En el momento en el que publicamos este consultorio, estamos entrando en la temporada más fría del año en el hemisferio norte. Solemos relacionar otoño e invierno con enfermedades típicas de la época, como gripes y resfriados. Su origen son diferentes tipos de virus que, cuando entramos en contacto con ellos, tenemos el riesgo de desarrollar una infección con todos sus síntomas.
Así, queremos recordar que los resfriados están causados por un patógeno (varias familias de virus), no por el frío, ni por tener el pelo mojado ni por andar descalzos en invierno.
Lo que sí es cierto es que durante la temporada invernal se dan condiciones ideales para que este patógeno tenga más oportunidades de transmitirse (pasamos más tiempo en espacios interiores y con poca ventilación) o para que nuestro sistema inmune se vea debilitado (ya que las bajas temperaturas y la reducida humedad disminuyen la defensa de las mucosas nasales).
En Maldita.es ya resolvimos la consulta sobre por qué salir con el pelo húmedo a la calle puede favorecer los resfriados, pero, ¿qué ocurre si dormimos con el pelo mojado? Hacerlo no aumenta las posibilidades de resfriado, pero sí que existen otros problemas de salud que consideramos importante comentar si eres de los que suele irse a la cama con la cabellera aún remojada.
A la pregunta sobre si salir a la calle en invierno con el pelo húmedo aumentaba el riesgo de resfriado, Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) explicaba que, lo que en realidad podría ocurrir, es que esto hiciese que nuestra temperatura corporal se redujese, lo que contribuye a que nuestro sistema inmune en las fosas nasales o la garganta esté algo más débil.
Ahora bien, irse a dormir con el pelo mojado no conlleva una disminución de la temperatura tanto como salir al aire libre: las condiciones de temperatura de una habitación y de una cama son más regulables y no tienen un impacto tan negativo como salir a la intemperie cuando hace frío.
Esto lo confirma la organización Sleep Foundation, dedicada a divulgar sobre las ciencias del sueño con redactores especializados y evidencias científicas: “Mucha gente cree que dormir con el pelo mojado puede aumentar el riesgo de resfriarse, pero no hay evidencia científica de que el pelo mojado cause directamente algún tipo de enfermedad, ni siquiera el resfriado común”.
Dejando esto claro, vamos a aprovechar para hablar de otros problemas de salud que sí se pueden vincular con irse a la cama con el pelo mojado: el riesgo de desarrollar infecciones fúngicas (producidas por hongos). Con esta práctica es posible crear en nuestras almohadas y ropa de cama las condiciones ideales de humedad y temperatura para hongos potencialmente dañinos. Este breve artículo científico de 2005 encontraba hasta 16 especies de hongos en almohadas que podrían ser un peligro para la salud, especialmente en personas con enfermedades respiratorias como asma o sinusitis.
Otras infecciones fúngicas que pueden aparecer con esta práctica son la tiña y la dermatitis seborreica. La tiña es una infección de la piel causada por un hongo y que puede afectar a la barba, al cuerpo, a los pies o a la cabeza. En esta última puede provocar picor y rotura del cabello, aparición de parches de calvicie con puntos negros, zonas rojas hinchadas y escamas en el cuero cabelludo, explica Sleep Foundation.
La dermatitis seborreica, por otro lado, aparece vinculada a las Malassezia, un género de levadura presente en la piel. Se manifiesta con escamas secas (caspa) o con una descamación seca u oleosa del cuero cabelludo con picor variable. Si es más grave, aparecen pápulas o pequeños bultos descamados de color amarillento y rojizo en el cabello, detalla la web especializada en salud MSD Manuals.
En definitiva, no hay evidencias de que irse a la cama con el pelo mojado aumente la posibilidad de desarrollar un resfriado. Pero tampoco es una práctica recomendable, ya que existen enfermedades fúngicas que las condiciones de humedad y temperatura que provoca irse a la cama con el pelo húmedo pueden favorecer.