“XX: ginecólogo. XY: urólogo. Los demás géneros psiquiatra”. “Las mujeres van al ginecólogo, los hombres van al urólogo y sólo existen dos sexos”. Afirmaciones como estas se utilizan en redes sociales para atacar al colectivo transexual. Sin embargo, el argumento que utilizan estos contenidos es incorrecto: no es cierto que el ginecólogo sea “el médico de las mujeres” y el urólogo sea el de los hombres. “Los médicos no escogemos especialidad por sexo o género, nos encargamos de un aparato o sistema en concreto”, explica a Maldita.es Almudena Coloma del Peso, especialista en urología femenina y funcional en LYX Instituto de Urología. De hecho, además de ser la especialidad sobre el aparato reproductor masculino, la urología también se encarga del aparato urinario, presente tanto en mujeres como en hombres.
Qué son y qué estudian la ginecología y la urología
Si bien la ginecología es la especialidad médica dedicada, entre otras cosas, al diagnóstico y tratamiento de enfermedades de los órganos reproductivos femeninos (cuello uterino, endometrio, trompas de Falopio, ovarios, útero y vagina); la urología se dedica, no solo al aparato reproductor masculino (pene, próstata y testículos), sino también al aparato urinario (la uretra, la vejiga, los uréteres y los riñones).
“El aparato urinario, que se encarga de la formación y excreción de la orina, lo encontramos en cualquier paciente. Por tanto, el urólogo atiende a pacientes de ambos sexos”, aclara Coloma. En opinión de la experta, las confusiones acerca de ambas especialidades médicas proceden de las afirmaciones como que “el urólogo es el médico de los hombres y el ginecólogo el médico de las mujeres".
¿A qué especialista debe recurrir una persona que haya pasado por una operación de cambio de sexo?
Si existe un problema en el aparato urinario, sea cual sea el sexo del paciente (mujer cis o trans u hombre cis o trans) y haya o no pasado por una operación de cambio de sexo, el especialista al que recurrir será el urólogo. En cuanto al aparato genital, “dependiendo de cuán lejos haya ido la cirugía de cambio de sexo, precisará de la asistencia del especialista en los genitales con los que nació”, señala Coloma.
Por ejemplo, si un paciente que nació con genitales masculinos se somete a un cambio de sexo en el que se amputa el pene y se crea quirúrgicamente una vagina (vaginoplastia), pero en el que no se extirpa la próstata (una pequeña glándula bajo la vejiga cuya función es la producción de semen), precisará de la correspondiente revisión por el urólogo a partir de una determinada edad, ya que pueden aparecer problemas relativos a ese órgano.
Por otro lado, si a un paciente que nació con genitales de mujer y ha pasado por una cirugía de cambio de sexo (faloplastia) no se le extirpan los ovarios, precisará revisión de estos por el ginecólogo.
“La revisión de los nuevos genitales reconstruidos, tanto los masculinos como los femeninos, se suele llevar a cabo por el grupo multidisciplinar que llevó a cabo la cirugía. Normalmente está formado por un cirujano plástico y un urólogo o ginecólogo según el caso y el centro”, aclara la experta quien recuerda que el error es orientar la atención médica en torno al género o sexo del paciente: “Las especialidades no son de uno u otro género, sino de aparatos y sistemas del cuerpo humano”.