¡Felices fiestas, malditas y malditos! Se termina el año, pero no vuestras dudas tecnológicas: en el último consultorio de 2020 explicamos qué ocurre cuándo todos queremos felicitarnos el año a la vez pero la red no da abasto. Este año además incorporamos las vídeo-cenas para poder reunirnos con la máxima seguridad y, queramos o no, también nos puede dar algún que otro problema.
Esperamos vuestras preguntas para el año que viene, ¡el consultorio tecnológico seguirá ahí! Podéis enviarlas a nuestro Twitter, a Facebook, al correo electrónico [email protected] o a través de este formulario. ¡Y feliz año nuevo!
¿Por qué no llegan mis mensajes de Whatsapp en fin de año hasta rato después? ¿Es porque falla la red y por eso no puedo llamar?
“Espera unos minutos antes de llamar, que ahora está todo el mundo intentándolo y va a ser imposible” es lo que nos decían hace unos años cuando recién pasadas las campanadas de Año Nuevo nos colgábamos del teléfono para felicitar a la abuela, a los primos o al novio. Con tantos móviles haciendo uso de la red a la vez, no pasa la llamada.
“Las redes están dimensionadas para un modelo estadístico donde no todo el mundo está conectándose el mismo día y a la misma hora, pero en Nochevieja y otros momentos puntuales del año aparecen sobrecargas. Si esto ya pasa con los WhatsApp, mensajes cortos e incluso con llamadas, este año la cosa puede ser un poco más compleja por las restricciones”, añade Jose Antonio Morán, director del Grado en Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya.
Es decir, que las operadoras pueden dimensionar las redes para que sigan disponibles en casos en los que mucha gente vaya a llamar o conectarse a la vez, pero hay picos que no son controlables. Por eso, al comienzo del confinamiento las operadoras acordaron reducir el ancho de banda de las transmisiones de vídeo y juegos online, como te explicamos.
Con los años, esa inercia ha girado hacia plataformas como WhatsApp: para qué llamar pudiendo mandar un mensajito lleno de emoticonos de botellas descorchadas y confeti. Eso sí, ambos canales de comunicación pueden fallar en un momento así, pero no por la misma razón exactamente: una cosa es la red móvil y otra un servicio privado como WhatsApp.
“El servicio en sí mismo puede estar provisto por tu operadora, como es el caso de las llamadas, los SMS o la televisión en algunos casos, o puede este ser un servicio de terceros, lo que se conoce como OTT (over the top, un servicio que va ‘por encima’ de la red del operador”, como WhatsApp, diferencia Jorge García Hospital, un maldito especializado en telecomunicaciones que nos ha prestado sus superpoderes.
Así que punto número uno: que falle WhatsApp no implica que falle la red y viceversa. “Lo más seguro es que sean los servidores de WhatsApp/Facebook los que estén fallando. La conexión de datos gestionada por el operador, dados los criterios de calidad del operador y los acuerdos de cliente, tiene mucha más probabilidad de funcionar y de no fallar que los servidores de WhatsApp”, explica García Hospital.
“Con la llamada sí que es un tema de red: cuando intentas establecerla y no entra es porque estamos llamando muchas personas de forma simultánea. Este problema se ve menos por el cambio en los hábitos, la gente no llama tanto sino que envía un mensaje de felicitación”, recuerda Morán, y ahí es donde puede verse afectado el propio servicio. “Podemos pensar que es que la red no va, pero no, no siempre es que ‘no hay Internet’, es el servicio el que se satura”.
Por eso, por mucho que salgas a buscar cobertura al exterior, extiendas el brazo hacia lo alto con el móvil en la mano o llames muchas veces seguidas a ver si alguna termina cuadrando, ninguna de estas opciones te asegura que se vaya a enviar antes el mensaje que has dejado pendiente en WhatsApp.
¿Qué puedo hacer para que no se caiga Zoom, Skype o la aplicación que vaya a usar para cenar a distancia?
¿Planeando la noche de fin de año desde la distancia? Si es así, puede que ya tengas pensada la aplicación que vas a usar para hacer videollamada con los que no pueden asistir por mantener la seguridad. No vas a poder evitar que justo la que estés usando se caiga, pero sí que podrás tomar una serie de medidas para mantener la conexión lo más estable posible y tener un par de alternativas preparadas si se da el caso.
Os hemos explicado en la pregunta anterior por qué hablar de la red que nos asegura la operadora (con la que llamamos o nos conectamos a Internet) no es lo mismo que hablar del servicio que nos da una plataforma como WhatsApp o Facebook (aunque para usarlas necesitemos tener conexión de red). Su funcionamiento depende de diferentes proveedores y aunque nuestra conexión a Internet vaya bien, el servicio puede colapsar.
