Habrá a quien más y a quien menos, pero darse un chapuzón en una piscina de agua calentorra cuando el objetivo es refrescarse da algo de grima (y más si pensamos en la que podría ser causa de ese calorcito extra). Esta semana, las protagonistas de la primera pregunta de nuestro consultorio son ellas: las piscinas infantiles y el misterio que rodea a sus inquietantes grados de más.
Por muy desagradable que sea, seguro que has pensado alguna vez que los bebés y niños, que tienen un control menor (o nulo) sobre sus necesidades fisiológicas, provocan esos grados de más al hacerse pis en el agua (algo que, ejem, los adultos jamás harían, ejem).
Pero no: es imposible que esa sea la causa ya que para que fuese así, sería necesaria una cantidad ingente de litros de orina que está fuera del alcance de los niños que caben en esas piscinas infantiles. En realidad, la temperatura es mayor debido a que, proporcionalmente, el área de las piscinas pequeñas reciben más radiación solar que las piscinas de los adultos.
Para explicar el porqué de que las piscinas destinadas a los más pequeños estén considerablemente más "calentitas" que en las que nos ponemos a remojo los adultos, Benito Fuentes, meteorólogo (y humorista) se curró este curioso hilo en Twitter.
En primer lugar y para explicar este fenómeno, Fuentes calcula el área y el volumen de la piscina infantil, es decir, la superficie y los litros de agua que el sol calentará durante el verano. Después, se centra en la posible diferencia de temperatura entre la piscina sin pises (más fresca) y con pises (más caliente), en este caso, unos 5ºC.
Teniendo en cuenta la supuesta temperatura de la orina (el dato que utiliza Fuentes es unos 36,4ºC), calcula los litros de pis que harían falta para elevar esos grados el estanque. El resultado es (teniendo en cuenta área todos los cálculos anteriores), ni más ni menos, que 8.500 litros de orina.
Según tuiteaba Fuentes, aproximadamente el 60% del líquido de la pipiscina sería pipí y este rebosaría y se saldría. "Por no hablar de su agradable olor y sabor", pone en situación.
La conclusión es que la piscina infantil está más caliente que la grande porque la proporción entre la energía recibida por unidad de área y volumen de agua es mayor en la primera (al ser más pequeña). "Dicho de otra manera, la piscina pequeña dispone proporcionalmente de más energía para calentarse que la grande", explica Fuentes a Maldita Ciencia.
¿Queremos decir con esto que los peques no se hacen pis en la piscina? Claro que no: probablemente así sea, para qué engañarse. Consolémonos con que no lo hacen lo suficiente como para hacer menos refrescante un chapuzón.
Primera fecha de publicación de este artículo: 23/07/2019