Imagina que te encuentres con una tormenta eléctrica. La caída de un rayo podría matarte. ¿Dónde podrías refugiarte para evitar que la electricidad atraviese tu cuerpo? La respuesta la dio el siglo XIX Michael Faraday, quien observó que podía utilizar un material conductor para aislarse de los campos electromagnéticos como la electricidad. “La razón: en su interior, el campo sería nulo”, aclaraba a Maldita.es Alberto Nájera, físico de la atmósfera y profesor del área de Radiología y Medicina Física en la Universidad de Castilla-La Mancha, quien añade que estas sirven y se usan para proteger elementos electrónicos de descargas eléctricas.
La solución que nos aísla de los rayos se llama jaula de Faraday: cajas metálicas que protegen de campos eléctricos. “Muchos dispositivos que empleamos en nuestra vida cotidiana están provistos de una jaula de Faraday: los microondas, escáneres, cables, etc. Otros dispositivos, sin estar provistos de una jaula de Faraday actúan como tal: los ascensores, los coches, los aviones, etc.”; explican en la web de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Teresa Martín Blas y Ana Serrano Fernández, profesoras en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Montes, Forestal y de Medio Natural de la UPM.
Por eso, ante una tormenta eléctrica es recomendable meterse en un coche si es posible, “ya que su estructura metálica actuará de jaula de Faraday (de manera que en el interior del vehículo se esté protegido de los campos externos) y los neumáticos podrán aislarnos del suelo”, explicó a Maldita.es Alberto Nájera. Si refugiarse en un vehículo no es una opción, los consejos para protegerse de los rayos son no buscar refugio en un árbol, alejarse de elementos altos y puntiagudos especialmente si son metálicos, no tumbarse en el suelo ni dejar las piernas separadas. Además, si estás en un descampado, el físico recomienda juntar los pies, ponerse de cuclillas y protegerse la cabeza con los brazos haciéndonos una pequeña bola.