Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, es el protagonista de decenas de contenidos con desinformación que utilizan su nombre y el de personas cercanas para decir que están despilfarrando el dinero que reciben de Occidente con el fin de hacer frente a la invasión rusa iniciada en febrero de 2022, en bienes mayoritariamente de lujo: como mansiones, casinos o yates, para su propio beneficio.
Los mismos bulos, con esta misma narrativa, se repiten en áreas geográficas totalmente diferentes desde Europa del Este hasta América Latina, pasando por España, y se adaptan a distintos idiomas y formatos. En varios de ellos, además, hay evidencias de que son impulsados por Rusia, al estar relacionados con las plataformas donde frecuentemente difunden sus contenidos, como medios estatales o embajadas en diferentes países.
Uno de los bulos identificados por esta investigación y que refuerza esta narrativa, lo puso en circulación una página web nigeriana que un estudio de la Universidad de Clemson señala como un instrumento para impulsar la desinformación generada por Rusia. Ese estudio describe un patrón habitual en las campañas de desinformación rusas: una web aparentemente periodística publica un artículo desinformativo contra Zelenski, su esposa o Ucrania, varias cuentas de distintas redes sociales, algunas con escasos seguidores o recientemente creadas, se hacen eco del artículo citando esa web como fuente y el bulo gana así viralidad. Cuando pretenden darle más difusión, lo mencionan canales como RT (cadena internacional de noticias financiada por el Estado ruso, suspendida en Europa, junto con otros canales rusos por la Comisión Europea tras el inicio de la guerra) o la cuenta oficial de alguna embajada rusa y así consigue una difusión más amplia y la dota de credibilidad entre un sector del público.
Esto es lo que el Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS por sus siglas en inglés), llama FIMI (Manipulación e Interferencia de Información Extranjera), definida como “actores extranjeros que participan en actos intencionales, intentos estratégicos y coordinados para manipular hechos, confundir, sembrar división, miedo y odio”. A nivel internacional, según el organismo europeo, uno de los objetivos de la FIMI es socavar el apoyo a Ucrania, sembrando dudas sobre quién es el agresor y explotando temas sensibles para la Unión Europea como la migración y refugiados, el encarecimiento del coste de la vida y el gas, entre otros.
El caso de Zelenski y el despilfarro de los recursos de Occidente muestra, con evidencia, cómo las embajadas de Rusia en diferentes países usan las cuentas de redes sociales, como X (antes Twitter) para amplificar contenidos desinformativos difundidos anteriormente por páginas web a las que llaman “medios de comunicación” que publican la desinformación en inglés o en francés y así llegar a públicos internacionales.
Los contenidos identificados a través del sistema centralizado no siempre se difunden en simultáneo en todos los países. La herramienta compartida nos ha permitido identificar que en algunas ocasiones el contenido se viraliza primero en Ucrania y en los países más próximos a este como Georgia o Lituania, y posteriormente se hace viral en países de habla hispana como España o México. También hemos identificado que hay ciertos contenidos relativos a la guerra, como el de la imagen falsa tomada en Tayikistán en 2017 que se hizo viral casi al mismo tiempo en Ucrania y países de América Latina como Argentina.
De un casino en Chipre a una mansión en Reino Unido: la ruta de los bulos sobre los gastos de Zelenski
El 5 de junio Myth Detector, en Georgia, identificó y verificó una desinformación que acusaba al presidente de Ucrania de gastarse el dinero de Occidente en bienes de lujo. El bulo afirmaba que Volodímir Zelenski había comprado el hotel Vuni Palace, un hotel-casino en Kyrenia, Chipre. Kyrenia es una ciudad ubicada en la costa norte de Chipre. Esta región forma parte de un área ocupada por Turquía desde 1974, en la que se declaró de forma unilateral en 1983 la República Turca del Norte de Chipre (TRNC), únicamente reconocida por Turquía.
