Enrojecida y con una apariencia similar a la de una especie de sarpullido: así queda una mejilla tras haber recibido una bofetada. Este es el motivo por el que la infección por parvovirus B19, una enfermedad de la infancia muy frecuente y sumamente contagiosa, se conoce como ‘virus de la bofetada’, porque el resultado visual es parecido. ¿En qué consiste esta enfermedad?
¿Qué es ‘el virus de la bofetada’?
En realidad no tiene nada que ver con golpes de ningún tipo: la denominación ‘virus de la bofetada’, como adelantábamos, hace referencia a uno de los síntomas de la infección por parvovirus, un virus respiratorio que se transmite al inhalar las pequeñas gotitas de saliva que emite al hablar, toser o estornudar una persona contagiada. El síntoma en cuestión es la apariencia de sarpullido y enrojecimiento que aparece sobre todo en las mejillas.
En general, se trata de una infección más habitual en niños que en adultos. En la mayoría de los pequeños, la infección es leve, necesita poco tratamiento y suele ocurrir a finales de invierno o comienzo de primavera.
A pesar de esto, sí puede ser grave en algunos adultos. “La infección por parvovirus en algunas mujeres embarazadas puede provocar graves problemas de salud al feto. La infección también es más grave en las personas que tienen algún tipo de anemia o que tienen el sistema inmunitario deprimido”, explican desde la página web de la Clínica Mayo.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas típicos en una infección por parvovirus son diferentes en niños y adultos. En los primeros, suelen incluir fiebre, goteo nasal y dolor muscular y de cabeza, además de la característica erupción en la piel de la cara, normalmente hacia el final de la enfermedad.
Según explican desde la Clínica Mayo, con los días, esta puede extenderse a brazos, tronco, muslos y glúteos, donde la erupción adquiere un aspecto rosa, en forma de red y con un leve relieve. “La erupción puede picar, especialmente en la planta de los pies”, añade.
En adultos, el síntoma principal es el dolor en las articulaciones, que dura de días a semanas. “Las articulaciones que se ven afectadas de forma más frecuente son las manos, las muñecas, las rodillas y los tobillos”, continúan desde Clínica Mayo.
Sobre el tratamiento, no existe ninguno concreto. “El virus desaparecerá por sí solo en un par de semanas”, señalan desde el servicio Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Para algunos de los síntomas, como el dolor articular, se recomiendan analgésicos como el paracetamol.
Para reducir el riesgo: lávate las manos y presta atención a la higiene
Como en muchas otras enfermedades, una buena higiene de las manos es la mejor manera de prevenir la propagación tanto en casa como en colegios y guarderías. Desde la plataforma HealthyChildren, una iniciativa de la Asociación Americana de Pediatría, recuerdan la importancia desechar los pañuelos de papel usados y asegurarse de que las superficies y los objetos que los niños tocan se limpian y desinfectan con regularidad.