Gregorio Peces-Barba ha sido uno de los protagonistas involuntarios de la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo. El diputado del PSOE y padre de la Constitución ha salido a colación después de que el exalcalde de Valladolid y ahora diputado por esa misma provincia Óscar Puente defendiera la postura del Partido Socialista en el debate parlamentario.
El presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo, respondió al PSOE durante el turno de réplica al líder de Vox, Santiago Abascal, y comparó a Puente con el que fuera diputado socialista también por Valladolid Gregorio Peces-Barba: “Comparar la intervención del señor Puente con las intervenciones del señor Peces-Barba. Los dos eran diputados por Valladolid. Recuerden por un instante el nivel del señor Peces-Barba y el nivel del señor Puente. Este es el Partido Socialista Obrero Español en la actualidad, señorías” [min. 1:49:54].
Minutos antes, el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, tuiteó unas palabras similares a las de Feijóo y dijo que el PSOE hoy llamaría “dinosaurio” a Peces-Barba, “renegarían de él y quizá lo expulsarían del propio PSOE”.
En 1977 el PSOE presentaba por Valladolid a Peces Barba (padre de la Constitución) hoy a Òscar Puente. En esto ha degenerado el PSOE. Y si Peces Barba estuviera vivo, lo llamarían dinosaurio, renegarían de él y quizá lo expulsarían del propio PSOE. #investiduraFeijoo
— Alfonso Serrano (@SerranoAlfonso) September 26, 2023
En 2005, Peces-Barba ocupaba el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Durante un pleno en el Senado, el diputado del Partido Popular Ignacio Cosidó pedía su dimisión porque “el 90% de las víctimas del terrorismo” estaban en su contra y le preguntaba al Gobierno por qué le mantenían en su puesto después de “insultar y despreciar” a las víctimas, y de “haberse situado más cerca de los terroristas que de las víctimas”.
En esa misma intervención, Cosidó habló de la “incompetencia y sectarismo” de Peces-Barba al frente del Alto Comisionado que pedía que el Gobierno lo rebautizara como el “Alto Comisionado para el diálogo y el amparo de los verdugos terroristas” porque el Ejecutivo de Zapatero lo nombró para “negociar y dialogar con ETA” y tenía la misión de “dividir, silenciar y neutralizar” a las víctimas.
Ese mismo año, esta vez en el Congreso de los Diputados, durante la presentación del informe semestral de actividad del Alto Comisionado, Alicia Sánchez Camacho, también del PP, utilizó argumentos similares a los de Cosidó para criticar a Peces-Barba. En su discurso dijo que su partido “mostró desconfianza en la creación” del Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo” y acusó a Peces-Barba de trabajar para el Gobierno en su intento por “dialogar” con ETA y no “apoyar a las víctimas”. “Su figura es la de adormecer y acallar a las víctimas para que en esa posible negociación con ETA las víctimas no sean un obstáculo para el presidente Zapatero”, concluyó la diputada del Partido Popular.
Un año después, en 2006, Gregorio Peces-Barba presentó su dimisión como Alto Comisionado. En la Cadena SER, explicaba que “tenía un compromiso a tiempo fijado” y dejaría su puesto “después del verano” pero lo desvinculaba de las acusaciones de las víctimas. Un hecho que recordó Óscar Puente en la última sesión de investidura el pasado viernes 29 de octubre: Gregorio Peces Barba abandonó el cargo “harto del trato que ustedes le proporcionaron, así lo expresó al abandonar el cargo, cito textualmente sus palabras, ‘el PP ha creído que la asistencia a las víctimas era exclusivamente suyo’” [min. 30:40].
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