Nos habéis preguntado por uno de los ingredientes más comunes en cualquier pastelería: el chocolate blanco. En concreto, si realmente se trata de chocolate como tal ya que, aunque este es de un color diferente al del cacao, parte de su olor y sabor es muy parecido al del chocolate negro o con leche habituales.
Para conseguir el que llega a nuestra despensa, ya sea en polvo o en tableta, se extraen las semillas del cacao y se dejan secar. Una vez secas, se trituran hasta conseguir licor o pasta de cacao: chocolate puro en forma líquida. Es en este momento cuando se filtra y se separan las partículas de cacao (las que se utilizarán para conseguirlo en su forma en polvo) y la manteca, que supone el ingrediente principal del chocolate blanco. Por eso nos referimos a él bajo la palabra "chocolate". Esta manteca es la culpable del aroma y sabor similar al del cacao.
Según la legislación, y como explica el dietista-nutricionista Daniel Ursúa a Maldita Ciencia, solo puede denominarse "chocolate blanco" a aquellos productos que contengan, al menos, un 20% de manteca de cacao y un 14% de leche (puede ser en polvo). "Por lo tanto, debemos desconfiar de aquellos productos que evitan utilizar la denominación chocolate blanco, y no son pocos", advierte el experto.
Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos, confirma a Maldita Ciencia que el chocolate blanco es legalmente chocolate, siempre que se ajuste a la normativa citada. Eso sí, recuerda que "en el chocolate blanco el único ingrediente procedente del cacao es la manteca; no lleva cacao en polvo".
Ahora bien, aunque la legislación acepte esta nomenclatura, si tenemos en cuenta su composición, en ella no hay ni rastro de la masa del cacao, en la que se encuentran las sustancias de las que derivan los posibles beneficios de su consumo.
"Al igual que al refinar cereales quitamos aquellas partes que pueden resultar realmente interesantes por sus cualidades nutricionales; al quitar la masa del cacao estamos perdiendo todos sus nutrientes", indica Ursúa.
Por otro lado, el dietista-nutricionista nos invita a prestar atención al etiquetado del producto en cuestión, ya que ni si quiera la manteca de cacao es siempre el ingrediente principal. "Si tenemos en cuenta que la manteca de cacao, por si misma, no es precisamente saludable y que, en este tipo de preparaciones, suele ir acompañada de azúcar refinado, podemos decir que este no es un producto recomendable".
De hecho, Ursúa especifica que, como en el chocolate 'negro', en muchas ocasiones el primer ingrediente que nos encontramos es el azúcar, lo que empeora aún más el balance de este producto.
"Si se está interesado en el valor nutricional del chocolate, mejor escoger uno con un porcentaje alto de cacao (más del 65%), fijarnos en el nombre para que sea de verdad chocolate, y no sucedáneo de chocolate y olvidarnos de 'chocolates con cosas'", aconseja Robles.
Primera fecha de publicación de este artículo: 10/02/2020