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MALDITA EXPLICA

Cómo podría afectar a la desinformación que se pague por verificar las cuentas en Twitter, según los anuncios de Elon Musk

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Obtener la verificación en Twitter, el famoso tic azul al lado del nombre que nos informa cuando una cuenta de interés público es auténtica, no es un trámite sencillo. O no lo ha sido, por lo menos, hasta la llegada de Elon Musk a la red social. Después de días de rumores y especulaciones, el magnate —que compró Twitter hace menos de una semana— ha comunicado en su perfil en la red social que, próximamente, se cobrará a los usuarios verificados. Será, en principio, una tarifa mensual de 8 dólares (unos 8 euros) que se adaptará al poder adquisitivo de cada país. Pagando, el usuario formará parte del servicio premium de suscripción de Twitter Blue, que actualmente está disponible en Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.

Este cambio en el sistema de verificación —del que muchos usuarios ya se han quejado, como el escritor Stephen King— puede traer una serie de problemas para luchar contra la desinformación en la plataforma. Os lo explicamos detalladamente a continuación.

Mayor dificultad para distinguir usuarios reales de quienes se hagan pasar por ellos

Hasta ahora, la etiqueta de verificación azul nos permitía identificar a las cuentas reales de periodistas, medios de comunicación o políticos, entre otros. Se diferenciaban, de esta forma, los usuarios auténticos de aquellos que usaban el mismo nombre, pero no lo eran. Ahora, si el sistema de verificación se supedita al pago y la persona no quiere pagar, podrá perder este distintivo y se volverá más complicado diferenciar la cuenta real de la cuenta falsa. Esto, teniendo en cuenta que todavía no conocemos al detalle qué mecanismos de verificación implementaría Musk para asegurar que no se den casos de suplantación de identidad. Es más, esto es algo que se le ha cuestionado en Twitter, y a lo que Musk ha respondido simplemente diciendo que “es algo que ya pasa con frecuencia”.

Actualmente, Twitter recoge en sus políticas los requerimientos para obtener la etiqueta de verificación. Entre ellos, que se pueda entregar algún tipo de documento identificativo o una muestra de trabajo que identifique que nuestro cargo es real. Por ejemplo, un periodista que pueda acreditar que trabaja en un medio porque adjunta a su solicitud algunos artículos que ha escrito o una prueba de su medio de comunicación.

The New York Times asegura haber obtenido acceso a documentos, notas y comentarios en plataformas internas de la compañía que “sugerirían” que los suscriptores a este nuevo programa “no requerirían” que se comprobase su identidad para obtener el distintivo: “Habría un período provisional en el que el tic permanecería tanto en las cuentas de los usuarios de Blues como los usuarios que previamente hubiesen sido verificados”, continúa relatando el periódico estadounidense.

Eso sí, el propio autor de la información avisa en su cuenta de Twitter que los movimientos dentro de la empresa son ahora “fluidos” y que cualquier cosa podría cambiar repentinamente, por lo que las noticias sobre el tema no son definitivas.

Los desinformadores con verificación ganarán credibilidad y, sobre todo, visibilidad

El tic azul se había asociado hasta ahora a tener cierta legitimidad y se otorgaba bajo unos criterios de la plataforma en los que había que acreditar diferentes cosas. Si se pone en marcha esta función, cabe la posibilidad de que algunos perfiles puedan pagar para acreditar su cuenta y utilizarla para propagar desinformación de forma más efectiva (una vez más, recordamos que a día de hoy no conocemos qué planes exactos tiene Musk para completar la verificación de identidad de los suscriptores a este nuevo programa).

En la misma línea, cabría la posibilidad de que alguien pudiera aprovecharse de las cuentas de aquellas personas o medios que no estén dispuestos a pagar por la verificación y publicar cosas en su nombre, lo que dificultaría que los usuarios diferenciaran la desinformación.

Estos perfiles ganarían, además, un plus de visibilidad en sus contenidos, según ha explicado el propio Musk en su cuenta de Twitter. Aquellos que tengan el tic azul tendrán “prioridad en respuestas, menciones y búsqueda”, algo que dice que es esencial para derrotar el spam. También, la posibilidad de publicar vídeos y audios “largos”, y ver la mitad de los anuncios. Dice que esto dará a Twitter una “fuente de ingresos” con la que “recompensar” a los creadores de contenido”.

