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MALDITA TECNOLOGÍA

Vision Pro y otras gafas de realidad mixta: riesgos físicos si se usan en situaciones indebidas y dudas sobre la privacidad de nuestros datos personales

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Claves
  • Las Vision Pro son unas gafas de realidad mixta que permiten incluir elementos virtuales con los que podemos interactuar en un entorno físico, como en nuestro salón 
  • En redes sociales se han viralizado vídeos usando este dispositivo en contextos peligrosos, como conduciendo un coche, patinando o nadando en una piscina
  • Hay dudas sobre si estas gafas violan la privacidad de los usuarios al registrar sus movimientos corporales y datos biométricos, pero Apple asegura que aplicaciones de terceros no tienen acceso a esta información
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El 2 de febrero de 2024 la compañía Apple lanzó en Estados Unidos las Vision Pro: unas gafas de realidad mixta que permiten interaccionar con elementos virtuales en un entorno real. No son las únicas que ofrecen esta experiencia, pero desde su lanzamiento se han viralizado vídeos en redes sociales haciendo un uso que Apple no recomienda y que puede ser peligroso para los usuarios, como cruzar la calle, conducir o nadar.

Además de riesgos físicos, hay dudas sobre cómo este tipo de gafas pueden vulnerar nuestra privacidad por la gran cantidad de datos personales que recogen. Por si has pensado en hacerte con unas gafas parecidas, detallamos cómo funciona la tecnología detrás y qué información pueden recabar sobre nosotros para que puedas tomar una decisión informada. También ojo a los contenidos que circulan en redes en los que se exageran las capacidades actuales de estas gafas, como detallamos aquí.

@superr_777 Apple vision pro has arrived🤯 Credit: Casey Neistat #future #increible ♬ original sound - Super

Las gafas de realidad mixta mezclan imágenes de nuestro entorno y elementos virtuales con los que podemos interactuar

Las Vision Pro utilizan la tecnología de realidad mixta (que Apple denomina “computación espacial”): una combinación de realidad virtual (elementos digitales con los que podemos interactuar en un entorno virtual) con realidad aumentada (la superposición de elementos digitales con la visión del mundo físico con los que no se puede interactuar). 

La diferencia está en que en la realidad mixta podemos ver elementos digitales en un entorno físico e interactuar con ellos, como moverlos de un lugar a otro. Por ejemplo, podemos añadir monitores flotantes en nuestro despacho o temporizadores en nuestra cocina.

Fuente: Intel.

No son las primeras gafas de este tipo que se lanzan al mercado. Las Meta Quest o las HTC Vive Pro también ofrecen experiencias similares, pero más enfocadas a la realidad virtual. Las Vision Pro están diseñadas alrededor de la realidad mixta, por lo que pueden registrar lo que sucede a nuestro alrededor y nos permiten interactuar sin necesidad de usar otros periféricos. Para ello se valen de diferentes procesadores, cámaras, micrófonos y sensores que registran nuestros gestos y el movimiento de nuestros ojos. 

Usar estas gafas en situaciones no adecuadas como conduciendo o cruzando la calle puede suponer un peligro físico

Aunque estas gafas pueden tener aplicaciones útiles, también pueden suponer un riesgo si no se usan adecuadamente. A las pocas horas de su lanzamiento las redes sociales se han inundado de imágenes utilizando las Vision Pro en contextos que pueden ser peligrosos para los usuarios, como cruzar un paso de peatones, conducir un coche con piloto automático (que siempre requiere de supervisión humana) o nadar en una piscina. Apple incide en no usar las gafas en entornos no controlados, conduciendo o cerca del agua y detalla que si se apagan el usuario no podrá ver su entorno.

