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¿Las mujeres tienen próstata? Contenidos en redes sociales y tiktoks intentan abordar esta cuestión desde diferentes perspectivas: enfermedades como el cáncer relacionado con este órgano, consultas sobre anatomía o incluso insultos tránsfobos. ¿El concepto de ‘próstata’ se puede aplicar al aparato reproductor femenino como al masculino? El femenino cuenta con un órgano que tiene un origen común a la próstata del masculino y con el que comparte algunas sustancias: las glándulas de Skene.
Pero la función de ambos órganos es distinta y no hay consenso científico en considerar estas estructuras como homólogas en hombres y mujeres cis. A menudo se habla de estas glándulas como “próstata femenina” (ver ejemplos 1 y 2), aunque no es un término médico ni anatómico. Por último, las glándulas de Skene pueden desarrollar inflamaciones e infecciones, pero nunca un cáncer de próstata, por lo que no es correcto hablar de cáncer de próstata en mujeres.
Similitudes entre próstata y glándulas de Skene: origen y sustancias
Vicent Carmona, especialista en ginecología y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica que durante el desarrollo del aparato genitourinario —los genitales externos y los órganos relacionados con la orina— hay una estructura que acabará por formar distintos órganos según el sexo del embrión: el seno urogenital.
El seno urogenital da lugar a lo siguiente: “En ambos sexos se desarrolla la vejiga y la uretra. En varones, la próstata y glándulas bulbouretrales. En mujeres, la vagina, las glándulas uretrales, las glándulas de Skene y las glándulas vestibulares”, precisa Carmona. Este seno urogenital es la estructura común de la que surgen la próstata y las glándulas de Skene.
Xuxa Sanz, experta en salud de la mujer y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, detalla que en el feto femenino existen unos conductos (conductos de Müller) que son los que darán lugar a la vagina, trompas de falopio y cérvix. En el feto masculino, esta estructura se fusiona con otros conductos (conductos de Wolff) para generar las vesículas seminales, próstata y la uretra, por donde se eyacula.
Además de este origen embriológico común, Sanz añade que el contenido de las glándulas se ha analizado y “se han visto algunas sustancias similares que en la próstata (enzimas, antígenos, etc.)”. Aun así, Sanz apunta que “no existe consenso científico en que sean lo mismo, porque no hay evidencia suficiente”.
Diferencias entre próstata y glándulas de Skene: funciones y enfermedades
A las glándulas de Skene se las denomina “próstata femenina”, pero este nombre “no equivale a un término médico o anatómico”, explica Carmona. La función de estas glándulas es donde radica la principal diferencia con la próstata: su cometido es “lubricar la entrada de la vulva y vagina durante las relaciones sexuales”.
Por su parte, la próstata ayuda a producir semen y aporta componentes importantes a la eyaculación, como elementos químicos, enzimas y antígenos.
Esta disparidad en las funciones es la principal diferencia entre la próstata y las glándulas de Skene. Como dice Sanz, aún faltan evidencias para hablar de que estos órganos sean homólogos. Parte de esta falta de evidencias puede deberse, en su opinión, al “sesgo androcentrista [todo se orienta en torno al varón] enorme” que existe en las ciencias médicas.
Por otro lado, las enfermedades que pueden sufrir ambos órganos también son diferentes. Carmona indica que las más comunes en la glándula de Skene son la inflamación y/o la infección, “pero nunca pueden desarrollar un cáncer de próstata”. En el caso de la próstata encontramos la prostatitis, la hiperplasia prostática benigna y el propio cáncer de próstata.
“Aunque su origen embriológico sea común, las glándulas de Skene NO son el equivalente a la próstata en las mujeres cis, no tienen la misma estructura de tejidos ni la misma función: las mujeres cis no tienen próstata”, concluye Carmona.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes Xuxa Sanz, enfermera y experta en salud de la mujer, y Vicent Carmona, especialista en ginecología.
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