“La red de fibra que llega a nuestra casa o la antena celular a la que nos conectamos está compartida con nuestros amigos y vecinos y la capacidad y velocidad que contratamos solo está disponible cuando un porcentaje de esta gente la usa, (no muchos ciudadanos, o ninguno, descargan contenido el 100% del tiempo al 100% de capacidad). Esta excepción no se suele cumplir excepto en fiestas como Navidad, la final de la copa del mundo, o cuando de un día a otro debemos encerrarnos en casa por un virus”, señala nuestro maldito especializado en telecomunicaciones Jorge García Hospital.
¿Qué quiere decir que la red está “compartida” con nuestros vecinos? Cuando vienen a casa a instalar la red de fibra, nos conectan un router que va enchufado a un punto de acceso de red y nos da conexión a Internet. Esa fibra solo la disfrutamos nosotros, pero si activamos la red wifi, la conexión pasa a ser inalámbrica, y aunque sea una red con contraseñas diferentes para cada vecino del edificio, es compartida con todos ellos.
“En edificios el wifi tiene un ancho de banda limitado. Si estamos 32 vecinos y hacemos conexiones esporádicas no nos vamos a molestar, pero si teletrabajamos a la vez o empezamos a hacer videos, puede haber colapsos con los paquetes que se transmiten”, explica en Maldita Tecnología Jose Antonio Morán, director del Grado en Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación de la UOC.
Por eso, a la hora de tomar medidas para que no se congele la aplicación que elijamos a mitad de cena, recomienda conectar nuestro ordenador por cable al punto de acceso de red (en el router): “A veces los problemas de conexión no son tanto por el servicio sino que estamos abusando de la conexión inalámbrica: si estamos viendo YouTube en una Smart TV por wifi, tendremos más posibilidades de tener más cortes que usando el cable”.
Bueno, eso y que si vienen invitados a casa (dentro de lo que nos permitan las normas) y les damos la contraseña de nuestro wifi, habrá más dispositivos conectados y esto puede saturar aún más la red inalámbrica, como recuerda García Hospital: “En este caso el consejo es el contrario, habilitar la conexión móvil en detrimento del wifi. ¡Hay que balancear las conexiones, unos para un lado, otros para el otro!”
Julián Hernández, otro maldito ingeniero de telecomunicaciones que nos ha prestado sus superpoderes, también nos da algunas pautas: “No se puede evitar que se caigan Zoom, Skype o Google Meet, lo que se puede hacer para mejorar las opciones es disponer de varias y haberlas probado antes: la inmensa mayoría usamos las mismas aplicaciones porque están muy implantadas”. En este artículo de Maldita Tecnología os hablamos de algunas alternativas menos conocidas.
Otra alternativa según Hernández es “establecer la videoconferencia con antelación y mantenerla; es muy posible que los problemas se den especialmente a la hora de establecerse, y no tanto en las ya establecidas”. Con él coincide García Hospital: “abrir la sesión con tiempo antelación hará que los recursos se asignen a nosotros, mientras que otros nuevos usuarios que intenten acceder en las horas puntas serán rechazados”.
Por último, Morán incide en que en estos casos menos es más: sabemos que queremos ver a los nietos en alta definición todo el rato, pero igual es mejor reducir la calidad de la imagen un poquito y asegurarse que la llamada aguante la cena al completo.
¿Se puede denunciar un contenido por ser una desinformación en redes sociales?
Esta es una opción que poco a poco van incorporando algunas plataformas, pero no la tenemos en todas. Nos habéis preguntado cómo denunciar un contenido en el que se difunde información falsa (que promueve el racismo en Instagram, concretamente). En esta se podría, pero vamos a hacer un repaso además por Facebook, Twitter, YouTube y TikTok.
Que denunciemos una publicación no implica que la plataforma vaya a retirarlo de inmediato. Es más, puede que ni siquiera llegue a retirarse porque al final son las propias empresas las que deciden si un contenido incumple sus normas o no.
En la mayoría de los casos, no son transparentes tampoco con qué procesos siguen para determinar si un contenido no se puede publicar. Además, utilizan programas informáticos (construidos con algoritmos) para que detecten de forma automática el contenido no permitido y lo marque o lo elimine y no siempre aciertan. Por ejemplo, os contamos que YouTube retiró un vídeo paródico de Pantomima Full sobre los negacionistas de la COVID-19 porque consideraba que desinformaba sobre la pandemia.
Con estos programas informáticos y el personal que se dedica a la moderación de contenidos en las plataformas se va clasificando y retirando el contenido, pero las plataformas tampoco explican hasta qué punto se tienen en cuenta las denuncias de los usuarios: no se sabe si Facebook o Twitter necesitan 10, 50 o 100 denuncias de usuarios para que una publicación considere ser retirada.
Este es un debate abierto e importante: ¿deben ser las plataformas las que decidan qué contenido se retira y cuál no? ¿Pueden hacerlo de manera poco transparente y sin que los usuarios tengamos unas normas claras a las que atenernos cuando eso se produce? ¿Puede esta retirada de contenidos por parte de empresas privadas limitar el derecho de la libertad de expresión?
