Puede que, durante una racha de fuertes lluvias, hayas dado con una recomendación algo menos habitual que el ‘desenchufe los aparatos eléctricos’ de siempre: que, mientras dura el temporal, procures no ducharte. ¿Tiene sentido? Lo cierto es que sí. El motivo es que esta acción involucra dos materiales considerados buenos conductores, el metal y el agua, lo que aumenta el riesgo de accidente en caso de tormenta eléctrica.
Desde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan no bañarse ni ducharse durante una tormenta eléctrica, pero tampoco lavar platos ni mantener ningún otro contacto con el agua. El motivo, señalan, es que los rayos podrían incluso atravesar las tuberías del edificio.
Como señala en The Conversation James Rawlings, profesor de Física en la Universidad de Nottingham Trent (Reino Unido), a menos que una persona se encuentre en un baño exterior o duchándose bajo la lluvia, es muy improbable que un rayo caiga sobre ella durante una tormenta eléctrica. Ahora bien, en caso de encontrarse dentro de un edificio sobre el que impactase este tipo de descarga, “la electricidad seguirá el camino de menor resistencia hasta el suelo”.
“Tanto los cables metálicos como el agua en las tuberías proporcionan un camino conductor conveniente para que la electricidad siga hasta el suelo. La ducha proporciona ambas cosas (agua y metal), lo que la convierte en un camino ideal para la electricidad”, explica Rawlings. Sobre todo en caso de instalaciones antiguas.
Miguel Assal, instructor del Servicio de Atención Médica de Urgencias (SUMA) y divulgador sobre primeros auxilios, subraya a Maldita.es que la probabilidad de que esto ocurra es baja pero que, mientras exista, el riesgo sigue ahí: “Si tienes la mala suerte de que caiga un rayo sobre tu edificio, hay más probabilidades de que sea en la ducha que en otra parte de la casa, lo que nos expondría a una descarga que, en el peor de los casos, podría provocar quemaduras e incluso el fallo respiratorio, cardíaco y la muerte”. Seguir las recomendaciones anteriores, añade el experto, reducirá el riesgo de que esto ocurra.
Este artículo forma parte del 220º consultorio de Maldita Ciencia.