Las novelas y películas de fantasía medieval no serían lo mismo sin las palomas mensajeras que mandan una información o comunicado urgente. Esta semana nos habéis preguntado cómo estas aves consiguen hacer llegar el mensaje a su destinatario. En resumen, son capaces de volver al lugar en que se criaron, por lo que sólo son capaces de hacer un viaje hasta un único destino predeterminado.
El uso de palomas mensajeras domesticadas (Columba livia domestica) está documentado desde hace miles de años. Estas aves son capaces de recorrer más de 1.000 kilómetros gracias a su capacidad de recordar la ruta de vuelta a casa, pero no son capaces de interpretar las instrucciones o guías de los humanos hacia destinos diferentes.
“Las palomas mensajeras vuelven al sitio donde nacieron o se criaron. Su mecanismo de orientación es el mismo que el de las aves migratorias que vuelven al lugar de nacimiento. No puedes decirle a dónde ir, vuelven al lugar donde nacieron”, aclara a Maldita.es el biólogo Carlos Padín.
La cría y adiestramiento de palomas mensajeras se conoce como colombofilia. Las aves “nacen en un palomar y desarrollan una querencia por ese punto: siempre van a intentar volver al lugar donde nacieron”, añade Padín.
Por lo tanto, para poder intercambiar mensajes con otra persona, habría que disponer de una paloma criada en el lugar al que se quiere enviar dicha información. Paloma que, además, habría que transportar manualmente y de forma previa al lugar desde donde se quisiese enviar el mensaje (y viceversa para la respuesta). “No se pueden utilizar como medio de comunicación porque tendríamos que tener palomas criadas en varios puntos para poder mandar los mensajes”, añade Padín.