En el consultorio anterior os contamos que las aves, salvo excepciones (un escaso 3% de todas las especies), no tienen pene ni vagina. Y podrás preguntarte: entonces, ¿cómo se reproduce el 97% restante? La clave está en las cloacas.
Esta parte de la anatomía aviar es un orificio que cumple una cuádruple función al confluir en él los aparatos urinario, excretor y reproductor: eliminar los desechos líquidos, sólidos, permitir la reproducción sexual de las aves y refrigerarse y regular su temperatura.
El apareamiento se hace con el llamado beso cloacal en el que el macho y la hembra unen sus cloacas. Puedes verlo a cámara lenta a continuación.