Echar un chorro, cambiar el agua al canario, desbeber, regar el váter... hacer pis, en definitiva. Si nos ponemos algo escatológicos es porque tenemos buenas razones para hacerlo. En esta ocasión, te explicamos qué relación tiene la orina con la toma de decisiones, con la cistitis y con tu estado de salud.
¿Tener muchas ganas de orinar hace que tomemos mejores decisiones? Spoiler, hay evidencias de que sí
¿Contratar Netflix o HBO? ¿Quedarse un rato más de fiesta o retirarse a tiempo? A veces cuesta elegir y varios nos habéis preguntado si con la vejiga llena se toman mejores decisiones. No sabemos si mejores, pero según un estudio de 2011 aguantar el pis puede hacer que decidamos de forma menos impulsiva.
Si sois fans de Big Bang Theory recordaréis el capítulo en el que Sheldon Cooper era incapaz de elegir entre comprar una X Box One o una PS4. Ante el asombro de Leonard, una de las técnicas que probaba para dirimir semejante dilema era precisamente la de contener la orina.
En esa escena Sheldon cita un estudio de la investigadora Mirjam A. Tuk, de una universidad holandesa, y efectivamente ese estudio existe. Fue publicado en 2011 por Tuk y sus colegas Debra Trampe y Luk Warlop en la revista Psychological Science y ese mismo año ganaron el premio Ig Nobel de Medicina, una especie de "Nobel alternativo" a investigaciones cuanto menos curiosas que "hacen a la gente reír pero después pensar".
Tuk y sus colegas realizaron varios estudios para poner a prueba su hipótesis de que las señales inhibitorias pueden pasar de un campo (en este caso el de contener la orina) a otros diferentes y aumentar el control de impulsos.
En dos de esos estudios hicieron que la mitad de los participantes tomasen unos 700 mililitros de agua mientras que los restantes solo bebieron 50 mililitros. Después tenían que decidir (en varios casos) entre obtener una pequeña recompensa el día siguiente o una recompensa mayor más adelante. Les planteaban, por ejemplo, recibir 16 dólares un día después o 30 dólares pasados 35 días.
Pues bien, quienes habían bebido más agua (y tenían más prisa por ir al baño) fueron más propensos a elegir la recompensa mayor, aunque tuviesen que esperar más tiempo para recibirla. Según los autores del estudio, "la inhibición de diferentes comportamientos (motores y cognitivos) parecen tener su origen en las mismas áreas neuronales".
Esos resultados parecen contradecir los de otros estudios que apuntan que ejercer el autocontrol en un área dificulta la capacidad de controlarse en otra. Tuk y sus colaboradores lo reconocen pero creen que puede deberse, entre otras cosas, a que se han estudiado formas de control menos automáticas que la de contener la orina.
Volviendo a Big Bang Theory, a Sheldon no le sirvió de mucho esta técnica para decantarse por una videoconsola y Leonard lamentó no haber hecho pis antes de mudarse a vivir con él.
Lo que el color de tu orina dice sobre ti: puede ser un indicativo de nuestro estado de salud
La excreción del líquido de la vejiga, además de producir cierto alivio, puede ser, por su color, un indicativo de nuestro estado de salud.
Los chicos de 'Yo, doctor' han hecho una viñeta explicativa basada en una revisión publicada el año 2006 sobre el "arco iris uroscópico". Veamos qué puede decir el color sobre tu salud:
- Amarillo: es el color normal. El urocromo es el pigmento que dota de este color a la orina.
- Amarillo pálido: este color se asocia con una orina diluida por un exceso en la ingesta de agua, por la toma de diuréticos (sustancias que hacen que los riñones permitan el paso de más agua) como el alcohol o por diabetes.
- Amarillo oscuro: es síntoma de deshidratación. El pigmento urocromo se concentra más por falta de agua y eso intensifica el color.
- Lechoso: causado por una infección o por la presencia de lípidos o de quilo (fluido corporal producto de la digestión de alimentos grasos en el intestino delgado) en la orina.
- Rosa: la hematuria, la presencia de sangre en la orina, provoca en baja intensidad un color rosado en la sangre. Este cambio de color procede de los glóbulos rojos presentes en la sangre. Diversas infecciones y enfermedades podrían estar detrás de la hematuria.
- Rojo: una de las causas de este color puede ser la hematuria grave, que es siempre patológica, por lo que deberías acudir al centro de salud si observas un color rojizo al orinar. No obstante, el color rojo puede deberse también a la dieta: la ingesta de remolacha, zarzamora y ruibarbo puede, en algunos casos, colorear la orina de rojo. También algunos fármacos como la doxorrubicina pueden provocar este tono en la orina.
