En Maldita Ciencia ya os contamos que el agua con azúcar no es un remedio eficaz para evitar o tratar las agujetas. Esta semana nos habéis preguntado si la glutamina podría serlo o no y, aunque no parece haber demasiada evidencia al respecto, esto es lo que hemos podido averiguar
La causa del dolor muscular después de la actividad física, de las agujetas, suele ser o el inicio o el cambio a una nueva rutina de ejercicio o bien el aumento de la duración o la intensidad del entrenamiento que realizamos habitualmente. Es decir, cuando hacemos a nuestros músculos trabajar más de lo que están acostumbrados o de forma diferente. En principio, esto ocurriría por el daño microscópico que causaría la nueva rutina en las fibras musculares (y no por el ácido láctico).
Por otro lado, la glutamina (en sus dos variaciones, L-glutamina y D-glutamina) es uno de los 20 aminoácidos que intervienen en la composición de las proteínas. Se produce en los músculos y es la sangre la encargada de distribuirlo a los órganos que la necesitan. Hay estudios que apuntan a que, la suplementación con L-glutamina no tiene un efecto significativo sobre los marcadores de lesión muscular, aunque sí podría atenuar los efectos del dolor muscular de aparición retardada (o agujetas). Sin embargo, esta investigación solo contó con la participación de 17 personas.
Otro estudio muestra que, como intervención terapéutica, la suplementación con glutamina es eficaz para atenuar la pérdida de fuerza y el dolor muscular después de un daño muscular causado por el ejercicio. Otro estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine también llega a conclusiones similares.
Primera fecha de publicación de este artículo: 01/10/2020