Nos habéis preguntado por la forma más eficaz y fácil para tragar medicamentos en forma de pastillas y si es cierto que existe una por excelencia. Según el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España (CGE), aunque la recomendación más extendida es la toma de la medicación con agua, hay que individualizar cada caso en función de la medicación que se trata, de la patología de base y comorbilidades de la persona.
La pregunta procede de algunos titulares referentes a un estudio publicado en la revista Annals of Family Medicine que investigó qué técnicas podían facilitar la labor de tragar un medicamento de estas características a aquellas personas que más dificultades encontraban en ello.
Su primera propuesta consiste en llenar una botella de agua plástica flexible, situarla en la lengua y cerrar los labios con fuerza alrededor de su apertura antes de tomar un trago. Durante este, dicen los autores, se debe mantener el contacto entre la botella y los labios, frunciéndolos y usando un movimiento de succión para tragar el agua y la pastilla de inmediato. “No permita que entre aire en la botella mientras traga”, continúan.
En la segunda, por otro lado, bastaría con poner la cápsula o pastilla en la lengua; luego, sin tragar, tomar medio sorbo de agua y echar la cabeza hacia delante (inclinando el mentón ligeramente hacia el pecho). Ahora sí, tragar la pastilla y el agua, manteniendo la cabeza en esa posición.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para llegar a estas conclusiones, los investigadores contaron con una muestra de tan solo 151 participantes que puntuaron, posteriormente, la dificultad que habían percibido (por lo tanto, según un criterio subjetivo) al tragar siguiendo la técnica correspondiente.
En cualquier caso y además de las limitaciones del estudio citado, “no es adecuado generalizar, ya que lo más importante es que el paciente sea consciente de que cada medicamento tiene una forma de administrarse diferente”, según señala a Maldita.es el CGE. Esto se debe a que presentan mecanismos de acción y propiedades bioquímicas distintas. Así podemos encontrar, medicamentos en comprimidos, cápsulas, polvo, efervescentes, jarabes…
Según explican desde el CGE, dentro de cada tipo de presentación, la ficha técnica del medicamento puede indicar distintos modos de administración para mejorar la absorción o la asimilación del fármaco, como distanciar de la toma de alimentos; o por el contrario, tomarlo aprovechando las horas de la comida, la toma junto a bebidas gaseosas... “Por eso hay que destacar la importancia de consultar siempre con su enfermera o profesional sanitario de referencia, y no generalizar la toma de los fármacos (no reducir la administración al hecho de beber mucha o poca agua)”.
Respecto a si deben beberlo con botella o con vaso o más peculiaridades, “se deben de realizar más estudios de investigación que profundicen sobre este tema, para dar una recomendación más específica”.
¿Qué ocurre con los pacientes de disfagia?
Tampoco se deben generalizar recomendaciones dirigidas a pacientes con disfagia o dificultad para tragar. Estás, según aconseja el CGE, dependerán precisamente de qué problemas concretos halle la persona durante el proceso: “No se administrará de la misma forma una medicación a un paciente que puede deglutir líquidos sin problema que a un paciente con un grado de disfagia más alto”.
En estos casos, por norma general y si el medicamento tiene una presentación oral, en polvo, en granulados o en comprimidos efervescentes, el CGE considera que puede ser útil mezclar el medicamento con una pequeña cantidad de alimento, como puré, crema, compota (previa comprobación de que no hay interacción con el fármaco). Si no es posible, propone añadir la medicación a un vaso de agua mezclada con espesante suficiente como para lograr una viscosidad adecuada al paciente. “Si se trata de un comprimido efervescente, hay que disolver primero el comprimido en unos 20 mililitros de agua y, posteriormente, añadir el espesante”.
¿Qué ocurre si el medicamento se presenta en forma de comprimido o cápsula? En este caso, se debe comprobar si se puede manipular el comprimido o cápsula y, en caso de poder triturarse, hacerlo siempre con un triturador de medicamentos (para evitar la pérdida del mismo). Una vez triturado, continúa el CGE, podrá utilizarse como los medicamentos mencionados en el párrafo anterior.
“Ante la duda siempre se debe consultar con el personal sanitario de referencia, para adecuar la presentación a las características del paciente. Existen muchas presentaciones distintas y en ocasiones se puede pasar de una a otra para beneficiar al paciente”, concluyen las recomendaciones del CGE.
Cómo facilitar que un niño aprenda a tragar medicamentos en forma de pastilla
Como señalan en Kids Health, perteneciente a Nemours Children's, que se define como uno de los sistemas integrados de salud pediátrica más importantes de Estados Unidos, como ocurre con cualquier habilidad, aprender a tragarse una pastilla es algo que requiere práctica. De ahí que los padres puedan encontrarse en la tesitura de, en el momento adecuado, enseñar a sus hijos a tragar estos medicamentos.
“La edad a la que los niños aprenden mejor a tragarse pastillas varía”, señalan. De ahí que sea recomendable tratar de no comparar el momento en el que unos niños aprenden con el momento en el que lo consiguen otros (ni siquiera entre hermanos). De manera orientativa y por lo general, “los niños deben tener un mínimo de 4 años de edad y estar en una etapa en que parece que quieren colaborar y que están motivados para adquirir nuevas habilidades”.
La recomendación propuesta por Kids Health, supervisada por Elana Pearl Ben-Joseph, pediatra general y editora médica en el Center for Health Delivery Innovation en el Nemours Children's Health System, es practicar con los pequeños antes de que necesiten medicarse, para no someterlos a tanta presión en el momento que de verdad deban hacerlo.
Su consejo es “empezar con algo muy pequeño, como los toppings que cubren algunos helados o pasteles”. Después de varias pruebas eficaces, “ir aumentando lentamente y de forma gradual el tamaño de la golosina (como los trocitos de chocolate)”. Después de eso, añade, se puede empezar con las pastillas, como con vitaminas no masticables.
“Practiquen cuando tengan apagada la televisión y otros dispositivos y no haya otras distracciones. No espere que su hijo aprenda esta habilidad de un día para otro. Practíquenla de 5 a 10 minutos al día durante unas 2 semanas”, aconseja la pediatra.
Primera fecha de publicación de este artículo: 22/12/2022