El vídeo en el que se hablaba de la supuesta compra del casino por parte del presidente ucraniano lo difundió odatv.com, un portal de Turquía, el 1 de junio de 2024, indicando que Zelenski había adquirido el hotel-casino a través de la sociedad Film Heritage Inc. Según publicó The Guardian en 2021, el nombre de Zelenski apareció en los Pandora Papers por tener la sociedad “Film Heritage”, registrada en Belice y cuyas acciones habría traspasado a una persona cercana unas semanas antes de ocupar el cargo de Presidente de Ucrania.
Pero este contenido no aporta pruebas. Además, el hotel ha negado la venta mediante un comunicado en el que afirman que “no existe transmisión de acciones ni transmisión de negocios bajo ninguna circunstancia”. Por su parte, odatv.com retiró el contenido. La Embajada de Ucrania en Chipre también desmintió la compra de tal propiedad por parte del presidente ucraniano.
Los verificadores Teyit, de Turquía, miembros de la red europea de verificadores (EFCSN) ya han desmentido otros contenidos publicados por ese mismo portal de Turquía en otras ocasiones, como que no comer carne no detendrá la crisis climática y otras desinformaciones publicadas por su fundador Soner Yalçın en su libro Black Book.
Según indica Snopes, el bulo fue amplificado por una cuenta en X (anteriormente Twitter), Aussie Cossack, que se describe a sí misma como un "agente extranjero registrado para Sputnik News", una agencia de medios rusa controlada por el estado. Para dar credibilidad al bulo, en el vídeo que se comparte y que lleva el logo de odatv, se suplanta la identidad del hotel con una web que utiliza imágenes de la página oficial de Vuni Palace y fue creada a finales de mayo de 2024. Esta desinformación, que también circuló en Grecia, fue difundida en redes sociales por políticos del país como el europarlamentario del grupo de los Conservadores y Reformistas europeos, Emmanouil Fragkos, según publicaron los verificadores Greece Fact Check.
El bulo en cuestión es un ejemplo de campaña de desinformación transfronteriza: ha sido identificado mediante nuestro sistema centralizado en Ucrania, pasando por Georgia, España, Lituania y México.
Esta no es la única de las desinformaciones que conforman la narrativa de que Zelenski se está gastando el dinero que recibe de Occidente desde el inicio de la invasión rusa. En diciembre de 2023 la unidad de verificación de la cadena británica BBC (BBC Verify) explicaba cómo otra desinformación que acusaba al presidente ucraniano de haber comprado un yate. Este tema fue objeto de discusión de los miembros del Congreso de los Estados Unidos mientras tomaban “decisiones cruciales sobre el gasto militar”.
En abril de este año, Delfi, en Lituania, también desmintió que la madre del presidente de Ucrania se hubiese comprado una villa en Egipto por un valor de cinco millones de euros y que hubiesen matado al reportero que “destapó el escándalo”. En enero, Myth Detector, de Georgia, desmintió las desinformaciones que apuntaban a que Zelenski había comprado una villa cerca de Berlín por ocho millones de euros que anteriormente pertenecía al ministro de Propaganda nazi de Alemania, Joseph Goebbels. Factchequeado, el verificador dirigido a hispanohablantes en Estados Unidos, también desmintió que el presidente ucraniano se hubiese comprado una casa en Florida o hubiese recibido la ciudadanía estadounidense.
En el mismo mes también circuló el bulo de que Zelenski se había comprado una mansión perteneciente al rey Carlos III en Gloucester, al suroeste de Inglaterra, por 20 millones de libras. Según este contenido, difundido por la Embajada de Rusia en Sudáfrica, la supuesta compra es algo de lo que se habían hecho eco “medios británicos”, y cita a “The London Crier”, un sitio web que fue creado el 26 de marzo de este año, apenas 6 días antes de que la Embajada de Sudáfrica lo mencionase como principal fuente de información de la supuesta compra y le atribuyese la categoría de “medio” de comunicación. Lo publicó el 5 de abril de 2024 y se difundió en otros idiomas y países como Grecia, España o Irlanda, lo que indica que una publicación de una desinformación en un canal oficial puede ayudar a su viralización. Antes que la embajada ya le habían dado difusión perfiles en redes sociales con un alto número de seguidores, como Maria Dubovikova.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y la Mancomunidad de Naciones del Reino Unido respondió a Maldita.es que “Highgrove continúa siendo propiedad del Ducado de Cornualles, y por tanto sirve a las actividades públicas, de caridad y privadas del príncipe de Gales y su familia” y añadió que no iban a contestar “cada una de las teorías conspirativas sin fundamento de Rusia” y que “son un sinsentido”.