Cuentas con apariencia de “un medio de comunicación”

La red social cuenta con miles de perfiles en activo, lo que complica que los usuarios puedan darse cuenta de que algunos que se identifican como medios de comunicación son, en realidad, cuentas desinformadoras. Un ejemplo puede ser el caso de ‘El Puntual 24h’ una cuenta que se comunica en ocasiones como si fuera un medio digital, pero que se dedica a propagar bulos y contenidos falsos sobre temas políticos con frecuencia y que hemos desmentido en más de 24 ocasiones. En Maldita.es hemos analizado muchas de estas desinformaciones, que, en su mayoría, intentan apelar a las emociones y crear una sensación de alarma sobre un tema de actualidad.

Esto también puede suceder en cuentas de supuestos medios de otros países, donde identificar qué es un medio y qué una cuenta desinformadora es todavía más difícil. 

Ahora, si obtienen el tic azul y lo acompañan de un nombre similar al de un medio real, será mucho más sencillo que los desinformadores puedan hacerse pasar por un medio de comunicación. Esto puede favorecer que obtengan cierta credibilidad e, incluso, se considere acudir a ellas como fuentes fiables de información

Cuidado con los desinformadores que se hacen pasar por "la voz del pueblo"*

Elon Musk asegura en uno de sus tuits que “la verificación generalizada democratizará el periodismo y empoderará la voz del pueblo”. Sin embargo, abrir la mano sin más a la hora de repartir la verificaciones puede resultar peligroso si no se establecen unos sistemas de control. Como hemos visto, hay cuentas desinformadoras que podrían aprovecharse del tic azul. Existen actores que se hacen quieren hacer pasar por “la voz del pueblo” pero lo que realmente buscan es propagar sus narrativas desinformadoras. Hacer que la verificación esté disponible para ellos haría que ganasen credibilidad e impacto para sus mensajes. Por eso, sería necesario poner en marcha protocolos que sirvan para detectar a estas fuentes que buscan contaminar los debates y no darles el tic azul. Si el filtro consiste en cobrar ocho dólares al mes, eso no serviría para lograrlo.

En su siguiente tuit, Musk afirma que: “Twitter necesita convertirse, con diferencia, en la fuente de información más precisa del mundo. Esa es nuestra misión”. El sistema de verificación podría ayudar a acercarse a ese objetivo, pero sólo si el tic azul se utiliza para señalar a las cuentas que publican información precisa y se establece un sistema para que las que cuentas que esparcen desinformación no puedan acceder a él.

Hay menos desinformación en las cuentas verificadas, pero cuando estas publican bulos tienen más repercusión, según las conclusiones de diferentes estudios

Al hablar de la credibilidad de los contenidos en Twitter los estudios consultados tienen en cuenta dos factores: por un lado, la fuente, la persona que los publica, y por otro, la cantidad de ‘me gusta’ o retuits que tiene ese contenido.

Si la persona que lo publica es conocida o nos resulta familiar, entonces le solemos dar más credibilidad, aunque el contenido nos haga dudar, tal y como concluye este estudio sobre la desinformación del COVID-19 en Twitter. O sea, que el contenido en cuestión llamará más la atención que si lo publicase alguien anónimo. Por ejemplo, si el tenista Novak Djokovic dice que no se fía de las vacunas, su declaración tendrá un mayor impacto que si lo dice una cuenta anónima. El proceso psicológico que atravesamos consiste en cambiar un proceso complejo como es tratar de comprender cómo funcionan las vacunas y cómo evaluar su riesgo por un proceso sencillo: ‘si lo dice un famoso, algo tendrá de razón’.

Los estudios reflejan que hay más desinformación en las cuentas no verificadas que en las que sí lo están, como explican también este artículo sobre la desinformación sobre el coronavirus en Twitter. Los tuits de perfiles sin verificar contenían más desinformación (31%) que aquellos publicados por cuentas con el tic azul (12,6%). Por lo que, al final, las cuentas verificadas son una pequeña minoría en lo que respecta a publicar información poco creíble. Son un 1,9% en Twitter y un 4,5% en Facebook, según otra investigación sobre desinformación en español. A pesar de su minoría, estas cuentas generan el 40% de los retuits en Twitter y casi el 70% de los compartidos en Facebook, lo que demuestra que su impacto a la hora de difundir el contenido es mayor.

También se le da credibilidad a los contenidos que tienen muchos ‘me gusta’ o muchos retuits. Si lo comparte mucha gente nos da la sensación de que estos lo respaldan y, entonces, tiene algo de verdad. Por ejemplo, otro estudio analiza una serie de vídeos de Youtube sospechosos de desinformar que se publicaron en Twitter. Los compartieron cerca de 800 perfiles verificados en la plataforma y se volvieron a compartir en un 35% de los casos.

*El 7/11/2022 se ha modificado este artículo para incluir nuevas afirmaciones de Elon Musk sobre la verificación en Twitter


Primera fecha de publicación de este artículo: 04/11/2022

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