Se está moviendo por redes sociales y algunos medios se han hecho eco de un estudio realizado en Dinamarca en el que supuestamente se concluye que el uso de mascarillas no protege del coronavirus. El estudio es real y se ha publicado este 18 de noviembre en la revista Annals of Internal Medicine. Sin embargo, tiene importantes limitaciones y fallos de diseño que afectan a su resultado, y de hecho sus autores han cambiado su hipótesis debido a esas limitaciones. Os explicamos lo que sabemos.
Claves:
- Se crearon dos grupos de 3.000 personas. A uno se le dio mascarillas y se recomendó que las usara, y al otro no. Apenas hubo diferencia en el riesgo de infección.
- El estudio no mide la eficacia de usar mascarilla, sino la eficacia de recomendar el uso de mascarilla.
- Se hizo en un momento y lugar (Dinamarca entre abril y mayo) con muy poca incidencia de la COVID-19.
- Se siguió a los participantes un mes, muy poco tiempo para extraer conclusiones.
- No se midió la protección a terceros.
En qué consiste el estudio
Según sus autores, científicos del Hospital Universitario de Copenhague, el objetivo inicial de esta investigación era comprobar si utilizar mascarilla al salir de casa reducía el riesgo de infección por SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, del portador de la mascarilla.
Para comprobarlo, establecieron dos grupos de aproximadamente 3.000 personas cada uno. A todos ellos se les recomendó seguir las indicaciones de distanciamiento social establecidas para frenar la pandemia de COVID-19, pero a un grupo se le recomendó utilizar además mascarillas, y se les dieron 50 mascarillas quirúrgicas, y a otro grupo no se le dio ninguna indicación respecto al uso de mascarillas.
Según recogen en sus resultados, en las personas a las que se recomendó utilizar mascarillas no se redujo significativamente el riesgo de contagio de COVID-19. Por este motivo en redes sociales y por parte de algunos medios de comunicación, este trabajo se está moviendo como el supuesto primer estudio que demostraría que las mascarillas no protegen del coronavirus.
El estudio no mide la eficacia de llevar mascarillas, sino de recomendarlas
Pero hay varios motivos por los que las conclusiones de este documento no significan lo que estos titulares están diciendo. Muchos de ellos están recogidos en esta carta que científicos de la Universidad de Stanford y de la Universidad George Washington publicaron antes de que el estudio danés apareciese en la revista, cuando solo era un preprint.
Para empezar, dicen los críticos, en este estudio no se mide el efecto de llevar mascarilla fuera de casa vs. no llevarla, sino que se mide el efecto de darle a algunas personas 50 mascarillas y mensajes semanales alentando su uso. "Es probable que participantes en el grupo que no recibió mascarillas ni mensajes sí utilizasen mascarillas durante el estudio y al revés", señalan los autores de la carta, lo cual crearía interferencias con el efecto que se pretende observar.
A raíz de estas y otras críticas, los científicos daneses cambiaron la premisa del estudio, de analizar la eficacia del uso de mascarillas a analizar la eficacia de recomendar el uso de mascarillas. El matiz es importante.
Este tipo de estudios, como explica el periodista científico Sergio Ferrer en este artículo, son muy útiles cuando se trata de probar la eficacia de un fármaco, ya que los investigadores dan el fármaco real a la mitad de los voluntarios y un placebo a la otra mitad, y así pueden medir con precisión sus efectos. Pero medir el efecto de un comportamiento no es tan fácil. "no es lo mismo administrar una vacuna a 3.000 personas que pedirles que usen mascarilla correctamente todos los días al salir de casa."
Una incidencia muy baja en ese momento y lugar y poco tiempo para detectar casos
Otras características en el diseño del estudio hacen que sus conclusiones sean puestas aún más en entredicho.
Para empezar, la incidencia de la COVID-19 en Dinamarca durante los meses de abril y mayo era muy baja. En las siguientes gráficas puedes ver la comparativa de casos acumulados y casos diarios de Dinamarca y España, para que te hagas una idea de la situación en el país escandinavo esos meses.
Esto es relevante porque el uso de mascarillas protege de la infección en caso de compartir espacio con personas infectadas, y si hay pocas personas infectadas, su efecto disminuye. "El uso universal de mascarillas es una herramienta poblacional que busca reducir infecciones, pero esta disminución dependerá de la probabilidad que tengamos de cruzarnos con un contagiado y del resto de medidas implementadas. Por eso, un resultado negativo en el ensayo danés no se podría extrapolar alegremente a zonas más afectadas por la pandemia, desde Madrid a Nueva York, o con diferentes estrategias", explica Ferrer en su artículo.
Además, el seguimiento a los participantes se hizo durante un mes, lo cual, señalan es muy poco tiempo para medir la eficacia o no de las mascarillas. "Aunque la mitad de las personas con COVID-19 muestran síntomas en los 5 días siguientes, pueden pasar dos semanas o más antes de que algunas personas desarrollen síntomas o alcancen una carga viral suficiente para ser detectada", dicen los científicos de Stanford y de la George Washington.
Los críticos señalan que, en este estudio, el tiempo de seguimiento no es suficiente: primero se asigna a los voluntarios a un grupo a otro; se pide que cambien su comportamiento, lo que cambia su riesgo de infección; después, en algún momento, pueden estar expuestos al virus, lo que comienza un periodo de incubación en el que éste no es detectable, y finalmente se realiza el testado. "Esto deja, como mucho solo dos o tres semanas de medición para encontrar posibles casos", señalan en su carta.
No miden la protección a terceros
Otra limitación de este estudio, que los propios autores reconocen en la publicación, es que no se ha medido la protección que llevar una mascarilla supone para los demás, es decir, para evitar que la persona que la lleva transmita el coronavirus a terceros. Teniendo en cuenta que uno de los principales usos de las mascarillas es evitar que una persona contagiada asintomática o preasintomática pueda transmitir el virus en gotículas o areosoles, dejar fuera este factor impide sacar conclusiones sólidas sobre la verdadera eficacia de las mascarillas.
Primera fecha de publicación: 23 de noviembre de 2020