Según el verificador Snopes, el contenido difundido por “The London Crier” cita un vídeo de un supuesto agente inmobiliario cuyo canal de YouTube también fue creado apenas unas semanas antes, en febrero de 2024.
“The London Crier”, página que actualmente está inactiva, tiene características similares a una serie de cabeceras de supuestos periódicos que aparecieron en Estados Unidos hace unos meses (D.C. Weekly, the New York News Daily, the Chicago Chronicle…) y que intentaban hacer creer a la población de que son medios locales históricos, para así darle credibilidad “y difundir propaganda rusa”, explicaba The New York Times.
Desinformación puesta en circulación en África y amplificada al resto del mundo a través de medios estatales y embajadas
Otra desinformación transfronteriza detectada a través de la metodología y sistema centralizado que usan los ocho países que forman parte de este proyecto sigue la narrativa del supuesto despilfarro de la ayuda que llega de Occidente pero esta vez dirigida a su pareja, Olena Zelenska. Es un contenido que lleva meses circulando. Su difusión ha sido muy similar al bulo de la compra de la mansión en el Reino Unido: se publica en una página web, se amplifica con usuarios en redes sociales y finalmente lo comparte una embajada rusa citando a la página web como fuente.
“La esposa de Zelenski se gastó un millón de dólares en joyería” en una visita a Nueva York en septiembre de 2023, dice un vídeo de una supuesta empleada de la tienda de joyas Cartier de la ciudad norteamericana, asegurando que Zelenska, tras la compra, pidió que la despidieran. La supuesta dependienta también adjunta un recibo del 22 de septiembre, pretendiendo demostrar que Zelenska compró en la tienda y gastó una suma considerable en artículos de lujo de oro blanco.
Fue difundido en páginas web del continente africano como The Nation y posteriormente amplificada por desinformadores en otros países e idiomas. Lo explica la Universidad de Clemson en un estudio. La desinformación sobre Zelenska y la supuesta compra en Cartier en Nueva York, sugiriendo que se estaba gastando el dinero de Occidente empezó a circular el 4 de octubre, según el informe. “Durante varios días, la historia se movió en plataformas en diferentes idiomas, reuniendo miles de publicaciones y millones de visitas”, explican.
El vídeo, añaden, “apareció por primera vez el 2 de octubre en NetAfrique.net, una página en francés basada en Burkina Faso”. En cuestión de horas, indican, “aparecieron variaciones de la historia en al menos cuatro sitios web adicionales basados en África, incluidas páginas en inglés tanto en Ghana como en Nigeria. Todas las versiones de la historia incluían un enlace al vídeo” de la supuesta empleada, siendo esta “la única evidencia ofrecida” para validar la historia. La primera versión en inglés de la historia se publicó en el sitio nigeriano The Nation.
La amplificación pasó posteriormente, según los investigadores de la Universidad de Clemson, a páginas web rusas, entre el 4 y el 5 de octubre, llegando a publicarse este día en Russia Today (RT) y Lenta.ru, todas ellas “haciendo referencia a la historia que apareció en The Nation, de Nigeria, como fuente original”. Por último, entró de nuevo otra embajada, la Embajada de Rusia en el Reino Unido.
