Una postura invertida es aquella en la que la cabeza queda por debajo del corazón. La primera que quizá se nos venga a la cabeza sea el ‘pino’, aunque existen muchísimas más en ejercicios clásicos de gimnasia o en la práctica de yoga. Relacionado con esto, nos habéis preguntado esta semana si realizar posturas invertidas durante los días de menstruación conlleva algún riesgo. La respuesta rápida: no, ninguno. La respuesta larga también es que no, pero os la contamos a continuación.
Con una búsqueda en Google sobre posturas invertidas durante la menstruación, la mayoría de páginas que aparecen como resultado están especializadas en la práctica del yoga. Estas páginas afirman, sin evidencias científicas, que existe cierto riesgo en ejecutar estas posturas por una cuestión de lo que denominan ‘flujos de energía’ durante el ciclo menstrual y/o por la posibilidad de generar un flujo retrógrado, que es cuando el sangrado circula en sentido contrario, hacia las trompas de Falopio y abdomen en lugar de hacia fuera del útero.
Nada de esto es cierto, no hay literatura científica que lo avale y los profesionales de la ginecología lo desmienten rotundamente. Según explica Amèlia Acera, ginecóloga, experta en la prevención del cáncer del cuello uterino y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, “no hay ningún tipo de problema con esta práctica de yoga y la menstruación, no se genera flujo retrógrado por hacer técnicas deportivas donde la cabeza quede por debajo del corazón”.
Vincent Carmona, ginecólogo y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, apunta que este mito puede estar relacionado con una de las teorías del origen de la endometriosis llamada ‘menstruación retrógrada’, “el paso de la regla a través de las trompas hacia la cavidad abdominal, donde este endometrio puede implantar y desarrollar la enfermedad”. “Pensar que en las posturas invertidas durante la menstruación hay paso del flujo al abdomen y esto puede ocasionar endometriosis es, a mi juicio, una teoría muy simplista que no se correlaciona con la realidad”, sentencia.
“Las mujeres que practican yoga —o posturas invertidas en general— han de conocer su propio cuerpo y valorar si estas posturas les ocasiona algún tipo de dolor. Si no es así, no hay ninguna evidencia que prohíba hacerlas durante la menstruación”, concluye Carmona.
Por su parte, Xusa Sanz, enfermera experta en salud menstrual, comenta a Maldita.es que a este mito de las posturas invertidas contribuyen otros bulos que relacionan ciertas prácticas con un riesgo de flujo retrógrado, como “mantener relaciones sexuales con penetración con la menstruación”. “Obviamente, esto es un mito ‘como un piano’”, sentencia.
La ginecóloga y obstetra Jen Gunter explica en este artículo del New York Times y en su cuenta de Twitter que la práctica de yoga o la posición que se adoptan en estos ejercicios “no afecta a la salida del sangrado durante la menstruación” y que “no hay datos científicos que sostengan esta teoría”. Así, detalla que la sangre menstrual es expulsada del útero “mediante contracciones uterinas, que no se ven afectadas por la gravedad o por la posición de nuestro cuerpo”.
Como curiosidad final, sí que existe literatura científica sobre cómo afecta el estado de ingravidez a la menstruación de las astronautas. Varsha Jain, médica, investigadora de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y denominada en ocasiones como ‘ginecóloga espacial’, explica en este artículo de The Conversation que el flujo de la regla no se ve afectado por la falta de gravedad de la Estación Espacial Internacional.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes los ginecólogos Amèlia Acera y Vicent Carmona.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 03/03/2022