Para hacer o recibir cualquier pago con bitcoins es necesario tener una cartera específica para ello. Haciendo la comparación con el dinero tradicional, este monedero virtual haría la función de cuenta bancaria: compartiendo un código identificador puedes hacer que otra persona te ingrese criptomonedas desde su cuenta personal.
Aunque ya nos habéis preguntado alguna vez cómo funcionan las transacciones de bitcoin, basadas en ese concepto tan de moda como blockchain, en esta ocasión vuestra duda está centrada en un caso muy específico, el del fallecimiento del titular de uno de estos monederos.
Lo primero que hay que saber es que este tipo de carteras digitales funcionan con dos claves: una privada, que es la que el usuario utiliza para gestionar su patrimonio de criptomonedas, y otra pública, que es la que cede a terceras personas para realizar las transacciones. Para abrir una de estas cuentas es necesario aportar varios datos personales como nombre y apellidos, email, número de teléfono o dirección.
Esta clave privada es intrasferible y debe guardarse en secreto. Si se hace pública, el resultado es algo similar a dejar tu tarjeta de crédito en mitad de una plaza con el código pin pegado en un post-it.
Si una persona muere sin haber dejado ninguna copia de esta clave privada o sin especificar en su testamento quienes serán los herededos de sus bitcoin, la gestión se complica y será muy difícil recuperar el dinero.
El primer paso sería ponerse en contacto con la plataforma que está ofreciendo el servicio. Hay muchísimas y cada una ofrece una fórmula diferente. Tal y como explican en esta guía de la Oficina de Seguridad del Internauta, puedes gestionar el monedero a través de un software que se instala en tu ordenador, desde el propio navegador o desde una aplicación móvil.
También se han popularizado los monederos físicos, que son casi idénticos a un pendrive o disco duro y que añaden una capa extra de seguridad al proteger tu clave privada sin necesidad de depender de servidores externos que pueden ser hackeados.
Lo mejor para que no se pierdan, dejar la clave privada en manos de una persona de confianza
Desde Coinbase, uno de los servicios más populares de monederos de criptomonedas, explican a Maldita.es que la fórmula más fácil para recuperar los bitcoin de una persona fallecida es que esta haya dejado su clave privada en manos de una persona de confianza. De otro modo, acceder a la cartera se volvería casi imposible.
“Los fondos de un monedero bitcoin sólo son accesibles para quien tenga la clave privada. Si los descendientes tienen esta clave privada podrán recuperar los fondos. Si no, suelen ser inaccesibles”, afirman.
Las plataformas pueden tener (o no) una política para reclamar bitcoins de un familiar fallecido. Coinbase, por ejemplo, ofrece la posibilidad siempre y cuando dispongamos de varios documentos oficiales: el certificado de defunción, testamento y la identificación legal de las personas beneficiarias del saldo de bitcoin.
Como ya te contamos en este artículo sobre la gestión de los perfiles sociales de personas fallecidas, para agilizar cualquier trámite relacionado con el mundo digital es conveniente haber dejado ante notario las órdenes precisas sobre qué hacer con cuentas y contraseñas. Dejar en un documento oficial los pasos a seguir en este testamento digital también ayudará a la hora de justificar ante las plataformas que eres el heredero designado por la persona fallecida.