Uno de los temas por el que más nos preguntáis es el de la privacidad. La navegación segura o anónima es uno de los temas que más os preocupan y, en este sentido, nos habéis hecho llegar una pregunta sobre las redes VPN.
¿De qué se trata? El nombre hace referencia al anglicismo virtual private network (red privada virtual), una herramienta que permite que “otro ordenador haga de intermediario entre el nuestro y la conexión que queramos realizar, estando conectados a él de forma privada”, sintetiza nuestra maldita Mar Arribas, que trabaja en el campo de la ciberseguridad y la ingeniería informática.
Al utilizar una VPN, por tanto, utilizamos un intermediario que ‘enmascara’ nuestra conexión a internet y nos permite navegar con un mayor grado de anonimato.
“Supongamos que queremos conectarnos a example.com. Sin una VPN, nuestro ordenador se conectará directamente a esa página web. Aunque la conexión esté cifrada (HTTPS), no lo está el destinatario y remitente de las comunicaciones. Por lo que otros individuos o organizaciones podrían saber maliciosamente que estamos accediendo a example.com. Con una VPN, enviaremos a ese ordenador intermedio la petición de conectarnos a example.com, y será este quien realizará la conexión y nos remitirá el resultado”, ejemplifica la experta.
Haciendo este simple proceso, la página de destino no sabrá quién ha pedido acceder a sus servidores y, además, en caso de que una tercera persona intercepte nuestra conexión tampoco sabrá que hemos accedido a este portal “porque todos los mensajes los enviamos al ordenador intermediario”.
Una vez entendido esto, es hora de decantarse por alguna VPN. ¿Todas son iguales? ¿Si me conecto a través de una gratuita, puedo estar poniendo en riesgo mi seguridad?
Echamos mano de una guía del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) en el que tratan el tema de las VPN. El primer consejo que ofrecen es, en esencia, extrapolable al uso de otros servicios en internet: sentido común.
Investiga la VPN que descargues y su gestión de tus datos
Así lo detalla el documento: “Antes de confiar en una VPN investiga sobre ella. Consulta quién la ofrece, las condiciones del servicio, su funcionamiento, su rendimiento, etc. Vas a poner todo tu tráfico en sus manos”.
Dentro de esta investigación debes comprobar qué permisos de acceso le estás dando al programa, el cifrado de extremo a extremo o que los servidores de la empresa proveedora estén en Europa. Como te explicamos en este artículo, en la UE las garantías para el tratamiento de tus datos personales es mayor que en otras partes del mundo.
Arribas también incide en la necesidad de informarnos sobre el proveedor del servicio. “Al hacer de intermediario, tiene la capacidad de guardar información privada sobre nuestra navegación o incluso alterar los resultados que nos devuelve. Por ejemplo, añadiendo publicidad o malware a las páginas webs. Esto es más probable cuando la VPN es gratuita, ya que puede ser su forma de negocio”, concluye.
También cabe destacar que aunque usemos una red VPN nuestra conexión no es del todo privada: siempre podemos dejar rastro haciendo login en redes sociales o tiendas digitales. También se podrían cargar páginas con código malicioso que, al desplegarse en nuestro ordenador, obtengan información sobre nosotros.
Si tienes curiosidad por explorar más alternativas de navegación segura aquí te dejamos algunos consejos que nunca está de más conocer.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Mar Arribas.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 22/02/2021