Nos habéis preguntando si picoteando te llenas más que cuando te sientas a comer. El dietista-nutricionista Daniel Ursúa explica a Maldita Ciencia que es difícil responder a esta pregunta y generalizar. Según cuenta, en ocasiones te acabas llenando más porque comes más al hacerlo de forma distendida, pero “varía muchísimo en función de lo que comes o lo que bebes mientras comes”.
“No es raro que picoteando acabemos comiendo más de lo que comeríamos en cualquier otro momento, pero tampoco puedes dar eso como respuesta general porque no siempre es así. También es habitual que comamos alimentos con más porcentaje de grasa por las salsas, pero al mismo tiempo se está popularizando un picoteo más saludable con hummus y similares”, indica.
En principio, “comer de esta forma es adecuado, ya que damos tiempo a que llegue la sensación de saciedad y comamos solamente lo que necesitamos, pero al comer de manera distraída y distintas cosas, tendemos a comer más”.
Normalmente cuando picoteamos lo hacemos “de forma pausada y distraída”. Primero una patata, luego otra y, de repente, sin ni siquiera darte cuenta, te has comido una bolsa entera. El dietista-nutricionista subraya que muchas veces “en este tipo de picoteos comemos por socializar y disfrutar de la comida, por lo que no es raro que comamos sin hambre”.
¿Depende de qué se picotee podemos llenarnos más o menos? No es lo mismo comer frituras con salsas o similares que fruta y verdura, según el experto. “Patatas fritas, untables o alimentos que no requieran de mucha masticación nos invitarán a comer más rápido y, por lo tanto, más cantidad. Tampoco podemos olvidar que estos alimentos suelen ir acompañados de bebidas alcohólicas, fermentadas o incluso de combinados con bebidas azucaradas. Todo eso influye”, explica.
Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos, cuenta a Maldita Ciencia que comer entre horas no tiene por qué estar mal, “si lo hacemos por apetito y eligiendo alimentos saludables”.
Por ejemplo, fruta, zanahorias crudas o hortalizas baby (de tamaño pequeño) como los tomates cherrys o los pepinillos frescos. Es decir, “alimentos saludables, que no tengan altas proporciones de harinas refinadas, sal o azúcares añadidos y que sí aporten nutrientes de interés como fibra, vitaminas o minerales”.
Por el contrario, la dietista-nutricionista Beatriz Robles cuenta en El Comidista todo lo que debes evitar comprar: “La bollería, los snacks dulces o salados (da igual que estén hechos con espelta y sal del Himalaya, por saludables que parezcan, son una castaña nutricional), las gominolas y chucherías en general, los postres lácteos, los frutos secos “con cosas” (salados, recubiertos de miel o chocolate...) o los chocolates con menos de un 65% de cacao. El resto, para un consumo muy ocasional y comprando de tableta en tableta, no tengas cuatro en casa, que te las cepillas”.
Si tienes pensado que el picoteo sustituya a una comida, Ursúa recomienda incluir alguna ensalada o algún alimento saludable. “Si, por el contrario, nuestra idea no es sustituir una de las comidas principales, debemos poner límites en cuanto a la cantidad que vamos a comer y siempre será mejor que incluyamos opciones saludables como hummus o encurtidos”, afirma.
También aconseja que, si sabes que vas a picotear, comas antes algo de fruta o frutos secos para “poder controlar mejor el hambre y comer realmente lo que quieres comer”.
Primera fecha de publicación: 16/7/2020.
Primera fecha de publicación de este artículo: 16/07/2020