Las preguntas son muchas y en Maldita.es creemos que es necesario un debate abierto y transparente al respecto. En cualquier caso, estos son los mecanismos de denuncia de desinformación que existen actualmente en las plataformas:
Facebook e Instagram
Facebook explica cómo denunciar un contenido que contenga desinformación en este enlace bajo la categoría de “Noticias falsas”. Esta opción está disponible al menos desde 2016. Recordamos que tanto en Facebook como en el resto de plataformas, denunciar un contenido por incluir información falsa no implica que se retire de inmediato (o siquiera que se llegue a retirar). Para denunciar, hacemos clic en los tres puntitos de la esquina superior derecha de un post y seleccionamos “Obtener ayuda o denunciar publicación”:
Además, tanto en Facebook como en Instagram actúa identificando desinformación la red de verificadores externos, de la cual Maldita.es es parte junto a más de 40 verificadores internacionales. Las publicaciones que contienen desinformación se comparten en Facebook con una señal que indica que han sido revisadas por fact-checkers y se puede consultar el desmentido, pero el post nunca se retira de la plataforma.
Al igual que en Facebook, en Instagram se pueden denunciar publicaciones por los siguientes supuestos desde el menú que se despliega pulsando en los tres puntitos:
YouTube
En YouTube nos piden que estos contenidos se denuncien por “spam, prácticas engañosas y estafa”. Bajo ese apartado dicen incluir prácticas relacionadas con la desinformación, como el envío repetitivo de mensajes no solicitados o el aumento de interacciones falsas con un contenido por medio de sistemas automatizados. Al hablar de contenido, se centran en procesos electorales y la desinformación relacionada con el derecho a voto.
En la estrategia sobre “contenido polémico” de YouTube se especifica que abogan por “mantener el contenido en la plataforma a no ser que vaya en contra de las Normas de Comunidad” y que lo que sí pueden hacer es impedir que algunos vídeos se moneticen. En las Normas de Comunidad el único apartado específico sobre desinformación está relacionado con la COVID-19 y avisan que si un canal llega a tres “strikes” por publicar información falsa sobre el virus se eliminará. Para el resto de temas, desde YouTube indican que la desinformación se denuncia bajo “spam, prácticas engañosas y estafa”.
Como mencionamos anteriormente, no se sabe en qué casos la revisión de un contenido denunciado (o que viola las normas) la hace una persona del equipo de moderación o un sistema automatizado sin supervisión humana.
Para denunciar un vídeo tenemos que pinchar en los tres botones que aparecen junto a la opción de “Guardar” y elegir uno de los supuestos. Aquí nos piden que además especifiquemos de qué minuto a qué minuto se produce la desinformación y por qué:
TikTok
Esta es una de las redes sociales más nuevas (aunque ellos no se describen como una) y sí que incorpora opciones para denunciar un contenido por contener información falsa. A cada vídeo podemos darle un ‘me gusta’ y también podemos comentarlo o compartirlo con la flecha que aparece a la derecha. Presionando esa misma flecha tenemos también la opción de denunciar por varios supuestos, entre ellos “Información engañosa”. Una vez seleccionada, nos pedirán que especifiquemos si es sobre COVID-19 u otra información falsa:
En sus Normas comunitarias, TikTok menciona expresamente la desinformación y contenidos que no pueden publicarse: por ejemplo, falsificaciones digitales, contenidos relacionados con emergencias que inducen al pánico, que afectan a elecciones o que puedan causar daño a la salud física de una persona. Sin embargo, no especifican cuántas denuncias son necesarias para que un contenido se investigue y retire.
En esta red social directamente no hay una categoría específica para reportar desinformación. Ha habido momentos puntuales en los que se ha podido, como en períodos de elecciones, pero solo para denunciar los contenidos relacionados con el voto. La política de Twitter es que como usuarios no podemos denunciar este tipo de contenido, sino que lo marcan desde la propia plataforma. En esta publicación, por ejemplo, explican cómo colocan las etiquetas a los tuits que dicen que contienen desinformación de COVID-19.
¡Un segundito más!
No somos técnicos o ingenieros pero contamos con mucha ayuda de personas que son expertas en su campo para resolver vuestras dudas. Tampoco podemos deciros qué servicio usar o dejar de usar, solo os informamos para que luego decidáis cuál queréis usar y cómo. Porque definitivamente, juntos y juntas es más difícil que nos la cuelen.
Si tenéis cualquier duda sobre esta información o cualquier otra relacionada con la manera de la que te relacionas con todo lo digital, háznosla llegar:
En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Jorge García Hospital y Julián Hernández.
Gracias a vuestros superpoderes, conocimientos y experiencia podemos luchar más y mejor contra la mentira. La comunidad de Maldita.es sois imprescindibles para parar la desinformación. Ayúdanos en esta batalla: mándanos los bulos que te lleguen a nuestro servicio de Whatsapp, préstanos tus superpoderes, difunde nuestros desmentidos y hazte Embajador.