- Color té: el daño muscular libera mioglobina, una proteína muscular, dando un tono cercano al marrón a la orina. Igual ocurre con la hemólisis, la desintegración de glóbulos rojos. La liberación de mioglobina y la hemólisis pueden estar provocadas por diversas enfermedades. El antiparasitario y antibacterianometronidazol también provoca una orina marrón oscuro. Las porfirias, una serie de enfermedades metabólicas, también pueden ser la causa de este color.
- Naranja: la obstrucción de la vía biliar cambia la orina a un color anaranjado debido a la excreción de bilirrubina. La terapia con el antibiótico rifampicina también provoca una decoloración anaranjada-rojiza de las secreciones del cuerpo, incluida la orina.
- Azul verdoso: este color es provocado por diversos componentes azulados como el antiinflamatorio indometacina, el antidepresivo amitriptilina, el diurético triamtereno, el enjuague bucal Listerine y el anestésico propofol, entre otras sustancias. El tono final verdoso es producto de la mezcla de los colorantes azulados con los pigmentos amarillos propios de la orina.
- Púrpura: el cambio de la orina a un color morado se puede dar por bloqueo intestinal debido al estreñimiento y en pacientes con catéter durante un largo período de tiempo.
- Gris oscuro: la alcaptonuria, la enfermedad de la orina oscura, es una rara enfermedad hereditaria provocada por un trastorno del metabolismo de los aminoácidos tirosina y fenilalanina. Esta enfermedad causa la acumulación de ácido homogentísico, que es tóxico y se excreta en la orina en grandes cantidades, dándole la característica coloración negruzca a la orina. El exceso del ácido homogentísico causa daño en los tejidos conectivos, provocando osteoartritis y afecta a las válvulas del corazón. Las personas con melanomas diseminados a varias zonas del cuerpo y de forma poco frecuente con la enfermedad de Addison, un trastorno producido por la deficiencia de hormonas producidas por las glándulas suprarrenales, también pueden tener orina oscura por la melanina excretada.
Si tras leer este artículo y te preocupa el color de tu orina es normal que intentes autodiagnosticarte en base a lo que acabas de leer pero desaconsejamos que lo hagas. Si tienes algún otro síntoma debes consultar tus dudas a un profesional médico que conozca vuestro caso concreto. Ni nosotros ni ninguna otra página web deberían sustituir a esos profesionales.
¿Orinar después del sexo podría ayudar a prevenir la cistitis? Sí, aunque solo en algunos casos
En torno a la cistitis (una molesta inflamación de la vejiga a causa de una infección urinaria) existe una buena ración de bulos y mitos. Ya hablamos en Maldita Ciencia de que, aunque es una idea muy extendida, de hecho el arándano rojo no ha demostrado ser una forma eficaz de tratar estas infecciones.
Ahora nos habéis preguntado si es cierto que orinar después de mantener relaciones sexuales se considera una forma eficaz de prevenir la cistitis y, en ese caso, por qué se recomienda solo a las mujeres. La respuesta es que sí parece ser una forma de prevenir este problema, aunque su eficacia es difícil de asegurar y de medir y es especialmente recomendado para algunos casos en concreto, como el de mujeres que ya han padecido infecciones de orina antes. Se recomienda más a mujeres que a hombres por una cuestión anatómica.
Las infecciones de orina se producen cuando las bacterias causantes entran por el tracto urinario, suben por la uretra y llegan a la vejiga, donde causan la inflamación. Hay distintas formas en que esas bacterias pueden entrar en ese conducto, y una de ellas pueden ser las relaciones sexuales, donde el contacto entre las zonas genitales favorece el movimiento de las bacterias.
A partir de ahí, estas pueden empezar a remontar la uretra, de forma que orinar puede ser una forma de expulsarlas de ese conducto y así reducir las probabilidades de que lleguen a la vejiga, evitando la infección. Sin embargo, la eficacia de esta medida es difícil de evaluar con precisión ya que influyen otros factores como la cantidad de agua que bebamos normalmente o el estado de nuestro sistema inmune o de la flora vaginal en ese momento.
Los resultados de los estudios realizados hasta ahora son moderados. Por ejemplo, en este se concluía que las mujeres que orinan en los 15 minutos después del coito tienen menos probabilidades de sufrir una infección de orina, pero el mismo estudio reconoce sus limitaciones (no contaba con un grupo de control bien diseñado). En este otro estudio se concluía que en general, orinar tras las relaciones sexuales no ayuda a evitar las infecciones de orina, pero sí podría ayudar a reducir la probabilidad de sufrirlas en mujeres que ya las han padecido antes.
El motivo de que esta recomendación se haga principalmente a las mujeres es que en ellas la uretra es más corta y por tanto es más fácil que se produzca la infección. En los hombres, la uretra es más larga y las bacterias lo tienen más difícil para recorrerla entera. Por eso, si bien orinar después del sexo sigue siendo una buena costumbre, no es igual de eficaz como medida de prevención de la cistitis.
Primera fecha de publicación de este artículo: 23/02/2020