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El verano continúa, lo que significa que hay que seguir teniendo cuidado con la relación de nuestra piel con el sol. Entre las consultas que nos habéis enviado esta semana habéis preguntado por los productos que presumen de acelerar el bronceado, ya sean orales o tópicos. ¿Suponen algún riesgo? No son perjudiciales en sí mismos, pero su uso está directamente relacionado con la exposición solar en busca de ese tono más oscuro de la piel que, por sí solo, ya supone una lesión cutánea.
Como explica a Maldita.es Andrea Allende, dermatóloga y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), los aceleradores de bronceado son un una mezcla de sustancias que puede añadirse a un cosmético (por ejemplo, a un fotoprotector) o pueden ser un producto cosmético en sí mismo.
Funcionan básicamente acelerando la producción de melanina y/o estimulando su síntesis en los melanocitos (las células encargadas de 'fabricar' este pigmento). Posteriormente la distribuyen en las capas más superficiales de la piel. “La melanina actúa como una defensa frente a los efectos perjudiciales del sol. De hecho, el moreno es un signo de que estamos dañando nuestra piel con la exposición solar y esta se está defendiendo”, recuerda Allende. Al utilizar un acelerador de bronceado, no toda esa melanina se produce por el daño solar, sino que parte es 'fabricada' por estos cosméticos, y de ahí que puedan ser útiles en pieles más claras y con mayor tendencia a las quemaduras, según la experta.
Por un lado, los aceleradores de bronceado orales son unas cápsulas con carotenos y fotoprotector que se ingieren. Son sustancias antioxidantes que también contrarrestan los efectos nocivos de los rayos solares, en especial de los rayos ultravioleta A (UVA): “Es cierto que, gracias a los carotenos, el paciente puede estar ‘un poco más morenito’. Con conocimiento y control sí pueden ser de ayuda”, explica a Maldita.es Donís Muñoz, dermatólogo.
Por otra parte, como indica a Maldita.es Inés Escandell, dermatóloga estética y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, los aceleradores de bronceado tópicos, los que aplicamos sobre la piel, son productos hidratantes que suelen llevar vitaminas, antioxidantes, carotenos… Aunque suelen utilizarse porque estimulan la síntesis de melanina, su principal efecto es mantener la piel en buenas condiciones. “Con estos productos lo que hacemos es hidratar la piel, mantener una mejor barrera cutánea: que no haya irritaciones y que se descame de forma más progresiva y homogénea”, señala Escandell.
El problema es que, para broncearse, solo hay un camino: exponerse al sol. “Debemos recordar que tomar el sol no deja de ser un hábito peligroso para nuestra piel, que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer cutáneo. Los aceleradores de bronceado pueden promover este tipo de hábitos, al necesitar de la exposición solar para que cumplir su función y hacer efecto”, recuerda Allende.
Para coger color sin exponernos al sol nos queda una opción: utilizar cremas autobronceadoras. “Estas no tienen que ver ni con el bronceado ni con la melanina, simplemente se aplican sobre la piel, se oxidan y hacen que esta presente un tono más oscuro durante unos días”, señala Muñoz que recuerda que aún así, hay que tener cuidado si los utilizamos: son cosméticos que hacen más posibles las quemaduras solares al provocar una falsa sensación de seguridad frente al sol.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes la maldita Inés Escandell.
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