Nos habéis preguntado si utilizar placas de inducción para cocinar podría ser perjudicial para la salud de los humanos que consumen esa comida y, en especial, de los bebés. Las cocinas de inducción utilizan campos electromagnéticos de alta intensidad y de frecuencias en el rango 20-60 kHz, muy por debajo de los 2,4 GHz típicos de los hornos microondas, tal y como explica la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR).
El Grupo de Trabajo en Radiaciones No Ionizantes de la SEPR indica a Maldita Ciencia que no hay evidencias de que un uso correcto de las cocinas de inducción pueda provocar algún daño a corto o medio plazo. Sí que hay, como explicaremos más adelante, algunas precauciones recomendables para las personas que llevan marcapasos y otros implantes vitales.
En la misma línea que la SEPR, y en lo que se refiere a los bebés, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) afirma a Maldita Ciencia no haber encontrado ninguna referencia a ello ni en su revista Pediatría Integral, “en más de 10 años analizando patologías de atención primaria”, ni en su web, en la que analizan la actualidad científica de las principales revistas pediátricas internacionales.
Según Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), es altamente improbable que niveles de exposición tan bajos den lugar a algún efecto sobre la salud, indica a Maldita Ciencia.
“Es cierto que el usuario puede verse expuesto frecuentemente a campos que son relativamente elevados, ya que el manejo de las cocinas impone una proximidad al electrodoméstico durante intervalos de tiempo más o menos prolongados y repetidos. Pero estos niveles decaen notablemente con la distancia que separa al usuario de los elementos radiantes”, sostiene la SEPR.
Por lo tanto, un adulto sano que haga un uso normal (2 o 3 veces al día) de estos aparatos y a una distancia normal (50 centímetros o más de las bobinas) durante periodos cortos “se verá expuesto a campos relativamente intensos, pero no nocivos”. En cuanto a los niños, la SEPR considera que sería suficiente con que se mantengan alejados de la cocina, no por la radiación sino, “como dicta el sentido común, para evitar cualquier riesgo como salpicaduras o quemaduras”.
En internet también es posible encontrar publicaciones que indican que las cocinas de inducción pueden provocar disfunciones en marcapasos y otros implantes activos vitales.
Pero, ¿suponen realmente las placas de inducción algún peligro para las personas que llevan marcapasos? Rafael del Pino Casado, de la Asociación de Enfermería Comunitaria, indica a Maldita Ciencia que sí existe algún estudio que indica que estas placas podrían producir un mal funcionamiento de los marcapasos. Pero subraya que hacen falta más investigaciones para afirmarlo con certeza.
El Grupo de Trabajo en Radiaciones No Ionizantes de la SEPR subraya que en los últimos años los fabricantes han reducido notablemente la vulnerabilidad de los implantes como marcapasos.
No obstante, recomienda que el usuario consulte con su médico las potenciales susceptibilidades de su modelo de implante y pregunte al fabricante o comercial las características de su modelo de cocina de inducción. Además, para estas personas también considera aconsejable seguir escrupulosamente las instrucciones de seguridad del manual del electrodoméstico y mantenerse a la mayor distancia posible de los elementos radiantes mientras cocina.
Primera fecha de publicación de este artículo: 22/09/2020