Aerosol o no aerosol, transmisión aérea o no esa es la cuestión (coronavírica) entre los científicos.
Existe actualmente un intenso debate en torno a la posible transmisión del coronavirus por aerosoles, además de por las gotículas que una persona infectada puede expulsar al toser o estornudar. Los aerosoles tienen un tamaño menor de 5 micrómetros (la milésima parte de 5 milímetros), aunque otros autores ponen el límite en los 100 micrómetros (0,1 milímetros), mientras que las gotículas tienen un tamaño mayor a 5 (o 100) micrómetros. Se trata de un debate científicamente relevante porque que existiese este tipo de transmisión supondría que este virus podría permanecer en el aire más tiempo, haciéndolo un posible medio de contagio.
En este artículo de Enrique Sacristán publicado originalmente en la Agencia Sinc que republicamos en Maldita Ciencia se daba respuesta a cinco preguntas sobre la posible transmisión aérea del coronavirus. Aquí vamos a intentar continuar con la explicación del tema con lo que se sabe hasta ahora.
Lo que dicen los estudios y los científicos
Varios estudios y expertos llevan meses señalando que el virus sí está presente en los aerosoles o nuclei-droplets que se generan a partir de las microgotículas. Es el caso de este publicado el 3 de abril en la revista Nature Medicine, en el que "se detectan distintos virus respiratorios incluyendo el coronavirus en los dos tipos de partículas", explica Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III. "Es la evidencia que hay publicada y parece que el virus va en aerosol también."
El 1 de septiembre de 2020 se publicó un artículo científico que concluyó que una persona con COVID-19 infectó a 23 de los otros 67 pasajeros de un autobús con aire acondicionado. Las personas sentadas más cerca de la persona infectada no tuvieron un mayor riesgo de contagiarse, lo que según los autores se explicaría al menos parcialmente por la transmisión aérea del coronavirus.
Un grupo de cinco científicos ha escrito una carta que ha publicado el 5 de octubre la revista científica Science en la que afirman que “existe una evidencia abrumadora de que la inhalación de SARS-CoV-2 representa una ruta de transmisión importante para la COVID-19”. Según cuentan en la carta, las personas infectadas por el coronavirus, también las asintomáticas, sueltan miles de aerosoles cargados de virus, y también unas cuantas gotitas. “Por lo tanto, es mucho más probable que uno inhale aerosoles que una gotita, así que la atención debe centrarse en la protección contra la transmisión por el aire”, aseguran. “Urgimos a los funcionarios de salud pública a añadir instrucciones claras sobre la importancia de trasladar las actividades al aire libre, mejorar el aire interior mediante ventilación y filtración, y mejorar la protección para los trabajadores de alto riesgo”, concluyen.
En este sentido se pronunció también José Luis Jiménez, profesor de química en la Universidad de Colorado Boulder e investigador de Ciencias Ambientales, en un artículo publicado en El País y TIME con un título esclarecedor: “La covid se transmite a través de aerosoles: ya es el momento de actuar, tenemos suficientes pruebas”.
La posición de los CDC
El mismo 5 de octubre los CDC colgaron en su web un informe científico sobre el coronavirus SARS-CoV-2 y su potencial transmisión aérea.
Según este documento, la principal forma en que las personas se infectan con el coronavirus es a través de la exposición a las gotas respiratorias portadoras del virus infeccioso, es decir, por el contacto estrecho y no por transmisión aérea (por aerosoles). No obstante, la transmisión aérea del coronavirus puede ocurrir en circunstancias especiales como espacios cerrados, exposición prolongada a partículas respiratorias y ventilación inadecuada, según los CDC. Ahora vamos a ahondar más en esta cuestión.
La postura de la OMS
Tras negar esta posibilidad durante meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó el 9 de julio que la transmisión del coronavirus mediante suspensión en el aire a largas distancias y durante mucho tiempo es posible, pero pidió más investigación.
La conclusión de la OMS es que "hasta la fecha no se ha demostrado la transmisión del SARS-CoV-2 por este tipo de ruta de aerosol; se necesita mucha más investigación dadas las posibles implicaciones de dicha ruta de transmisión" aunque, según la OMS, algunos brotes relacionados con espacios interiores abarrotados "han sugerido la posibilidad de transmisión por aerosoles, combinada con la transmisión por gotitas, por ejemplo, durante las prácticas de coro, en restaurantes o en clases de gimnasia"
Para la OMS, "en estos eventos, la transmisión de aerosoles a cortas distancias no puede descartarse, particularmente en lugares interiores específicos, como en espacios abarrotados y no ventilados lo suficiente por un período prolongado de tiempo con personas infectadas". El organismo añade que "en algunas circunstancias puede producirse una transmisión por vía aérea (como cuando se realizan procedimientos de generación de aerosoles en centros de atención sanitaria o, potencialmente, en lugares cerrados y poco ventilados en otros lugares).
