Se acerca el verano y llegan las dudas veraniegas. En esta ocasión espoleadas por una imagen que se ha hecho viral en redes sobre una supuesta forma de distinguir si una sandía estará buena o no. Os ha llegado y nos habéis preguntado si esto es verdad.
Jan van der Bloom, responsable del departamento de técnicas de producción de Coexphal (Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería), explica que el color, no el tamaño, de esta marca podría ser "una indicación de madurez (cuanto más seco y acorchado, más dulce)", pero que en realidad no se trata de una señal fiable ya que durante su crecimiento esta parte del fruto puede estar tapada por una hoja y eso produce variaciones en su aspecto.
Otro contenido sobre el mismo tema se ha hecho viral, esta vez un vídeo en TikTok, en el que se asegura que según las marcas en la piel de un melón, rectas o curvas, se puede clasificar la fruta como macho o hembra y con ello más dulce (los supuestos melones hembra) o más soso (los melones macho).
@strudel07 Cómo diferencia un profesional un melón dulce de uno soso
♬ sonido original - strudel07
Preguntados sobre este otro truco para elegir un buen melón, van der Bloom asegura que no es fiable. "Me hace reír el vídeo, porque es absolutamente absurdo hablar de melones machos o hembras, como si fuesen huevos de los que nacen gallinas o gallos. En el melón piel de sapo, como vemos en el vídeo, hay mucha diferencia respecto al dibujo que forman esas pequeñas arrugas, por ejemplo por la variedad o por pequeñas diferencias en las condiciones de crecimiento, pero esto no es ninguna indicación del dulzor", responde.
¿Hay algún truco para saber si una sandía o un melón están maduros antes de abrirlos?
A raíz de estos contenidos, nos habéis preguntado por esos otros trucos que tradicionalmente se utilizan para elegir una sandía o un melón en la frutería, con la esperanza de llevarnos a casa una fruta en su punto de madurez (y, a ser posible, de dulzor): dar unos toquecitos para comprobar cómo suenan, o apretar levemente con los dedos en la zona de abajo (de nuevo la opuesta al pedúnculo) para comprobar la firmeza son dos gestos habituales.
Todos los expertos consultados por Maldita.es coinciden en que no hay un método seguro para determinar esto por parte del consumidor. "Tanto el melón como la sandía son dos frutas que dependen de la marca que las comercialice porque los marquistas trabajan protocolos de producción claves para garantizar la calidad. Aquellas sandías y melones que no llevan marca generalmente son descartes, segundas categorías que no llevan el sello de ningún marquista porque no se dan todas las condiciones que garantizan el sabor", explica Jose Antonio Arcos, periodista especializado en el mundo agrario, director de El Agro Auténtico. Arcos también considera que ambos contenidos virales, la foto y el vídeo "no son para tomarlos en serio".
Antonio Hernández Torres, frutero durante 10 años, comerciante en Mercamadrid especializado en frutas y verduras y maldito que nos ha prestado sus superpoderes explica que a la hora de elegir una buena pieza hay mucho de intuición y de experiencia, pero hay algunas pistas que nos pueden ayudar. En ambos casos, sandías y melones, el secreto está en la relación entre el tamaño y el peso.
En el caso de las sandías, el problema más frecuente que podemos encontrarnos es llevarnos a casa una fruta demasiado madura, en cuyo caso ésta tendrá menos agua pero se podrá comer sin problema, aunque no esté en su momento más agradable. "Se sabe por el sonido, que cuando están bien es seco, como con una especie de eco, y cuando está demasiado madura es sordo y apagado. Apretarla con las dos manos y acercártela al oído (se oye un ligero crujido interno si está en su punto) funciona a veces, pero no siempre".
Hablando de melones, en concreto los de la variedad Piel de sapo que son los más consumidos en España, "los de La Mancha y los de Villaconejos son los mejores. Para saber si están maduros deben estar llenos, es decir que tengan buen peso acorde con el tamaño, el color de su piel jaspeada debe ir tirando a un color marrón y se le puede presionar ligeramente la zona opuesta al pedúnculo, que cederá muy ligeramente". Estos melones, añade Torres, comienzan en el mes de julio y duran hasta octubre, más o menos, y carecen de olor.
En este artículo publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios en su página web tienes otros detalles en los que fijarte antes de comprar una sandía o melón: la época del año, su posición en el establecimiento, que no tenga magulladuras o el color de la cáscara entre otros.
¿Sirve de algo darles unos azotes?
¿Sirve de algo darle unos golpes con la mano a la fruta? Pues sí, aunque hay que saber interpretarlos. "Los azotes que les damos los profesionales nos permiten conocer si el melón está poco hecho y falto de peso (sonido seco) o está lleno y maduro (sonido sordo)", explica, pero considera poco probable que esos matices puedan ser apreciados por cualquier persona de a pie.
Como curiosidad: en 2020 se publicó un estudio realizado en India sobre la clasificación de sandías según su calidad a través del sonido que analizaba los resultados de esta técnica, la de darle unos golpes a la cáscara de las sandías. Se trata de un estudio pequeño (200 grabaciones de sonido) y de metodología demasiado simple como para sacar conclusiones relevantes.
En cualquier caso, Torres recuerda que ahora se pueden comprar por mitades, algo que ayuda a elegir la que esté más a nuestro gusto. Aquí ya hablamos de por qué esto debe hacerse solamente si la fruta se conserva refrigerada en el supermercado. "Yo recomiendo comprar las frutas en las fruterías de toda la vida. Allí saben lo que tienen entre manos y te aconsejarán siempre sobre lo que necesitas."
¿Cómo se miden el dulzor y la firmeza de melones y sandías antes de cosecharlos?
Antes de que melones y sandías lleguen a tu frutería y tengas que elegirlos para llevártelos a casa ya han pasado una serie de pruebas para determinar si estaban listos para cosechar. En esas pruebas se miden precisamente los mismos parámetros que nosotros intentamos averiguar antes de comprarlos.
El primero es el dulzor, que se mide en grados brix, y1 grado brix equivale a 10 gramos de azúcar por litro de líquido, según explican a Maldita.es desde la Coexphal. Para ello se utiliza un refractometro, un aparato capaz de medir la cantidad de azúcares disueltos en un líquido. Para hacernos una idea, en un melón de piel de sapo se espera una dulzura mínima de 11 grados brix para poder ser cosechado según esta asociación, y en el caso de una sandía, tendrían que sea al menos 9 grados brix.
El segundo es la firmeza, medida en kg por cm2 y comprobada con un instrumento llamado penetrómeto, añade Coexphal. Un penetrómetro es un dispositivo equipado con una aguja o un pequeño cono con el que se presiona una fruta y se mide cuánto puede penetrar esa aguja o cono en un tiempo determinado, extrayendo así la firmeza de la pieza de fruta (cuanto menos penetración, más firmeza). En el caso de sandías y melones, esta asociación profesional establece una firmeza óptima para la cosecha de entre 2 y 4 kg por cm2.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Antonio Hernández Torres.
Gracias a vuestros superpoderes, conocimientos y experiencia podemos luchar más y mejor contra la mentira. La comunidad de Maldita.es sois imprescindibles para parar la desinformación. Ayúdanos en esta batalla: mándanos los bulos que te lleguen a nuestro servicio de Whatsapp, préstanos tus superpoderes, difunde nuestros desmentidos y hazte Embajador.
Primera fecha de publicación de este artículo: 25/05/2021