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Desde Maldita.es ya os hemos explicado cómo se recogen adecuadamente las muestras de orina y de heces. Ahora nos habéis preguntado por qué hay que ir en ayunas a las analíticas, otras pruebas que también pueden proporcionar a los médicos información muy valiosa sobre los pacientes. El motivo es que los alimentos y las bebidas se absorben en el torrente sanguíneo, lo que puede afectar a algunos resultados.
Aunque este tipo de pruebas no siempre requieren ayuno, María Gema Martínez González, enfermera de familia y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, explica a Maldita.es que la digestión de alimentos puede alterar los resultados de las analíticas corrientes (que suelen evaluar la concentración de glucosa y lípidos en sangre).
Ir en ayunas implica no ingerir alimentos ni bebidas desde la noche anterior hasta la prueba de sangre (de 8 a12 horas antes de una prueba), según cuenta a Maldita.es Silvia Fernández, enfermera especialista en enfermería familiar y comunitaria y miembro del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería. “Normalmente las analíticas se realizan a primera hora de la mañana para que el ayuno coincida con la noche”, cuenta Fernández.
El agua es lo único que se puede ingerir, “ya que no altera en ningún caso los resultados”. De hecho, Fernández indica que beber un poco al levantarse puede ayudar a favorecer la extracción sanguínea.
Tampoco es recomendable masticar chicle antes de una analítica. “Al hacerlo, se activa la producción de insulina y el cuerpo deja de estar en estado de reposo para realizar el proceso digestivo”, afirma Fernández. Además, algunos chicles contienen azúcar, lo que podría alterar directamente los resultados.
Del mismo modo, no es aconsejable realizar deporte durante las 24 horas antes de la analítica. Así lo indica la experta, que señala que hacerlo puede modificar ciertos parámetros en sangre (como la variación de los glóbulos rojos, la bilirrubina, el potasio o el ácido úrico). También hay que evitar fumar, “ya que puede interferir en la curva de glucosa e incrementar la concentración de ácidos grasos”.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes María Gema Martínez González.
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