Republicamos este artículo publicado originalmente en Science Media Centre España el 7 de diciembre de 2022.
Imagen destacada: Cultivo en agar sangre de 'Streptococcus pyogenes' (Grupo A de Lancefield). Micronerdbox/Wikimedia
La Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA) ha detectado en el último mes un aumento inusual de infecciones por Streptococcus pyogenes. Esta bacteria es responsable de infecciones leves, pero también de cuadros más graves como la escarlatina y, sobre todo, la enfermedad invasiva. Las autoridades británicas han dado la voz de alarma después de que al menos ocho niños fallecieran por este patógeno. En España la Sociedad Española de Infectología Pediátrica ha informado de que también ha habido algunas muertes y están analizando si se ha producido un aumento inusual de casos.
¿Qué ha pasado?
Reino Unido ha detectado en el último mes una actividad inusual para esta época del año en el número de casos de escarlatina y de enfermedad invasiva causada por estreptococo del grupo A en niños. Ambas enfermedades son provocadas por la misma bacteria, Streptococcus pyogenes.
El brote saltó a los medios después de que se anunciara que varios niños —al menos ocho— habían fallecido debido a este patógeno. La temporada habitual suele ser en primavera, por lo que esto implica que se ha adelantado tras varios años de baja circulación. En comparación, en la temporada 2017-2018 se detectaron cuatro fallecimientos.
¿Qué es 'Streptococcus pyogenes' y por qué hay preocupación?
Se trata de una bacteria común, que no siempre provoca una enfermedad y que incluso se puede encontrar en la garganta de algunas personas. Sin embargo, en algunos casos puede producir infecciones leves —como amigdalitis y faringitis— y también graves. Las más conocidas son la escarlatina y, sobre todo, las infecciones invasivas.
Las infecciones invasivas suponen los cuadros más graves que puede provocar S. pyogenes y tienen lugar cuando la bacteria llega donde no debería. Por ejemplo, la sangre o los pulmones. Son poco frecuentes, aunque más comunes si la persona tiene heridas abiertas, problemas de salud o está inmunocomprometida. En el peor de los casos puede dar lugar a fascitis necrosante y síndrome de shock tóxico estreptocócico. Esta bacteria es responsable de muchos casos de sepsis pediátrica.
¿Por qué están aumentando los casos ahora, si el pico suele ser en primavera?
La Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA) está investigando los brotes, pero todavía no sabe la causa por la que se están detectando más casos de escarlatina y de cuadros invasivos.
De momento no hay evidencias de que haya una nueva cepa y se piensa que la causa más probable es que la circulación de la bacteria es mayor de lo habitual en estos momentos, quizá porque se ha producido una coincidencia temporal en las cepas que causan estos dos cuadros. Además, el aumento en los casos de enfermedad invasiva puede estar relacionado con el aumento en la circulación de virus respiratorios, ya que S. pyogenes puede revelarse como una sobreinfección tras una infección viral como VRS y gripe.
A esto hay que sumar que la vuelta a la normalidad en lo que respecta al contacto social ha hecho que regresen patógenos cuya circulación había sido baja o nula en los últimos años. En algunos casos sus temporadas se han adelantado, pero harán falta estudios más adelante para comprender las causas y analizar si el impacto y la severidad también han sido mayores.
La temporada se ha adelantado pero, ¿es el aumento considerable respecto a otros años?
Hay que tener en cuenta que en los últimos años se ha observado un aumento de la incidencia en la escarlatina. Un estudio publicado en 2019 en la revista The Lancet Infectious Diseases hablaba de un incremento en Inglaterra desde 2014 “sin precedentes en tiempos modernos”. En Europa y España también se han observado crecimientos en el número de casos de enfermedad invasiva.
La hemeroteca británica da cuenta de esta tendencia. “Mayor número de casos [de escarlatina] en 20 años”, titulaba la BBC en 2014. En 2016 hablaban del mayor pico “en 49 años” para, en 2017, volver a superar el récord y redondear la cifra hasta el medio siglo.
Los datos de la UKHSA muestran que las cifras actuales de escarlatina son altas, pero que están muy lejos del pico de la temporada de 2017-2018. Algo similar sucede con los números de enfermedad invasiva. Aun así, la elevada transmisión para esta época del año, coincidente con virus respiratorios como el VRS y la gripe, ha generado preocupación en la agencia sanitaria británica.
¿Puede pasar lo mismo en España?
En España no hay una red de vigilancia comparable a la que existe para virus respiratorios como la gripe o el SARS-CoV-2. Además, las enfermedades provocadas por S. pyogenes no son de declaración obligatoria. Esto dificulta conocer la incidencia a nivel nacional y las tendencias prepandémicas, aunque sí que existen redes que han estudiado esta bacteria en los últimos años.
La Sociedad Española de Infectología Pediátrica ha informado de que se están llevando a cabo análisis de las últimas semanas y meses para ver si también ha habido un aumento inusual de casos. "Se conoce el fallecimiento de algunos niños y un número por determinar de casos graves que podrían hacer pensar que estamos sufriendo también un aumento de casos”, ha avisado.
No se puede descartar que lo observado en Reino Unido se repita en otros países, pero la falta de datos históricos y el aumento de la vigilancia pueden hacer que sea difícil evaluar y contextualizar los brotes.
¿Qué deben hacer los padres y madres?
La mayoría de infecciones por Streptococcus pyogenes no son graves, sobre todo si se toman antibióticos. Algunos de los signos más comunes son fiebre, dolor de garganta y enrojecimiento e inflamación de las amígdalas, que pueden presentar manchas blancas.
La escarlatina puede comenzar como una gripe, con síntomas como fiebre alta, dolor de garganta e inflamación en el cuello. El síntoma más característico es el sarpullido que le da nombre.
Las infecciones invasivas son muy raras. Los síntomas iniciales son dolor de garganta, fiebre, escalofríos y dolor muscular, pero pueden provocar una enfermedad muy grave en menos de 24 horas, por lo que es importante acudir rápidamente al médico si los síntomas empeoran.