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Si hablamos de intervenciones de cirugía estética (que no plástica y reparadora, que se realiza por motivos médicos), sí sería correcto decir que se operan más las mujeres: el 85% frente al 15% de hombres. La gran pregunta es: ¿por qué se operan más ? ¿Hay una causa biológica detrás de estas cifras, como el envejecimiento, el porcentaje de grasa o la cantidad de “partes operables”? ¿O las causas tienen más que ver con roles sociales y presión sobre la autoestima? Desde Maldita.es, hablamos con expertos y expertas tanto en este tipo de cirugías como en salud mental. También os lo contamos en el podcast Abro Paraguas que puedes escuchar en Podimo.
Por qué no puede afirmarse que las mujeres envejezcan antes que los hombres
“Las mujeres se operan más porque envejecen antes, o peor, que los hombres”. Este es uno de los argumentos utilizados coloquialmente para explicar que el porcentaje de operaciones estéticas en mujeres sea tan superior al de operaciones en hombres. En realidad, como explica a Maldita.es Guillermo López Lluch, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide especializado en metabolismo y envejecimiento y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, “es bastante complicado” establecer en qué punto concreto comienza el envejecimiento.
Lo que se sabe al respecto es que este proceso comienza a partir de la edad adulta: el cuerpo deja de crecer y la prioridad del organismo pasa a ser su propio mantenimiento. Tras esta etapa, comienza un proceso de deterioro, precisamente el que se asocia al envejecimiento. “No creo que haya una edad determinada, sino que es algo que aumenta con el tiempo”, aclara López Lluch.
El envejecimiento no comienza cuando empiezan a salir las primeras canas o cuando ya ha aparecido una enfermedad, como recuerda a Maldita.es María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) e investigadora en envejecimiento, quien añade que este depende de factores previos, incluso, al nacimiento. Dolores Puga, científica titular del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, donde trabaja en el Grupo de Investigación sobre Envejecimiento, describe este último como “un proceso permanente y paulatino”.
Lo que sí se ha comprobado es que tanto su inicio como la velocidad del proceso difiere entre hombres y mujeres: mientras que en ellos suele comenzar antes y ser progresivo, en ellas se inicia más tarde, pero ocurre más rápido. “En las mujeres, el envejecimiento está condicionado por el ciclo menstrual y el mantenimiento de la función reproductora: tienen un envejecimiento más lento al comienzo pero, tras la menopausia, se acelera más que en los hombres”, explica el Lluch. Aún así, son muchas las preguntas sobre este proceso las que todavía quedan por resolver.
En cualquier caso, este no sería el motivo (al menos, aislado) por el que el porcentaje de operaciones en mujeres sea mayor, aunque, en opinión de José Valdecasas, responsable de comunicación de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, sí sea cierto que “la sociedad tolera mejor el envejecimiento del varón”.
Es cierto que las mujeres tienen mayor porcentaje de grasa que los hombres, pero no es el motivo por el que se operan más
Para el mismo Índice de Masa Corporal (IMC), las mujeres suelen tener alrededor de un 10% más de masa grasa que los hombres. La distribución, además, no es la misma: mientras que en ellas la grasa suele ser subcutánea (justo debajo de la piel) y acumularse en glúteos y piernas, ellos almacenan más grasa visceral (la que se acumula dentro y alrededor de los órganos y, por lo tanto, más peligrosa pero menos visible), en la zona del abdomen.
De ambas, el tipo de grasa que percibimos a simple vista es la grasa subcutánea. “Suele generar mayor preocupación, pero causa menor impacto en nuestra salud que la visceral”, explica a Maldita.es Diana Díaz Rizzolo, nutricionista e investigadora en la Universidad de Columbia (Nueva York, Estados Unidos). Además, la grasa visceral no es operable, como sí lo es la subcutánea. De hecho, la intervención quirúrgica a través de la que se extrae este tipo de tejido es la liposucción y es la segunda más común en mujeres.
Aun en este contexto, que las mujeres tengan más cantidad de masa grasa que los hombres y que esta sea una de las intervenciones mayoritarias entre ellas, no es la razón (al menos, aislada) que mencionan los expertos por la que ellas se someten a más operaciones estéticas que ellos.
Las mujeres no tienen “más zonas operables”
Otro de los argumentos para justificar esta diferencia de porcentajes es que las mujeres, en teoría, tienen más zonas en el cuerpo susceptibles de ser operadas que los hombres. Marta García Redondo, médica especialista en cirugía plástica estética y reparadora y miembro de la SERC, señala a Maldita.es que “no es cierto que las mujeres tengan más partes en el cuerpo para operar”, básicamente porque “tienen las mismas” que los hombres.
De hecho, las mamas son lo que más se operan las mujeres, pero hay que recordar que los hombres también tienen y se las pueden operar para reducírselas (una intervención que se llama ginecomastia) o implantarse prótesis.
La cirugía más demandada por los hombres es la blefaroplastia, en la que se extirpa el exceso de piel de los párpados. “También se someten a cirugías estéticas faciales, de cuello, de tronco (en el caso de las prótesis de abdominales), extremidades (implantes en la zona de los gemelos), cirugías del contorno corporal… “, añade García. Zonas corporales de las que disponen tanto ellas como ellos.
Entonces, ¿por qué se operan más las mujeres que los hombres?
La razón por la que las mujeres se someten más a este tipo de operaciones que los hombres según Elena Herráez, psicóloga del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (COP), es que tradicionalmente, ha habido una mayor presión sociocultural sobre el aspecto que deben tener las mujeres, lo que supone una mayor preocupación por su imagen física que afecta a su autoestima, que sobre el que deben tener los hombres.
“La cirugía estética es una demanda eminentemente femenina, quizás en alguna medida por la propia fisionomía, pero también porque la cultura de la imagen sigue siendo más demandante o exigente para las mujeres”, reconoce la SECPRE en su informe ‘La realidad de la cirugía estética en España’ [pág. 35].
Como recuerda la psicóloga clínica Berta Largo Rubio a Maldita.es, este es un requerimiento implícito que se siembra en la niñez: “Los regalos que se hacen a los niños suelen ser muy diferentes a los que se hacen a las niñas. Los de ellas, muchas veces se centran en cuidarse a sí mismas (maquillaje, vestidos, peinados…) y a los demás (bebés, muñecas…), mientras que los de ellos les animan a explorar, a ser valientes, a construir, a arreglar…”.
“Socialmente se exige más físicamente a las mujeres. Ahora es cuando están cambiando un poco las cosas pero tradicionalmente siempre ha sido así”, señala a Maldita.es Elena Dapra, psicóloga del COP quien recuerda la existencia de cánones de belleza occidentales que se ven potenciados por las redes sociales.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) e investigadora en envejecimiento y Guillermo López Lluch, catedrático de la Universidad Pablo de Olavide especializado en metabolismo y envejecimiento.
María Blasco forma parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.
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