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El 28 de enero se anunció que se había detectado en Vigo el primer caso de la variante identificada en Sudáfrica del coronavirus SARS-CoV-2 en España. Os explicamos lo que sabemos de momento. Ya os contamos anteriormente sobre la transmisibilidad y peligrosidad de las nuevas variantes de coronavirus aparecidas en Reino Unido y en Japón y Brasil.
La proteína S está más alterada que en la variante detectada en Reino Unido
Esta nueva variante, identificada a finales de diciembre en Sudáfrica, tiene 12 cambios de aminoácidos (los ladrillos que forman las proteínas) en la proteína espiga o S que usa el virus para entrar en las células humanas. Este es el mismo número de cambios que la variante de Japón y mayor que la de Reino Unido.
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Varias de estas mutaciones son importantes, explica a Maldita Ciencia Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III: una, compartida con la variante de Reino Unido, le permite una mayor afinidad por el receptor de nuestras células. Otras mutaciones están en dominios de reconocimiento por anticuerpos y que también están presente en la variante de Japón y Brasil. "Esto indica que ha sido seleccionada por una presión selectiva y el hecho de que se haya producido en una región con alta tasa de ataque en la primera oleada sugiere que puede ser una variante de escape a la presión inmunológica", es decir, haya mutado para evitar la respuesta inmune, aclara Alcamí.
Como ya os explicamos en este artículo, todos los virus experimentan mutaciones genéticas en sus ciclos de replicación pero la mayoría de esas mutaciones no alteran sus funciones o son cambios que hacen que el virus no sea viable o pierda eficacia. Aunque de vez en cuando algunas de esas mutaciones mejoran su función y puede acabar suplantando a la otra. Y no, una variante no es lo mismo que una cepa: una cepa vírica es una variante cuyas propiedades estructurales, antigénicas y/o funcionales han podido ser estudiadas en laboratorio, como ha explicado en Twitter Miguel Ángel Jiménez Clavero, virólogo e investigador científico en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).
Posible mayor transmisibilidad pero faltan datos concluyentes
Esta variante se transmite entre un 30% y un 50% más, "aunque disponemos de menos datos" que sobre la variante de Reino Unido, explica Alcamí. Por su parte, la viróloga Sonia Zuñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, matiza a Maldita Ciencia que "se ha sugerido que podría ser más transmisible, pero no hay datos científicos concluyentes que lo demuestre. Se basa por el momento en evidencias epidemiológicas sobre el número de casos, que pueden estar influidas por otros factores".
Misma letalidad que la variante original
A priori no parece tener una agresividad mayor o que cause una enfermedad más severa a la variante original, pero "al infectar a más gente, provoca más muertes", aclara Alcamí. Aunque la letalidad sea igual, la mortalidad sera mayor al ser más transmisible.
Menor efectividad de las vacunas contra esta variante
Otra cuestión que se plantea con esta variante es el posible efecto que tenga en la campaña de vacunación, cuyo objetivo para generar inmunidad es la proteína S que acumula varias mutaciones en la nueva variante. Las primeras pruebas parecen indicar que reducen la efectividad de las vacunas. Alcamí aclara que se puede valorar de tres maneras:
- Enfrentando la proteína S de esta variante con el suero de pacientes que han pasado la enfermedad con la variante original. Los resultados muestran una disminución de entre 20 y 30 veces en la susceptibilidad a neutralización, "lo que es alarmante porque, como se está viendo en Brasil, sería capaz de reinfectar a pesar de la respuesta inmune previa frente a la variante de origen", afirma el virólogo.
- Enfrentando la proteína S con el suero de pacientes vacunados. Los trabajos muestran también una susceptibilidad a la neutralización entre 3 y 10 veces menor, lo que es una disminución importante pero no implica forzosamente una resistencia total a la vacuna aunque quizás una resistencia parcial. Estos test miden sólo la eficacia de los anticuerpos, no las respuestas celulares que puede que mantengan su eficacia al ir dirigidas las respuestas a otras proteínas y dominios del virus, según Alcamí.
- Análisis de los grupos vacunados: "Sudáfrica ha participado en varios ensayos de vacunas. En el de Janssen la eficacia fue del 72% en Estados Unidos y del 57% en Sudáfrica. Esta pérdida de eficacia se debe a la variante sudafricana porque el ensayo se realizó en un momento en que esta cepa era muy predominante. En estos momentos se está analizando si el 57% que responde es porque está infectado con la variante original o la vacuna induce una respuesta parcial a pesar de las mutaciones. En la de Novavax también se observa una pérdida de respuesta que baja del 90% en Reino al 60% en Sudáfrica. Será importante ver si aunque no sea totalmente eficaz disminuye la gravedad de los síntomas y la enfermedad", aclara Pepe Alcamí.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 05/02/2021
