Li-Meng Yan, una viróloga china y otros tres científico afirman en un artículo y en entrevistas televisivas que la COVID-19 ha sido creada en un laboratorio en China. El título del artículo de Li-Meng Yan es 'Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una modificación sofisticada en el laboratorio en lugar de la evolución natural y la delineación de su probable ruta sintética' y rechaza la hipótesis de que el coronavirus SARS-CoV-2 se originó en la naturaleza, señalando que fue creado en un laboratorio. Os explicamos lo que sabemos: el artículo de Li-Meng Yan no ha sido publicado en ninguna revista científica y tantos los expertos consultados por Maldita Ciencia como otros a nivel internacional señalan la falta de evidencias aportadas en el artículo.
El artículo "no tiene ninguna evidencia científica sólida", zanja en declaraciones a Maldita Ciencia la viróloga Sonia Zuñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología. "La mayor parte de las referencias que citan son o artículos que aún están en preprint (no revisados por pares) o fuentes similares, no publicaciones científicas; y cuando citan muchas publicaciones científicas es para decir que no se creen lo que dicen".
Un preprint no ha pasado la necesaria revisión previa a ser publicado en una revista científica. Esto no invalida sus conclusiones pero sí hace necesario tomarlas con cautela. Puedes leer más sobre los preprints y su abundancia durante esta pandemia en este artículo de la Agencia SINC republicado en Maldita.es.
No hay ninguna prueba de que el nuevo coronavirus fuese creado en un laboratorio como afirma Li-Meng Yan
También hemos explicado que no hay evidencia científica sobre el origen del coronavirus en un laboratorio.
Un comunicado publicado a finales de enero en la revista The Lancet aseguraba que "científicos de múltiples países han analizado genomas del agente causal y los resultados concluyen, de forma abrumadora, que el origen está en la vida silvestre".
Además, los autores de este otro artículo, publicado en el foro científico Virologic, indican que "la evidencia genómica no apoya la posibilidad de que el nuevo coronavirus haya sido creado en un laboratorio".
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Virología (SEV), Albert Bosch Navarro, indicaba a Maldita Ciencia que este tipo de rumores asociados a la creación de virus en laboratorios son comunes y que ya "sucedió lo mismo cuando apareció el SARS en 2002 o la conocida como gripe A, la nueva variante del H1N1, en 2009".
Falta de evidencias en el preprint que señala un origen artificial del virus
Uno de los argumentos del preprint, explica Zúñiga, es que la proteína de la envuelta (E) del coronavirus sería 100% idéntica a la de otros dos virus que afectan a murciélagos, y eso sería una supuesta prueba de que el virus no tiene un origen natural. Sin embargo, la viróloga explica que la proteína E es una proteína estructural esencial en muchos coronavirus y que además, es una proteína pequeña que, de hecho, no suele acumular muchas mutaciones. "Es lo contrario de lo que dicen los autores. De modo que su afirmación de que los coronavirus SARS-CoV-2 del principio eran como los del murciélago pero luego han ido cambiando en la proteína E es falsa".
El preprint también utiliza como argumento que el sitio de corte (la secuencia dentro de una proteína que una enzima puede reconocer y por donde corta) por furina (la enzima que corta) no está presente en ningún otro sarbecovirus (un subgénero de los coronavirus que incluye al SARS-CoV-2).
En realidad, "ya está dicho en múltiples publicaciones que hay muchos otros coronavirus, incluyendo otros betacoronavirus humanos como el MERS-CoV o el HCoV-OC43, que contienen también sitios de corte por furina en determinadas proteínas. En varias publicaciones se han dado múltiples argumentos científicos en contra de que la presencia de este sitio de corte sea algo que indica un origen no natural del virus", aclara Zúñiga.
Otro argumento del preprint es que los sitios de restricción (secuencia, esta vez dentro del genoma, que una enzima es capaz de reconocer y cortar) habrían permitido manipular el genoma del virus. Zúñiga señala que "siempre se puede encontrar un sitio de restricción y una estrategia de corta-pega para manipular el genoma de cualquier coronavirus de cualquier especie. Así que eso no es demostrativo de nada en absoluto".
"Todas las secuencias de ADN en la naturaleza tienen sitios de restricción", ha afirmado al medio estadounidense Newsweek Arinjay Banerjee, virólogo de la Universidad McMaster de Canadá, "y no es sorprendente que el genoma del SARS-CoV-2 también tenga sitios de restricción. La evidencia presentada aquí es anecdótica".
También en declaraciones a Newsweek, otros expertos desmontan lo que consideran un preprint "lleno de afirmaciones no fundamentadas", según Jonathan Eisen, biólogo evolutivo de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos). Se trata de "un preprint extraño e infundado", opinó en Twitter Carl Bergstrom, biólogo evolutivo de la Universidad de Washington en Seattle (Estados Unidos).
"Este preprint no puede tener ninguna credibilidad en su forma actual", dijo a Newsweek Andrew Preston, experto en patogénesis microbiana de la Universidad de Bath (Reino Unido). El artículo "no se basa en una interpretación objetiva del genoma del SARS-CoV2. Las interpretaciones realizadas no están respaldadas por datos, no están fundamentadas y las interpretaciones están en gran medida enunciadas pero no explicadas", según Preston.
Cuatro expertos en virología, biología molecular, biología estructural, biología computacional, desarrollo de vacunas y medicina han revisado el artículo para la revista Rapid Reviews COVID-19 y han concluido que "no demuestra suficientes pruebas científicas para apoyar sus afirmaciones. Las afirmaciones son a veces infundadas y no están respaldadas por los datos y métodos utilizados. Los gestores que toman decisiones deben considerar que las afirmaciones de los autores en este estudio son engañosas".
La revista aclara que hubo un consenso general entre los cuatro revisores en que "las afirmaciones del estudio se explicaban mejor por posibles motivaciones políticas que por la integridad científica. Los revisores llegaron a estas opiniones comunes de manera independiente, lo que reforzó aún más la credibilidad de los exámenes de los pares".*
* Actualizado el 22 de octubre con la revisión del artículo realizada en Rapid Reviews COVID-19.
Primera fecha de publicación: 18/09/2020.