En estas fechas vuelve a resurgir una frase que seguramente hayas oído: una vez muertas, a las personas les sigue creciendo el pelo y las uñas. Si esto fuese cierto, le daría a la muerte un cariz aún más siniestro. Pero es un mito.
Al morir, tanto la fisiología como la bioquímica de nuestro cuerpo cesan en su actividad, así que ninguna de estas estructuras continúa su crecimiento, señala a Maldita.es Isabel Fernández Corcobado, bióloga, doctora en Antropología Forense y Técnicas criminalística y miembro de la Asociación Internacional de Forenses. La sensación de crecimiento que ocurre en ocasiones en realidad se debe al retraimiento de la piel y de los tejidos blandos del cuerpo por la deshidratación durante la descomposición.
Por lo tanto, los tejidos que sostienen al pelo y las uñas ofrecen la falsa apariencia de que el pelo y/o uñas parecen haberse alargado, "cuando en realidad lo que se ha acortado en grosor es el tejido que los soporta", aclara Fernández Corcobado.
Primera fecha de publicación de este artículo: 02/11/2021