Las supuestas pruebas que aporta la mujer del vídeo, el recibo de la supuesta compra, desmonta el bulo. Este tiene como fecha 22 de septiembre de 2023. Sin embargo ese día la primera dama de Ucrania no pudo estar en Nueva York, ya que junto a su marido visitó Ottawa, Canadá, donde se reunió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Según explicaba StopFake, no hay constancia de que ese día o el día anterior la pareja estuviese en Nueva York, sino Washington, desde donde volaron a Canadá el 21 por la noche, como puede verse en diversas publicaciones de medios de comunicación del país. Horas antes, el 21 de septiembre, Olana Zlenska visitó la Universidad Georgetown, en Washington, como publicó la propia universidad en su página web y ella misma en sus redes sociales.
Desde que el vídeo fue difundido por primera vez el 2 de octubre en las páginas de Burkina Faso y Nigeria, hasta que lo publicó RT, cuentas anónimas entraron a compartirlo y darle difusión. Según los investigadores, “tienen elementos propios de cuentas falsas”. Además de cuentas anónimas, el estudio señala que también fue compartido por influencers como @LordBebo, una cuenta de influencia de derecha en X (Twitter).
Las campañas de desinformación del Kremlin en países africanos están siendo ampliamente estudiadas por académicos e instituciones, como el Centro Africano de Estudios Estratégicos. “Rusia sigue siendo el principal proveedor de desinformación en África y patrocina 80 campañas documentadas dirigidas a más de 22 países. Esto representa casi el 40% de todas las campañas de desinformación en África”, indican en uno de sus estudios.
La desinformación que acusa a Olena Zelenska de despilfarro de dinero en joyas fue desmentida entre octubre y noviembre de 2023 por StopFake, en Ucrania, y Delfi, en Lituania, entre otros verificadores, cuando se hizo viral. No obstante, a través de la base de datos común hemos podido comprobar que vuelve a circular en diferentes idiomas y países, habiéndose convertido en un bulo transfronterizo que se sigue moviendo.
Tampoco es la primera vez que aparecen desinformaciones acusando a Olena Zelenska de despilfarrar dinero en objetos de lujo. A finales de 2022 se viralizó una imagen manipulada en la que aparecía en un jet privado ostentando vestimenta y joyas de marca. No obstante, era un montaje basado en un foto original del influencer de las criptomonedas Richard Heart, como explicó Myth Detector, la unidad de verificación de Media Development Foundation, en Georgia.
Despilfarro de recursos enviados por Occidente para los combatientes de la guerra
Las narrativas del supuesto despilfarro de Zelenski no sólo están dirigidas al lujo y el disfrute, podemos encontrar otra vertiente que apunta a los recursos de la guerra. Una de ellas, que ha circulado en Lituania y Ucrania señala que Ucrania vendió, con la ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional “alrededor de un millón de litros de sangre donada y enviada desde el extranjero” que fue recolectada con el pretexto de ayudar a los soldados heridos de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Este contenido fue verificado por StopFake, quienes explican que “se basa en el testimonio de una supuesta 'fuente anónima' que dice ser cercana al Ministerio de Salud de Ucrania”, y que lanza estas declaraciones sin aportar prueba alguna. Además, añaden, en Ucrania, la exportación de sangre de donantes está prohibida por ley y sólo se permite la venta en el extranjero de medicamentos basados en él, como la albúmina y la inmunoglobulina. Durante la ley marcial, existen una serie de restricciones relacionadas con la exportación de estas materias primas para que, en una situación de escasez repentina, sea posible reponer los fondos rápidamente, explican.
Por último, indican, las cifras que aportan “un millón de litros”, no son cifras que se correspondan con los datos que se tienen de donaciones de sangre en el país: según la organización DonorUA, a la que el contenido que circula acusa de vender sangre en el extranjero, en 2023 los ucranianos donaron alrededor de 7.000 litros.
