La niebla se asocia habitualmente con Londres o con el terror por videojuegos como Silent Hill. ¿Pero sabes realmente qué es y cómo se forma?
La niebla es la suspensión en el aire de gotas muy pequeñas de agua, habitualmente microscópicas, que generalmente reducen la visibilidad horizontal a menos de un kilómetro, explica la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Si la visibilidad es inferior a 200 metros se considera niebla espesa. En cambio, si las gotitas no reducen la visibilidad horizontal a menos de un kilómetro se considera neblina, según la Organización Meteorológica Mundial.
¿Y cómo se forma? Pues depende de los distintos tipos de niebla que existen?
Niebla de irradiación: el suelo enfría el aire
Cuando la temperatura del suelo desciende, esto induce una disminución de la temperatura del aire de la capa en contacto con el suelo de hasta o por debajo de su punto de rocío. Entonces se genera lo que se llama niebla de irradiación o de radiación. Estas nieblas ocurren de noche, aunque pueden empezar a formarse tras la puesta de sol y normalmente no se disipan hasta después de la salida del sol. ¿Y por qué se llama niebla de irradiación? Porque el suelo enfría el aire mediante la emisión de radiación infrarroja.
Una capa superficial de aire relativamente húmedo que se encuentra debajo de una capa seca, cielos despejados y vientos superficiales débiles favorece que se formen estas nieblas. Es una niebla con poco espesor aunque puede reducir mucho la visibilidad horizontal.
Un subtipo de niebla de irradiación es la niebla baja. Se produce por irradiación nocturna y aunque suele ser densa, a través de ella se pueden ver las estrellas y el Sol.
Niebla de advección: el aire húmedo pasa sobre una superficie fría
La niebla que se forma al pasar una masa de aire húmedo sobre una superficie más fría es la niebla de advección. Una baja temperatura de la superficie hace que la masa de aire húmeda disminuya su temperatura. De esta forma aumenta su humedad relativa y resulta en la condensación del vapor de agua del aire.
Niebla de evaporación: el aire frío pasa sobre agua caliente
La niebla por evaporación o niebla por advección fría se forma por el movimiento del aire frío y estable sobre una masa de agua mucho más cálida. Al evaporarse parte del agua cálida, se satura el aire frío que está encima y el vapor de agua se condensa en el aire frío. Así se produce lo que se conoce como niebla de vapor, mar humeante o humo de mar Ártico, según el Atlas Internacional de Nubes de la Organización Meteorológica Mundial.
Niebla de montaña y de ladera: nubes más bajas que la cumbre
Otro tipo de niebla es la niebla de montaña que puede producirse porque la base de la nube está a una altura más baja que la cumbre de las montañas. También se denomina así la nubosidad baja que cubre terrenos elevados, explica la Organización Meteorológica Mundial. Un subtipo es la niebla de ladera, que se forma cuando el aire asciende sobre terrenos en pendiente y alcanza la temperatura de saturación debido al enfriamiento.
Niebla frontal: lluvia cálida sobre aire frío
La niebla frontal se forma cuando la lluvia procede de aire cálido y precipita sobre aire frío y estable. Si hay poco viento, la niebla puede formarse por la evaporación de las gotas de lluvia que saturan el aire próximo al suelo.
Niebla engelante: gotas que se congelan al contacto
La niebla que genera los depósitos de hielo conocidos como cencellada es la niebla engelante. Este fenómeno metereológico está formado por gotitas de agua que están en estado líquido a temperaturas inferiores a los 0º C y que al chocar contra la vegetación u otros objetos se congelan.
Niebla helada: vapor de agua congelado en zonas muy frías
La niebla helada es la suspensión en el aire de numerosas partículas de hielo diminutas que reducen la visibilidad en la superficie de la Tierra. Ocurre en latitudes altas, normalmente con tiempo despejado y en calma, y a temperaturas que suelen estar por debajo de −30 °C. El vapor de agua que se condensa y congela suele provenir de actividades humanas.
Niebla en bancos: en zonas pequeñas
Por su parte, la niebla en bancos ocurre por factores locales, que se extiende sobre un área pequeña de algunos centenares de metros, explica la AEMET.
Si quieres saber por qué las nieblas son persistentes en algunos lugares y se disipan cada mañana en otros, la AEMET lo explica en su blog. La respuesta corta es que en cuencas y valles pequeños se forman más fácilmente nieblas pero también se disipan antes. En cambio en valles más grandes una vez que aparece la niebla es más difícil que desaparezca.
Primera fecha de publicación de este artículo: 18/11/2020