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Quizás hayas oído en algún medio de comunicación que se prevé una gran nevada en la península ibérica, similar a la que trajo la borrasca Filomena a comienzos de enero del año pasado, hacia el 24 de enero de 2022. El origen de esta predicción es Jorge Rey quien, con 14 años, en agosto de 2021, predijo “nevadas intensas y frío” durante la segunda quincena de enero (en concreto “hacia el 24”) en Burgos, provincia donde reside, y en Castilla y León
Pero, ¿en qué se basó para tratar de adivinar el tiempo con tanta antelación? En el “método tradicional de las cabañuelas”. Sin embargo, como os explicamos a continuación, este pseudométodo no tiene validez alguna para predecir el tiempo atmosférico. Además, no se puede vaticinar la meteorología con precisión con semanas de antelación.
Las cabañuelas no tiene base científica
La técnica de las cabañuelas es usada por pastores y gentes del campo “desde tiempos inmemoriales”. Se basa, por un lado, en la observación de aspectos de la naturaleza, como el comportamiento de los animales y las características del Sol y la Luna. Por otro, en las propias observaciones meteorológicas en los primeros 24 días de agosto, con los que se hace la predicción del tiempo del año siguiente, según explican a Maldita.es el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Cayetano Torres, y desde eltiempo.es.
Este método “carece de base científica y forma parte del folclore popular español”, aclaran desde la AEMET. Lo indican también desde eltiempo.es: “Esta técnica del dominio popular y cultural carece de valor desde el punto de vista científico”.
No se puede predecir el tiempo con precisión con semanas (o meses) de antelación
Además de que el método tradicional de las cabañuelas no tiene base científica, no es posible predecir con tanta antelación el tiempo con precisión. De hecho, para el 24 de enero no se esperan fuertes precipitaciones ni temperaturas anormalmente bajas. Ahora bien, para concretar más la predicción se necesita un horizonte temporal de 7 días, según indica la AEMET.
Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable del área de meteorología de eltiempo.es explicó en una nota de prensa que no se puede “prever el tiempo que tendremos en unas semanas ni con un mínimo de fiabilidad”. Lo señala también Irene Santa, meteoróloga de eltiempo.es: “No es posible intuir un evento meteorológico concreto con dos o más semanas de antelación. La única forma de saber qué tiempo hará es a través de los modelos numéricos de previsión, ningún otro método tiene validez”.
Los modelos meteorológicos usan ecuaciones complejas que se calculan con superordenadores
En cambio, las previsiones meteorológicas reales “se hacen mediante modelos de previsión atmosférica, donde pequeños cambios en las condiciones iniciales cambian radicalmente la previsión”. Esto es así porque la atmósfera de nuestro planeta “es un sistema interconectado y caótico” que imposibilita saber, por ejemplo, si el día 20 del mes que viene lloverá en nuestra ciudad”, explican desde eltiempo.es.
Los modelos numéricos de previsión que mencionaba Santa se basan en ecuaciones diferenciales para fluidos que se resuelven con técnicas supercomputacionales, como aclara la AEMET. Estos modelos están alimentados con observaciones que provienen de una red de observatorios, radares meteorológicos, red de descargas, de observaciones satelitales, sondeos aerológicos, sensores a bordo de aeronaves... y son los que inician los modelos de predicción, según indica la agencia.
Desde eltiempo.es destacan que estas ecuaciones son no lineales, lo que significa que no tienen una solución concreta. Por lo tanto, las predicciones no son 100 % precisas, aunque cada vez se logran aproximaciones más precisas para intentar resolver estas ecuaciones.
Primera fecha de publicación de este artículo: 14/01/2022
