplicar para futuros casos en los que se administrara ARN mensajero, como es el caso de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna.
Javier Velasco, experto en biotecnología que forma parte de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO) y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica que la luciferina y lucifersa se utilizan desde hace muchos años en investigación científica para comprobar si un "sistema de transferencia de ácidos nucleicos" como es el ARNm está funcionando o no, entre otros usos. "La patente de Moderna, que describe la base metodológica para la transmisión de ácidos nucleicos y, en concreto el ejemplo 18 [del que hablamos], lo que muestra es que el método funciona en modelos animales", aclara Velasco.
La luciferina y luciferasa permiten disminuir el número de animales que se utilizan en experimentación científica
Según el experto Javier Velasco, el nivel de luz que se produce en experimentos con animales es "extremadamente pequeño" y sólo puede detectarse con equipos especializados. En este sentido, Manuel Fresno, investigador del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) y catedrático de Microbiología, apunta que la luz que se produce dentro del animal se puede monitorizar con un equipo no invasivo. "Este protocolo disminuye enormemente el uso elevado de animales de experimentación porque no hay que sacrificarlos (...) Este método esta entre los exigidos en la UE y EEUU en la ética de la experimentación animal para investigación en nuevas drogas", señala Fresno.
En cualquier caso, la luciferina no aparece en la lista de componentes de la vacuna de Moderna y todos los expertos a los que hemos consultado señalan que es un bulo. “Aunque la contuviera, poca utilidad ‘conspiranoica’ tendría, porque requeriría de la presencia de la enzima luciferasa y de que nuestro organismo contuviera la información genética para codificar esa enzima y la expresara”, afirma Salvador Bergoñón Fuster, maldito experto en investigación clínica y epidemiológica y profesor en el departamento de Farmacología de la Universidad de Barcelona.
Desde Maldita.es hemos consultado por este tema a la farmacéutica Moderna pero no hemos obtenido respuesta al término de este artículo.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes l@s maldit@s Javier Velasco y Salvador Begoñón Fuster.
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