Por comodidad, por evitar el contacto directo con la malla del bañador, por sentir el asunto “más recogido”... Son muchos y muy variados los argumentos que las personas que utilizan calzoncillos debajo de las prendas de baño usan para justificar esta decisión. Sin embargo, la evidencia apunta a que lo único que puede desencadenar este gesto es un mayor riesgo de hongos o de irritación (y los expertos añaden que “es una marranada”).
La humedad aumenta el riesgo de infección
Posiblemente puedas diferenciar un bañador de un calzoncillo exclusivamente por su tacto: en función de las situaciones en las que está pensado que se utilicen, estos son de un material u otro. “Los bañadores suelen ser de un tejido que se seca muy rápido. El calzoncillo tarda más en secarse”, recuerda en TikTok Jorge Ángel, enfermero y divulgador. Esto supone que la zona se mantendrá húmeda durante más tiempo, aumentando el riesgo de hongos.
“El bañador está pensado para que se seque rápido y, si te pones debajo un calzón de algodón, eso ya no pasa. Favorece que se produzca una infección y bastante irritación”, añade en la misma red social el farmacéutico Álvaro Fernández. Además, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) advierte de que puede agravar cuadros cutáneos ya existentes, como la dermatitis atópica o urticarias.
“Llevar calzoncillos aumenta la temperatura de los testículos y hace que se produzcan menos espermatozoides”, continúa el divulgador, es decir, reduce la calidad del esperma. Esto no solo sucede en este contexto, sino con la ropa interior ajustada en general. Por si fuera poco, “si entra arena debajo del bóxer, que lo hará, prepárate para las rozaduras”, añade en X el enfermero Héctor Castiñeira (@EnfrmraSaturada).
Calzoncillos en este contexto, ¿para qué?
Si nunca habías oído hablar sobre esta ‘moda’, se trata de un hábito que nació con el surf, pero poco a poco lo han ido adoptando los jóvenes, como explica en CuídatePlus Jenny Dávalos Marín, coordinadora del grupo de dermatología de la SEMG. “Al inicio, se originó con la finalidad de evitar rozaduras y mejorar la sujeción frente a los bañadores que carecían de redecilla interior”, añade.
En mujeres tampoco se recomienda mantener húmeda la ropa de baño
Aunque el uso de ropa interior se suele dar bajo bañadores masculinos, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recuerda que la humedad en estas prendas de baño o el aumento de la sudoración también hacen que el riesgo de padecer una infección ginecológica aumente hasta un 50% en verano. Para prevenir estas patologías, lo primero que recomiendan es precisamente mantener la zona lo más seca posible tras el baño en una playa o piscina.
🩱 💧 La humedad de los bañadores o el aumento de la sudoración hacen que el riesgo de padecer una #infección #ginecológica aumente un 50% en #verano.
— Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (@SociedadSEGO) August 18, 2022
➡️Desde la SEGO, te ofrecemos diversos consejos para prevenir patologías ginecológicas en esta época del año. #salud #mujer pic.twitter.com/qBcGI6RC8w
Además, aunque en ellos es menos probable, al disponer de una uretra larga que recorre todo el pene, la uretra de las mujeres es más corta, lo que las hace más susceptibles de desarrollar infecciones de orina cuya probabilidad aumenta todavía más en verano.