Hay dudas sobre la privacidad de estas gafas y la cantidad de datos personales que pueden recoger

El riesgo no es sólo a nivel físico, existen dudas sobre la privacidad de este dispositivo. Al igual que otros dispositivos conectados a internet, las Vision Pro cuentan con sensores de profundidad, micrófonos y cámaras que registran en todo momento dónde nos encontramos y qué movimientos hacemos, incluido el pestañeo de nuestros ojos. Según Geoffrey A. Fowler, periodista tecnológico de The Washington Post, estas gafas “recogen más datos que cualquier otro dispositivo personal que haya visto”

Jorge Louzao, experto en ciberseguridad y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, coincide con The Washington Post y señala que “no es un riesgo, son todos los riesgos posibles”. “Un cacharro que va grabando y fotografiando todo, que identifica los objetos que tienes dentro de casa… Si hablamos de que sean invasivas, esto deja a las Ray-Ban de Meta [unas gafas con cámara integrada] muy por detrás”, apunta el experto, que compara que es un caso similar al de Microsoft Hololens. 

Una de las principales preocupaciones gira en torno a la información que pueden recolectar sobre nuestra casa y espacios privados, como puede pasar como cualquier otro dispositivo de estas características. No sólo es capaz de reconocer la disposición de elementos de nuestro salón y realizar un mapa sobre la distribución de nuestro hogar, sino que se podría hacer con información sensible, como si consumimos ciertos medicamentos o si contamos con determinados objetos (una televisión de alta gama, una silla de ruedas…), señalan los expertos consultados por The Washington Post.

Otra de las funciones de las Vision Pro es capturar nuestros movimientos corporales, información que se podría usar para identificarnos según la manera en la que nos desplazamos o detectar si tenemos algún tipo de discapacidad motora. Datos que también recogen otro tipo de gafas de realidad virtual como Meta Quest 2, que suspende el análisis de privacidad de Mozilla. Los sensores de las Vision Pro también pueden capturar el movimiento de nuestros ojos, necesario para poder navegar a través de la interfaz usando sólo nuestra vista. 

Las Vision Pro también hacen uso de nuestros datos biométricos (información personal como nuestras huellas dactilares que no podemos modificar). Cuando iniciamos el dispositivo por primera vez nos pedirá escanear nuestros rasgos faciales para crear una Persona: una representación virtual de nosotros mismos que podemos emplear en videollamadas virtuales con otras personas. Con estas gafas Apple también ha introducido Optic ID, un sistema de identificación biométrica a través del reconocimiento de iris, un dato muy sensible que también recogen otras compañías como Worldcoin.

Apple asegura que estos datos se procesan dentro de las gafas y que otras aplicaciones no pueden acceder a ellos

Según Apple, el procesado de la cámara y de los sensores se hace a nivel de sistema, es decir, que el dispositivo se encarga de traducir nuestros movimientos y gestos en acciones sin que la aplicación reciba imágenes de nuestro entorno o la posición de nuestras manos. Puede haber casos en los que las aplicaciones sí que nos soliciten acceder a este tipo de información, pero siempre nos deben pedir permiso para ello y nos podemos negar. 

Louzao destaca que Apple sí puede recoger estos datos, y que de hecho las apps necesitan cierta información del usuario para poder funcionar. Apple incide en que tampoco recibe los datos sobre el movimiento de nuestros ojos, sólo procesa nuestras elecciones dentro del sistema.

La compañía también asegura que los datos sobre nuestro iris están “cifrados y protegidos” con una clave a la que únicamente puede acceder Secure Enclave, el subsistema de seguridad de los dispositivos Apple que procesa información personal en un procesador dedicado, aislado del procesador principal del dispositivo. 

Este elemento ya está incluido en dispositivos iPhone y Macbook para tratar con otros datos biométricos como la huella dactilar, el conocido como TouchID. “Los datos de un usuario registrados en Optic ID están encriptados, no son accesibles para las apps y nunca abandonan el dispositivo, lo que significa que no se guardan en los servidores de Apple”, asegura la compañía. Nos hemos puesto en contacto con Apple, pero no hemos obtenido respuesta a la hora de publicar este artículo.

TRANSPARENCIA: Maldita.es participa desde 2019 en el programa de verificación de datos externo de Meta.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Jorge Louzao, experto en ciberseguridad.

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