Otra de las preguntas que nos planteasteis de cara a este, nuestro consultorio, fue en qué consiste la hipersomnia y si es similar a la narcolepsia. Como la narcolepsia, la hipersomnia es un trastorno del sueño que también está relacionado con un agotamiento excesivo. Ahora bien, la segunda “no suele implicar quedarse dormido repentinamente (ataques de sueño) o la pérdida del control de los músculos debido a emociones fuertes (cataplejía)”, como resume MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Entonces, ¿cómo reconocemos un caso de hipersomnia? ¿Podemos hacer algo para evitarla?
Como ya explicamos en Maldita.es, la falta de sueño es perjudicial para nuestra salud tanto a corto como a largo plazo. En el primer caso, puede hacernos sentir cansados y afectar a nuestro rendimiento, disminuyendo la capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente e incluso formar recuerdos. En el segundo, la cosa se complica todavía más, involucrando incluso a nuestro sistema inmunitario y aumentando el riesgo de diferentes patologías. En conclusión, junto a la alimentación y la actividad física, el sueño y el descanso son un pilar fundamental en un estilo de vida saludable.
Ahora bien, el exceso de sueño también puede suponer un problema, en especial cuando nunca ‘nos parece lo suficiente’. Esto es lo que ocurre en casos como el que nos trae hoy aquí, la hipersomnia, cuyo síntoma principal es la sensación de agotamiento y sueño extremo durante el día, a pesar de haber dormido profundamente en la noche, tal y como explica el Instituto Europeo del Sueño.
Tal y como avanzábamos, su principal diferencia con la narcolepsia es que solo produce un estado de pesadez o sueño durante el día. Agotamiento que no se recupera siquiera con pequeñas siestas. La narcolepsia, por su parte, sí que ocasiona cabezadas de manera involuntaria a cualquier hora y lugar, llegando incluso a perder el control de los músculos.
¿Quiere esto decir que la hipersomnia no interfiere y perjudica la vida diaria de quien la padece? Negativo. “La necesidad de dormir puede aparecer en cualquier momento, incluso cuando conduces un automóvil o trabajas, lo que hace que la hipersomnia idiopática sea potencialmente peligrosa”, resalta la Clínica Mayo.
De ahí la importancia de su correcto diagnóstico. Lo cierto es que no es sencillo, de forma aislada, saber si estamos cansados durante el día por haber pasado una mala noche (o varias) o por hipersomnia. “Para determinar que se trata de este trastorno los especialistas explican que los síntomas de sueño excesivo en el día se tienen que mantener como mínimo un mes”, señala el Instituto Europeo del Sueño.
La somnolencia excesiva, según la Clínica Universidad de Navarra, es un síntoma que debe ser estudiado “siempre que por su frecuencia o intensidad haga sospechar a la persona afectada o a los que conviven cerca de ella que no es proporcional al descanso nocturno”. Como puede ser señal de alarma para la presencia de otras enfermedades hay que evaluarlo y seguir a fondo el estudio diagnóstico.
Es más, debe descartarse la posibilidad de que el cansancio sea consecuencia de otras situaciones, como de efectos secundarios de algunos medicamentos (que dan lugar a lo que se conoce como hipersomnia secundaria); el síndrome de Kleine-Levin o de la Bella Durmiente que, además de hipersomnia, supone hiperfagia (ingesta de grandes cantidades de comida), hipersexualidad y trastornos del ánimo u otras situaciones como estrés, depresión, consumo habitual de estupefacientes, problemas de tiroides… De ahí que “estos comportamientos deban ser evaluados para dar con un diagnóstico preciso de hipersomnia”, indica el Instituto Europeo del Sueño.
Sí que existen señales que pueden ponernos alerta, como una somnolencia habitual que no cesa con siestas; el esfuerzo para despertar después de un largo sueño, sumado a una sensación de confusión y desorientación; la necesidad de dormir tanto por la mañana como por la noche, aun estando activos; dormir entre 14 y 18 horas diarias; una habitual sensación de ansiedad, irritación, inapetencia y poca energía así como pensamiento y comunicación lentos y fallos de memoria.
Para prevenirla, como siempre, se recomienda mantener una correcta higiene del sueño y hacer especial hincapié en evitar alcohol y los medicamentos que pueden empeorar la afección, conducir o usar equipos peligrosos hasta recibir tratamiento y ser disciplinados con las horas de sueño nocturno, evitando trabajos o actividades sociales en las noches.
Este consultorio científico fue emitido en la Maldita Twitchería del martes, 20 de septiembre de 2022. Forma parte del proyecto "Maldita Ciencia: innovación, ciudadanía y superpoderosas", que cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).