En Maldita.es ya os hemos contado por qué surgen las contracciones del parto y la importancia de diferenciar entre la depresión y la tristeza tras dar a luz. Ahora nos habéis preguntado por los loquios, unas secreciones vaginales de sangre, mucosidad y restos de tejidos que aparecen en el posparto.
Vicent Carmona, ginecólogo y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica a Maldita.es que, tras el parto, “la cavidad uterina contiene una pequeña cantidad de sangre producida en el lecho donde se insertaba la placenta, además de algún pequeño resto de membranas placentarias, junto a la decidua (una capa del endometrio que se forma desde el inicio de la gestación)”. “Todo este conglomerado de secreciones y restos tienen que irse expulsando a medida que el útero recupera su tamaño habitual”, afirma.
Un poco de sangrado y secreción después del parto es normal, tal y como indica el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por sus siglas en inglés). Algunas investigaciones indican que la duración de los loquios es variable y depende de muchos factores. Por ejemplo, del tipo de parto, la localización de la placenta o el tipo de lactancia.
Carmona explica que suelen durar entre 14 y 20 días, aunque pueden prolongarse hasta seis semanas. Las mujeres con trastornos hemorrágicos hereditarios experimentan un período más prolongado de loquios, según una investigación publicada en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.
El color de los loquios puede evolucionar con el paso del tiempo, tal y como señala el ACOG: “Puede comenzar como un color rojo brillante y en unos pocos días debería volverse más claro y rosado”.
Mientras persistan los loquios, Carmona aconseja “utilizar compresas de algodón y evitar tampones, la copa menstrual y las relaciones sexuales con penetración”. Además, es recomendable evitar bañarse. “Las duchas sí están permitidas”, aclara.
Aunque los loquios son normales en el posparto, el experto indica que “algunos cambios en su aspecto o cantidad pueden ser sugestivos de la existencia de complicaciones como las infecciones (endometritis)”.
¿En qué casos es aconsejable acudir a un especialista? Según Carmona, cuando los loquios son malolientes o si aumenta su cantidad en vez de ir disminuyendo. Desde el ACOG también recomiendan solicitar ayuda profesional si se tiene la presión arterial baja, la piel pálida, una sensación de mareo o debilidad, el ritmo cardíaco elevado o un dolor e hinchazón cerca de la vagina o el perineo (el área entre la vagina y el ano).
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes Vicent Carmona.
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