El humo del tabaco contiene una amplia gama de vapores y partículas tóxicas que, al ser inhaladas, son perjudiciales para el propio fumador (tabaquismo activo) y para quienes lo rodean (tabaquismo pasivo). La exposición a este humo, por ejemplo, puede causar cáncer de pulmón o enfermedades respiratorias en personas que nunca han fumado, según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer. ¿Qué otros efectos tiene en nuestra salud que alguien fume a nuestro lado? ¿Quiénes son los más afectados? ¿Podemos evitarlo? Os lo explicamos.
El humo del tabaco puede causar cáncer o enfermedades respiratorias también en personas que no fuman
El tabaco tiene muchas consecuencias nocivas para los fumadores. Rodrigo Córdoba García, que forma parte Grupo de Tabaco de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), explica a Maldita.es que está asociado a más de 30 enfermedades que pueden causar muerte prematura: “Entre ellas 12 tipos distintos de cáncer (los más frecuentes son los de pulmón, bronquios, garganta y vejiga urinaria), infartos y enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica o la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)”.
Pero fumar no solo afecta al fumador. También tiene efectos en las personas a su alrededor. El humo de segunda mano (el del cigarro y el exhalado por los fumadores) contiene más de 7.000 sustancias químicas, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Cientos de ellas “son tóxicas y alrededor de 70 pueden causar cáncer”. De hecho, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos subraya que el humo de segunda mano causa cáncer de pulmón en adultos no fumadores.
La exposición a este humo también podría estar relacionado con otros tipos de cáncer, tal y como explica la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer: del de laringe al de nasofaringe o el de mama.
“Los no fumadores que pueden padecer las mismas enfermedades que los fumadores dependiendo del grado de exposición al humo de tabaco en espacios cerrados”, afirma a Maldita.es Miguel Barrueco, catedrático de Neumología de la Universidad de Salamanca y jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Salamanca.
Ninguna exposición al humo del tabaco es segura, según los CDC. Respirar humo de segunda mano tiene efectos dañinos en el corazón y los vasos sanguíneos. Un informe publicado por la editorial National Academies Press concluye que las personas que no fuman pero están expuestas al humo de segunda mano en el hogar o en el trabajo tienen entre un 25% y un 30% más de riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Otra revisión publicada en Public Health Reviews indica que estar expuesto a este humo en casa aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y pulmonares. En Maldita.es os hemos explicado por qué las enfermedades cardiovasculares son las que más muertes causan en el mundo.
“La exposición al humo de tabaco ajeno también causa enfermedad y muerte prematura”, comenta Córdoba. La Organización Mundial de la Salud señala que la exposición al humo de segunda mano provoca más de 1,2 millones de muertes prematuras cada año.
Los niños, las personas mayores o los asmáticos: quiénes son los más afectados
Los efectos, según Córdoba, son más graves en niños, personas mayores y aquellas con enfermedades crónicas de corazón o pulmón. Tanto las personas mayores como los asmáticos, bronquíticos crónicos y pacientes con angina de pecho son “los grupos más vulnerables” a los tóxicos.
Una revisión publicada en Journal of Family Practice concluye que algunos problemas de salud de los niños están relacionados con el tabaquismo materno y en menor grado con el paterno durante el embarazo y, después del nacimiento, con la exposición al humo de tabaco ambiental en casa y en las guarderías.
Entre los efectos del tabaquismo materno en el feto, los autores mencionan bajo peso al nacer, mayor riesgo de aborto espontáneo y muerte perinatal. Una revisión publicada en Thorax concluye que el tabaquismo materno duplica el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
Córdoba subraya que, además, “los niños tienen una mayor frecuencia respiratoria e inhalan más tóxicos en menos tiempo”. Los niños expuestos al humo del tabaco padecen un 70 % más de infecciones de las vías respiratorias altas, según un estudio publicado en la revista Anales de Pediatría. También presentan un mayor riesgo de padecer otitis purulentas crónicas (causa más común de sordera y cirugía en los niños), faringitis, amigdalitis y síntomas asmáticos.
“Los hijos de madres fumadoras durante el embarazo y los niños que conviven en espacios cerrados con humo de tabaco tienen el triple de posibilidades de tener asma bronquial”, asegura Barrueco. Por este motivo, el experto considera preciso prohibir fumar en los coches cuando se encuentran niños en su interior.
El tabaquismo pasivo durante la infancia también se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer, tanto en los primeros 5 años de vida como en la edad adulta. Según los autores del estudio, el 17% de los casos de carcinoma primario de pulmón en no fumadores adultos puede atribuirse a la exposición al humo del tabaco en la infancia y adolescencia.
Por qué abrir las ventanas en tu casa o el coche no evita los efectos nocivos del humo de segunda mano
¿Qué factores influyen en cómo el humo del tabaco afecta a los no fumadores? “Lo que más influye es el tiempo total expuesto al humo de tabaco ajeno en ambientes interiores”, explica Córdoba. Al aire libre, el efecto es menor: “En el exterior el riesgo es unas 20 veces más bajo que en el interior”.
El experto aconseja evitar estar junto a fumadores en interiores. En sitios cerrados, también influye la distancia. Cuanto más cerca se esté de la persona en cuestión y más fumadores haya, “más riesgo”. En Maldita.es os hemos contado además que fumar aumenta las posibilidades de contagio de coronavirus.
“Muchas veces se piensa que abriendo una ventana o usando un ventilador se evita la exposición del humo de segunda mano. Pero los estudios muestran que las toxinas del humo no desaparecen”, afirman desde la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO). Estas toxinas, conocidas como humo de tercera mano, “permanecen en el cabello, la ropa, las alfombras y los muebles”.
La única manera de evitar la exposición a las sustancias tóxicas del tabaco, según la ASCO, es evitar los lugares donde se fuma, especialmente si son interiores. Este organismo aconseja no fumar ni permitir que otras personas fumen dentro de casa o en el coche. También recomienda buscar restaurantes u hoteles en los que no se permita fumar y pedir a otras personas que no lo hagan cerca de ti ni de tus hijos.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
Primera fecha de publicación de este artículo: 13/12/2021