También se ha hecho viral en el mes de abril, desde Ucrania a América Latina, un bulo que afirmaba que “los partisanos ucranianos descarrilaron un tren con equipamiento militar de la OTAN”. Sin embargo, la imagen que acompañaba al contenido no fue tomada en Ucrania, sino en Tayikistán, en 2017, tal y como verificó Chequeado, en Argentina y StopFake, en Ucrania. Usar imágenes tomadas en otro lugar y/o en otro año es una de las tácticas más usadas en los contenidos que han circulado sobre la guerra en Ucrania.
Campañas de desinformación amplificadas por las embajadas de Rusia
Dar categoría de medio de comunicación a páginas web que no lo son, en muchas ocasiones creadas días antes de la publicación de desinformación, publicar el contenido en inglés para tener un mayor alcance y usar medios estatales, embajadas y usuarios de redes sociales con un gran número de seguidores para darle una amplia difusión, son las tácticas más comunes en las campañas de desinformación identificadas en esta investigación.
En estas campañas de desinformación bajo la narrativa de que Zelenski y sus familiares se están gastando el dinero de Occidente en bienes de lujo responden en muchos de los casos a un patrón común para su amplificación: la participación de las embajadas rusas en territorios como Sudáfrica y Reino Unido.
El uso de páginas web con aspecto similar o suplantando a medios de comunicación es una práctica habitual usada para dar credibilidad a la desinformación. Un ejemplo es la operación Doppelganger, identificada en 2022, una campaña que utilizó más de cincuenta dominios que se hacían pasar por medios de comunikcación existentes, es decir los suplantaban en Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido, Estados Unidos, Ucrania, Letonia, Lituania y Estonia.
Esta característica transfronteriza también la han señalado diversos fact-checkers y organizaciones de investigación con fuentes abiertas (OSINT, por sus siglas en inglés) con la operación Overload, cuyo principal objetivo es cargar de trabajo a los investigadores de desinformación y fact-checkers, lo que obliga a los expertos a trabajar horas extra para verificar y desacreditar contenido desinformativo, específicamente elaborado y difundido para dirigirse a ellos.
Algunas de las desinformaciones que hemos identificado mediante el sistema han circulado en varios países al mismo tiempo, sin embargo no todos los verificadores han publicado el fact-check en sus páginas web para no amplificar algo que no es lo suficientemente viral. Este es otro objetivo de la operación Overload: intentar aprovechar a estos profesionales para amplificar las afirmaciones falsas de la operación a través de desacreditaciones y llegar a un público más amplio”, explican.
Esta investigación se ha llevado a cabo siguiendo una metodología que incluye una escala de valores de riesgo de que un contenido sea parte de una campaña de desinformación, de acuerdo con los siguientes criterios: canales donde se ha difundido la desinformación, países en los que ha circulado un mismo contenido desinformativo, plataformas en las que se ha compartido y narrativas identificadas.
¿Quiénes participan en este proyecto?
Este proyecto colaborativo, financiado por la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, NED) pretende mejorar las capacidades tecnológicas para la detección, análisis y clasificación de la desinformación de las organizaciones de fact-checking de Europa del Este y Eurasia: StopFake (Ucrania), Media Development Foundation (Georgia) y Delfi (Lituania); mientras que permite la interconexión con otras organizaciones de América Latina: Chequeado (Argentina), La Silla Vacía (Colombia); EsPaja (Venezuela) y Animal Político (México) y España (Maldita.es) para el estudio de la circulación de la desinformación.
¿Cómo sabemos que un contenido circula al mismo tiempo en varios países?
Maldita.es ha diseñado un sistema centralizado que actúa como repositorio mediante el cual los verificadores de Ucrania, Georgia, Lituania, además de Maldita.es, pueden enviar los contenidos que reciben por sus respectivos chatbots o aquella que identifican en internet, de acuerdo con la metodología establecida para este proyecto. Si el contenido circula en un país o más, se envía una alerta al resto de países para que comprueben si la desinformación circula en esos países y en caso afirmativo lo señalan en el sistema compartido. Que una desinformación haya sido vista en un país no necesariamente significa que la organización de fact-checking publique la verificación, ya que puede no haber sido lo suficientemente viral.