Posiblemente lo hayas visto en las noticias en los últimos años: una obra de arte digital vendida por 69 millones de dólares, el primer tuit de la historia vendido por 2,9 millones y una columna del New York Times subastada por 475.000 euros. Lo último en España: un NFT del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales. ¿Qué nexo de unión hay entre ellos? Todos son tokens no fungibles (NFT, si cogemos las iniciales del inglés), archivos digitales que tienen una identidad única y un propietario definido.
El mercado de los NFT vivió un boom en 2021, pero comenzó a desplomarse un año después y en enero de 2024 podemos confirmar que, según los datos, la burbuja especulativa ha pinchado y en 2023 el 95% de ellos ya no tenía valor. Un ejemplo es ese NFT del primer tuit de la historia: cuando el comprador quiso revenderlo tuvo una oferta máxima de 280 dólares.
Cómo funcionan los NFT y qué tienen que ver con las criptomonedas
La duda es lógica: ¿para qué iba a querer alguien pagar tanto dinero por una columna que se puede consultar gratuitamente en internet o por poseer una cosa tan abstracta como un tuit o una foto digital?
Al final, todo es una cuestión de exclusividad. Los NFT utilizan la tecnología blockchain para certificar su carácter único y diferenciarse del resto de archivos digitales que hay en internet. Como ya te explicamos en este artículo, podemos imaginarnos el funcionamiento de blockchain como el de un bloc de notas guardado dentro de una caja fuerte. En este bloc se apuntan transacciones entre individuos y su contenido no se puede alterar. ¿Por qué? Porque sólo se pueda acceder a él y hacer un cambio si todos los participantes que escriben en documento se ponen de acuerdo para ello.
Así es como funciona, por ejemplo, el bitcoin. Tanto los NFT como las criptomonedas comparten forma de funcionar y de asegurar su autenticidad: toda una comunidad descentralizada (en el caso del bitcoin no es necesario que haya ningún banco central que las regule) comprueba las transacciones y da el OK cuando hay algún cambio en la libreta. Con los NFT ocurre igual.
¿Hay diferencias entre la moneda y una obra de arte única en formato digital que se venda a un coleccionista cualquiera? Sí, la hay. Lo explica de forma muy gráfica Laleh Samarbakhsh, profesora de Finanzas en la Universidad de Ryerson (Toronto) en este artículo de The Conversation.
“La principal diferencia entre los NFT y los bitcoins es el hecho de que los estos últimos son limitados y fungibles (se puede intercambiar un bitcoin con otro y ambos tienen el mismo valor y precio). Los NFT son únicos pero ilimitados y no fungibles (no hay dos obras iguales). Aunque los NFT pueden revalorizarse (al igual que los bienes inmuebles) no pueden intercambiarse por otro NFT”, explica la profesora.
De su valor como inversión en 2021 a la explosión de la burbuja
El mercado de los NFT vivió su auge en 2021, y en ese momento uno de los motivos del boom de estos archivos fue su capacidad para ser coleccionados y su supuesto valor como inversión. Es decir, aunque pueda resultar raro porque no estamos acostumbrados a verlo en formato digital, una obra de arte vendida en formato NFT es única y su precio puede aumentar en el futuro en función de la oferta y la demanda o del caché del autor. Tal y como ya ocurre en el mercado tradicional del arte.
En ese momento nos preguntamos si estábamos ante una moda pasajera o una burbuja que podía pinchar en cualquier momento. Según reconoció el artista Beeple (ese del que hablamos al principio que vendió una obra NFT por 69 millones de dólares) a la BBC, “personalmente sí que pienso que habrá una burbuja. Y podríamos estar en ella ahora mismo”. Para Samarbakhsh, la respuesta no estaba tan clara. A su juicio, el verdadero potencial de los NFT “aún está por descubrir”. “También está por ver si los grandes actores de la industria del arte, el diseño o la moda se lo creerán o no. Una cosa es segura: los NFT abrieron la puerta a la identificación y valoración de muchos artistas digitales y las funcionalidades del blockchain se utilizarán en las futuras valoraciones de muchos activos”, consideraba la profesora.
En 2024, podemos confirmar que la burbuja ha pinchado. Entre 2022 y 2023 el mercado de los NFT sufrió una caída del 90%, unido al desplome de las criptomonedas, según el Informe de Arte Online realizado por Hiscox, como recoge CincoDías. En 2023 el 39% de los compradores de arte veían el negocio como una burbuja especulativa, mientras que la mitad no le daba valor artístico a los NFT. Otro estudio reveló que el 95% de los tokens no fungibles que existen ya no tienen ningún tipo de valor económico.
*Hemos actualizado este artículo para incluir el NFT de Luis Rubiales y explicar la caída que se ha producido en esta tecnología en los últimos años. La primera versión del artículo puede consultarse aquí.
Primera fecha de publicación de este artículo: 01/04/2021