Otra pregunta que nos habéis hecho es si tras tener un orgasmo es posible marearse o tener una bajada de tensión y qué podemos hacer si nos pasa o a la persona con la que tenemos relaciones sexuales. La respuesta corta que sí ocurre, si pasa debemos elevar las piernas y beber agua y si es habitual debemos acudir al médico.
La sexóloga y socióloga Norma Ageitos de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS) recuerda que en francés se llama ‘la petite mort’ (la pequeña muerte) al momento inmediatamente posterior al orgasmo. Ageitos destaca la gran diversidad de manifestaciones fisiológicas y emocionales manifestadas durante y después del orgasmo.
En ese abanico de reacciones podemos encontrar episodios de mareo e incluso desmayos, pero hay que diferenciar un caso puntual del de alguien que sufra mareos y desmayos habitualmente tras un orgasmo, “así como prestar atención a los factores que puedan estar afectando”, añade la experta.
Si ocurre frecuentemente puede tratarse delsíndrome de enfermedad posorgásmica o algún otro tipo de problema médico, indica Francisca Molero Rodriguez, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología. En esos casos hay que acudir el médico.
Este síndrome es una “especie de trastorno crónico poco frecuente que se puede dar en hombres y mujeres. Los síntomas; como la fiebre, el cansancio y la debilidad muscular; pueden iniciarse justo tras el orgasmo y hasta horas después y pueden durar entre dos y siete días”, aclara Molero. Estos síntomas se repiten después de cada orgasmo, desaparecen de forma espontánea y no se conoce la causa del síndrome.
Pero los desmayos posorgásmicos ocasionales también ocurren, especialmente con las altas temperaturas por una bajada repentina de la tensión.Su nombre técnico es síncope vasovagal y es más común en mujeres por ser más susceptibles a factores externos como el calor, señala Ageitos.
La experta aclara cómo ocurre: “Nuestro ritmo cardíaco y nuestra presión arterial baja de golpe. En el orgasmo se pueden alcanzar las 130 pulsaciones y pasamos a un estado de relajación, que es precisamente lo que produce este tipo de mareo en cualquier otro contexto. Además del calor, otro de los factores a tener en cuenta es el nivel de actividad física que haya supuesto la actividad y si su cese ha sido bastante repentino. Estos cambios bruscos y contextos ‘no confortables’ pueden favorecer la aparición de desmayos”.
Una situación habitualen la que se pueden dar estos mareos o desmayos es la de tener un encuentro sexual de mucha intensidad para nuestros cuerpos, llegar al orgasmo y pretender levantarse muy rápido. Como explica Ageitos, “estos cambios repentinos de postura en otras situaciones no suelen salir muy bien y menos cuando el cambio es para ponernos de pie, básicamente porque nos exponemos a que si no podemos gestionar el mareo, nos demos un golpe”.
La sexóloga da varios consejos para prevenir estos posibles desmayos posorgásmicos: descansar bien, una temperatura adecuada, ofrecer a cada cuerpo sus tiempos y poder parar un poco y descansar durante la actividad sexual. También aconseja actuar como cuando ocurre un desmayo en cualquier otra situación, es decir, si prevemos que va a suceder, no levantarnos. Si ya ha pasado, debemos aflojar o quitar las prendas de ropa (si hay), elevar las piernas por encima de la altura del corazón y beber agua por si la deshidratación fuese un factor. Ageitos lo resume en “escuchar las necesidades de nuestros cuerpos durante todo el día y mantener esa escucha en los encuentros sexuales”.
Primera fecha de publicación de este artículo: 21/07/2021