La OMS había decidido revisar su postura respecto a la posibilidad de que se esté dando dos días antes. "Sobre la posible ruta de transmisión aérea hay nuevas evidencias pero no definitivas, y esa posibilidad se ve especialmente en condiciones muy específicas, como lugares con mucha gente y poco ventilados", explicó la experta Benedetta Allegranzi, de la Unidad Global de Prevención de Infecciones de la OMS.
Este cambio de postura es una respuesta a una carta que 239 científicos e investigadores publicaron el pasado 4 de julio en el que señalaban que las evidencias de esta posibilidad eran cada vez más sólidas y pedían a la OMS que reconsiderase su postura.
La posición del Ministerio de Ciencia e Innovación
El 9 de noviembre el Ministerio de Ciencia e Innovación ha publicado un informe realizado por nueve investigadores que concluye que existe una evidencia significativa sobre la transmisión de la infección por SARS-CoV-2 por vía de aerosoles. El informe destaca que no hay consenso científico sobre el predominio de los aerosoles o de las gotículas como vía de transmisión.
Los autores proponen actividades en exteriores y ventilar o filtrar para reducir la transmisión por aerosoles.*
No se trata de aerosoles vs. gotículas: la transmisión puede ocurrir a lo largo de un espectro amplio
Sin embargo, un estudio del 26 de marzo ya explicaba que la transmisión del virus de una persona infectada a otra podría depender de algo más complejo que la división por tamaños de las gotículas que expelimos al toser o hablar, una idea que consideran anticuada, y que habría que imaginar una nube de gas, con dinámicas turbulentas, saliendo de nuestra boca.
"Aunque la estrategia de la distancia social es crítica en este momento de la pandemia, puede parecer sorprendente que lo que sabemos actualmente sobre las vías de transmisión de enfermedades respiratorias de infectado a infectado se basan en un modelo desarrollado en los años 30 que a día de hoy parece claramente sobresimplificado. Implementar recomendaciones de salud pública basadas en estos modelos antiguos puede limitar la efectividad de estas intervenciones".
Por lo tanto, como explicaba Sergio Ferrer en este artículo de eldiario.es, es más un debate semántico que científico: “La dicotomía o transmisión por gotitas o por aire es falsa. Como recordaba el epidemiólogo de la Universidad de Iowa Dan Diekema en un artículo reciente, ‘se trata más bien de un continuo’”.
En este sentido incidían unos investigadores de la Universidad de Harvard en un artículo científico: “Existen pocos absolutos en biología, la gente produce tanto gotitas como aerosoles y la transmisión puede tener lugar a lo largo de un espectro amplio”.
Lo más importante son las medidas de prevención
Además, hay un gran debate en torno a si los aerosoles o transmisión aérea es una forma de transmisión minoritaria o la principal.
Los científicos entrevistados en eldiario.es coinciden en evitar el término “transmisión aérea” (airborne en inglés) por la interpretación que pueda hacer la población. “[El término aéreo] crea la impresión de que cualquiera puede infectarse solo por respirar, cuando no es el caso. Sólo hay riesgo en caso de contacto muy cercano con un infectado o al pasar un largo período de tiempo en un espacio poco ventilado”, según Michael Klompas, investigador de la Universidad de Harvard y coautor del artículo que hemos citado en el párrafo anterior.
Lo importante, señalan los expertos entrevistados por eldiario.es, son las medidas a tomar para evitar la transmisión: “La pregunta clave es a qué distancia es más probable que haya transmisión”, explicó el epidemiólogo Diekema. “Es probable que esta sea mayor de dos metros en condiciones adecuadas como falta de ventilación, pero no que sea de largo alcance”. Para Diekema, “deberíamos ser agresivos a la hora de cerrar espacios interiores que no están bien ventilados y en los que vemos mucha transmisión, como bares, restaurantes e iglesias” y “hacer obligatorias las mascarillas allí donde no se ha hecho aún”.
* Actualizado el 10 de noviembre con el informe del Ministerio de Ciencia e Innovación y cambiado el titular de '¿Qué se sabe de la posible transmisión aérea del coronavirus?' a 'La transmisión aérea del coronavirus: qué dicen los estudios y los científicos sobre los aerosoles y la COVID-19'.
Primera fecha de publicación de este artículo: 08/10/2020.