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MALDITA TECNOLOGÍA

Países sin acceso a Internet o que deciden apagar la red: ¿cómo se controla esta conexión?

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¿Existen países en los que no haya conexión a Internet? ¿Qué pasa con aquellos en los que el gobierno decide “apagar” la red? A pesar de que podamos pensar que el acceso a Internet está mayoritariamente garantizado, todavía existen países en los que la penetración de la red es bastante baja o, a pesar de que exista la infraestructura, los ciudadanos no tienen acceso a la misma. 

Según datos de Statista a 2021, la penetración media a Internet en todo el mundo se sitúa en torno al 60%, pero las diferencias entre continentes son bastante acusadas. Por ejemplo, mientras que Europa occidental y el norte de Europa se sitúan entre el 93% y el 96%, África oriental tiene una tasa del 23% y África central del 26%, lo que implica que sólo uno de cada cuatro ciudadanos tiene acceso a Internet. 

En el Informe sobre el estado de la banda ancha de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (dependiente de la ONU) de 2015, se muestra como los países de estas áreas africanas son los más “desconectados” de la red global. Por ejemplo, en Eritrea, Somalia, Guinea o Burundi ni siquiera el 2% de su población utiliza Internet, mientras que Etiopía roza el 3%. 

Tal y como refleja el mismo informe en su edición de 2020, existe una correlación entre los países con menor desarrollo económico y el acceso a Internet de sus ciudadanos, lo que explicaría por qué estos países carecen de un número elevado de usuarios. En él, también señalan otro factor importante a la hora de favorecer la conectividad: la orografía de los países. Por ello, también señalan que, para solventar las dificultades para expandir la cobertura por estas zonas, en algunos casos desérticas, se debe aprovechar las conexiones vía satélite, como ya os hablamos en Maldita.es

Penetración de la fibra óptica por países. Fuente: Informe sobre el estado de la banda ancha de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Existe una relación entre el control gubernamental sobre la red y la libertad para acceder a ella

Sin embargo, también podemos ver el caso inverso: países con buena infraestructura para conectarse a Internet, pero cuyos gobiernos controlan el acceso a la misma, apagándolo o limitándolo según consideren. El Índice de Libertad en Internet que elabora cada año Freedom House, mide variables como los obstáculos de acceso, las limitaciones al contenido y las violaciones de los derechos de los usuarios. A más puntuación, más libertad para los ciudadanos en ese país. Los países con peores índices de libertad son China, que obtiene un valor de 10 sobre 100, e Irán, con un 16 sobre 100. 

China, por ejemplo, es el país con mayor número de usuarios conectados a Internet, con 1.011 millones de personas en 2021, lo que supone una tasa de penetración del 71%. Para Marina Ortiz Aguló, secretaria general de European Guanxi, una red de expertos en relaciones entre la Unión Europea y China, el elemento fundamental en el acceso a Internet en el país asiático es el Gran Cortafuegos (al estilo de la Gran Muralla), creado en el 2000 como “un gigantesco mecanismo destinado a restringir el contenido de Internet a los usuarios chinos, en su momento a algunas páginas, pero que luego se ha ido extendiendo”. 

Sitios como The New York Times, redes sociales como Facebook, Instagram o WhatsApp o motores de búsqueda como Google “son inaccesibles desde el país porque están bloqueados, salvo que se utilice una VPN, aunque estas herramientas están prohibidas y usarlas no es fácil”, explica la especialista a Maldita.es. No obstante, “los usuarios chinos tienen sus plataformas homónimas que emulan o mejoran las existentes en Occidente, ya sean plataformas de mensajería y redes sociales, como Youku o Weibo, motores de búsqueda como Baidu o la superaplicación WeChat, que concentra mensajería, intercambio de contenido, realizar pagos o pedir taxis”. 

Países que crean su propia red (y que no es el Internet que conocemos)

Otro caso, también asiático, es el de Corea del Norte. Tal y como se expone en esta investigación de la Universidad de Kansas, el régimen coreano, aislado política y económicamente del resto del mundo, también lo está en cuanto a Internet, aunque en estos últimos años se ha ido ampliando el acceso. El estudio muestra cómo este país es el “más restrictivo del mundo” en este sentido y cómo la política del Partido del Trabajo de Corea (el partido único que gobierna en la región) ha tratado de “ofrecer acceso limitado a la red a los visitantes extranjeros mientras restringe con mucha fuerza el acceso a las masas”. 

“El Internet de Corea del Norte no es el que nosotros conocemos como tal, sino una intranet coreana que limita el uso a sus ciudadanos para su acceso, que se denomina ‘Estrella brillante’ (Kwangmyong, en coreano)”, apunta Ortiz, que añade que “aunque sea un sistema cerrado, tampoco es accesible a la mayoría de la población sino que mayoritariamente está enfocado a los trabajadores de oficina, universidades y cibercafés en Pyongyang y otras dos ciudades importantes del país”. Al igual que en China, el gobierno también prohíbe y controla el tráfico hacia páginas “no permitidas”. 

Irán, el segundo país con peor puntuación en el Índice de Libertad en Internet, también es conocido por realizar apagones totales a su red, además de censurar sitios web que considere “peligrosos”. Sin ir más lejos, en noviembre de 2019, mientras se sucedían manifestaciones en las calles, el gobierno decidió desconectar totalmente el acceso a Internet en el país, para intentar evitar la difusión y organización de estas protestas.   

Otros países como Turquía también han aprobado leyes estatales que permiten al gobierno nacional cerrar e impedir el acceso de los usuarios a las páginas webs que consideren, una cuestión que desde organizaciones como Reporteros Sin Fronteras entienden como la “legalización de la censura en Internet y en las redes sociales”. También Rusia tiene aprobada legislación en este sentido, pues el objetivo de este país es crear una Internet soberana” para tener su propia red aislada de la del resto del mundo.

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