Tripledemia es el término que se está utilizando de forma coloquial durante la temporada de invierno 2023-2024 para describir el rápido aumento de casos de tres infecciones respiratorias: gripe, COVID-19 y virus respiratorio sincitial (VRS). Para evitar el aumento de casos y, con ello, el colapso del sistema sanitario, existen cinco claves, farmacológicas y no farmacológicas, a nuestra disposición:
Seguir las recomendaciones de vacunación
Usar mascarilla en caso de síntomas, positivo o en espacios como centros médicos
Evitar el contacto con personas contagiadas
Prestar atención a una correcta higiene de manos
Acudir a urgencias solo cuando es realmente necesario
Winter season in the EU/EEA is on, and so is the rise in respiratory diseases infections.
— ECDC (@ECDC_EU) December 20, 2023
What to do?
There are some simple steps to follow!
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Sigue las recomendaciones de vacunación
Las vacunas funcionan y actualmente existen vacunas para prevenir o reducir el riesgo de las tres infecciones respiratorias protagonistas de la tripledemia. El objetivo de la vacunación contra cualquiera de ellas es, además de reducir el riesgo de la persona vacunada de contraer y desarrollar estas infecciones, reforzar la protección de las personas más vulnerables y del personal sanitario y sociosanitario para reducir el impacto de estas enfermedades sobre la salud de las personas y la capacidad de la atención, tanto sanitaria como sociosanitaria.
En la temporada 2023-2024, se recomienda la vacunación tanto frente a la gripe como a la COVID-19 a personas mayores de 60 años, de cinco años o más internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, menores de 60 años de edad con condiciones de riesgo (diabetes, obesidad, enfermedades crónicas…), embarazadas y que convivan con personas con alto grado de inmunosupresión. En el caso de la gripe, también se recomienda la vacunación en población infantil de entre seis y 59 meses de edad.
Puedes consultar más detalles sobre las recomendaciones relacionadas con estas vacunas en este documento actualizado del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Sobre la llamada vacuna contra el VRS (aunque en realidad es un fármaco de prevención pero no una vacuna) y con el objetivo de prevenir tanto bronquiolitis como la neumonía por este virus, durante la temporada 2023-2024 se recomienda su aplicación a población infantil con alto riesgo de enfermedad grave por VRS y a todos los menores de seis meses al inicio o durante la temporada de VRS.
Usa la mascarilla si tienes síntomas o eres positivo en alguna infección respiratoria
Las evidencias científicas disponibles muestran que el uso de mascarilla quirúrgica sí es útil para reducir la transmisión y el contagio de virus respiratorios.
Como explicamos en Maldita.es, debido al riesgo de acumulación en espacios interiores de aerosoles en el aire, usadas adecuadamente, las mascarillas son una herramienta eficaz para reducir los contagios: filtran el aire que respiramos para que esos aerosoles se queden fuera (o dentro, si los infectados somos nosotros y así protegemos a los demás). Siempre y cuando, eso sí, se utilicen correctamente.
Presta atención a la higiene de manos
Como señalan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), lavarse las manos es una de las mejores formas de protegerse a uno mismo y a la gente de nuestro alrededor de infecciones tanto respiratorias como diarreicas.
Si, por el motivo que sea, alguno de estos virus ha llegado a nuestras manos y estas entran en contacto con ojos, nariz o boca; así como a alimentos que posteriormente vamos a consumir, el riesgo de contagio aumenta. Lavándonos las manos con agua y jabón o con gel hidroalcohólico (con al menos un 60% de alcohol), neutralizaremos los microbios que puedan estar presentes en la zona, disminuyendo la posibilidad de infección.
¿Cuándo acudir al centro de salud?
Las complicaciones de la gripe no son frecuentes y se producen sobre todo en pacientes ancianos, o con enfermedades crónicas. “Para evitar la saturación de los centros de salud y hospitales, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) recomienda a los pacientes que sufran gripe y COVID no ir a Urgencias a menos que sea absolutamente necesario. Si bien estos virus provocan una enfermedad molesta, puede combatirse desde casa en personas que no tienen patologías previas (autocuidado)”, señala la sociedad médica.
Además, llaman a la responsabilidad de la población para acudir a urgencias sólo cuando se den una serie de circunstancias determinadas:
Si el paciente es población vulnerable, como bebés, ancianos o personas con patologías especiales.
Si se tiene sensación de falta de aire, ahogo o dificultad para respirar con normalidad.
Si se tiene dolor en el pecho con tos muy intensa.
Si se tienen vómitos o diarreas que no cesan.
Si hay alteraciones de consciencia.
Si se tiene fiebre alta durante 48 horas que no remite con la medicación habitual.
Si se pertenece a un grupo sensible como embarazadas, personas inmunodeprimidas, personas con cardiopatías, con enfermedades crónicas o diabetes.
Cómo distinguir COVID-19, VRS y gripe
Tanto la COVID-19, como la gripe y el VRS causan síntomas respiratorios y se propagan de la misma manera, a través de pequeñas gotas de líquido de la nariz y la boca de alguien que está enfermo. Existen recursos donde puedes consultar las diferencias más importantes entre la COVID-19 y la gripe, como este artículo de los CDC. Entre ellas, el tiempo que tardan en aparecer los síntomas después de la exposición e infección, durante cuánto tiempo pueden propagar las personas el virus, cómo se transmiten, con qué complicaciones se relaciona cada uno, o cuáles son los tratamientos y vacunas aprobados para cada una.
En cualquier caso, la diferencia principal entre estas tres infecciones respiratorias es el virus que las causa: el SARS-CoV-2 en el caso de la COVID-19, la influenza en el de la gripe y el VRS en las bronquiolitis y neumonías por la infección de este virus. De ahí que la única forma de confirmar uno u otro cuadro médico sea realizar una prueba específica para detectar estos virus en nuestro organismo.
La importancia de reducir el contagio
Reducir la posibilidad de transmisión y contagio de cualquier virus respiratorio es beneficioso para todos nosotros. No solo para los considerados grupos de riesgo, sino para cualquiera que pueda beneficiarse de un sistema sanitario sin colapsos asistenciales.
“Son más las personas que acuden a atención primaria y hospitales, unos servicios ya tensionados por la pandemia, y en los que persisten problemas estructurales, y algunos burocráticos (como la gestión de las bajas), todavía no resueltos”, explican los seis expertos en salud pública que firman este artículo de The Conversation. De ahí la importancia de asumir las medidas necesarias para evitar o reducir el riesgo de contagio de estas o cualquier otra infección respiratoria.